Nuestra metal-queen se nos ha hecho mayor, pero no ha perdido nada de su sex-appeal y de su buen hacer en los escenarios y, en este 2021, es capaz de sorprendernos y premiarnos con este nuevo álbum llamado Radio on!
Llamativa es la biografía en su página oficial dónde indica que ella se dedica “a tocar la guitarra, lavar la ropa e ir a recoger a los niños después de la escuela”.
Quizás se le escapara de las manos ese mito que se creó alrededor de su figura cuando ella, como ha explicado en varias ocasiones, no tenía intención de mostrarse como un símbolo sexual, sino que pretendía copar a las mujeres al lugar donde siempre han merecido estar. Quería darles voz y voto. A ella, como Metal-Queen, se le otorgaba poder, se le investía de fuerza y se le daba la batuta como representante de las mujeres, pero desgraciadamente ese mensaje no caló a pesar de los intentos que hizo para desvincularse de esa imagen de reina del metal en algún trabajo posterior, no consiguió nunca deshacerse de ese rol a la que parece le habían predestinado algunos sin ella quererlo ni pretenderlo.
Lee es ahora una mujer curtida con los años pasados y las experiencias vividas. A nivel vocal me ha parecido siempre excelente pero también es verdad que, con el tiempo, ha evolucionado, ha ido tocando más palos al margen del Heavy metal dónde dio sus primeros pasos. El Rock & Roll, el blues, el Jazz hasta incluso la ópera.
Pero creo que ahora ya no hay que definirla por su estilo. Eso se quedó atrás. En este Radio On! es capaz de sorprendernos a cada momento y de demostrar que para ella no han pasado los años y que su versatilidad se ha ido fraguando, en esta larga carrera que lleva ya a sus espaldas, para dotar de conocimiento. Ella se dedica a hacer canciones, sus canciones. No piensa en las modas. No se detiene a pensar en las consecuencias. No hace re fritos aunque tampoco invente nada nuevo, pero se nota que nadie le impone. Ella manda. Ella muestra su personalidad y eso se refleja en cada nota que imposta y susurro que imprime. Cada tema es un soplo de aire fresco, y si tuviera que dar un adjetivo a la producción que ha concebido para este álbum diría que es precisamente eso: frescor para los oídos y placer para los sentidos.
El álbum comienza con el tema «Vampin´», gran riff de guitarra y una sección rítmica sonando como los ángeles. Se aprecian hasta los mínimos detalles a la escucha. Me resulta curioso cómo suena ese ride de la batería al principio y que normalmente en muchas producciones recala en un segundo plano. Lee está precisa en la ejecución, pero sin ser un robot, es rockera y muestra una voz rota, susurrada en ocasiones, dulce cuando la estrofa lo requiere y chulesca la mayoría de las veces. Está de 10. Vaya solo de guitarra que se marca Sean Kelly. Todo un lujazo. Gran inicio.
“Soul Breaker” no pierde esa esencia rockera del primer tema, aunque a un ritmo más atemperado y con una orientación más melódica. Me recuerda mucho a la época más melódica y americanizada de nuestra queridísima Doro Pesch, la que mostró en su álbum “True At Heart” aunque ambas tienen tesituras y colores de voz absolutamente diferentes.
“Cmon” suena muy ochentera en toda su esencia. Directa, accesible, fácilmente coreable. Me despierta una sonrisa en la cara. Muy en onda Pat Benatar, pero dónde Lee sigue aportando esa dosis de frescura necesaria para seguir manteniendo la atención.
“Mama Don´t Remember” recupera esos guitarrazos de Vampin´, pero a un ritmo más desenfadado. En una onda muy Blues Rock como si Bonnie Raitt hubiera dejado apartada la slide guitar para rockear a más alto nivel. Tema sencillo pero muy bien ejecutado.
“Radio On” primer single del álbum; empieza en onda Bryan Adams del Waking Up The Neighbours. Esta mujer lleva el rock en las venas. Está claro. Mantiene esa sensualidad en la voz y esa sensibilidad en la interpretación que la hace tan especial. El tema puede sonar a algún tema de Alannah Myles de su primer álbum. Tema muy disfrutable. ¿Nos animamos a poner la radio y dejar el móvil a un lado?
“Soho Crawl” empieza con un riff muy Hard rockero. Es evidente que Lee Aaron ha querido hacer un álbum directo. Es puro Rock´N´Roll sin más pretensiones. Se percibe que nuestra Lee Aaron se lo está pasando pipa y de paso está haciendo pasar un buen rato al oyente. En este tema se aprecian también los primeros arreglos de teclado claramente visibles que le aportan una sonoridad distinta al conjunto
“Devil´s Gold” o el oro del demonio es una pieza más intimista que personalmente me agrada y supone un pequeño respiro ante tanta dosis de Rock sin estridencias. La voz de Lee Aaron destaca sobremanera. El tema tiene un carácter muy Blues y, el ritmo más sosegado que va marcando el bajo a lo largo del tema junto al apoyo en los arreglos de guitarra que va aportando Sean Kelly, se pronuncian en la desnudez de la propia canción. Se marca Sean también un muy buen solo de guitarra. Uno de mis temas favoritos del álbum.
“Russian Doll” con esa tónica marcada por el bajo inicial muy a The Pretenders vuelve a retomar la senda del mejor Rock´N´Roll que está muy presente en este trabajo. De nuevo volver a destacar como interpreta el tema Lee Aaron. Hay que llevar muchos años en este mundillo para lograr esa expresividad. Tras esa maravillosa voz hay también alguien capaz de transmitir (independientemente del estilo a ejecutar).
“Great Big Love” Vaya inflexiones en las voces de Lee Aaron. Requiere de vuestra atención. Fijaros por favor. El tema quizás no sea de los más destacados del álbum, pero estoy seguro de que si lo cantara “a capella” saltarían chispas. La sensualidad y hasta la sexualidad que muestra Lee en este tema hace que te sientas como un espectador en una barra americana mientras el Jack Daniels va perforando tu garganta. Musicalmente es un tema de simple ejecución, pero con Lee Aaron a las voces se eleva a otro nivel, aunque no sea lo mejor de este disco.
“Wasted” es maravillosa. Esos arpegios de guitarra acústica mezclados con la dulce voz de Lee parecen hablar de una historia muy personal (aunque quizás me equivoque). De repente el tema da un vuelco con una voz desgarrada y muy comprometida. Me recuerda muchísimo a la Sra Ann Wilson de Heart cuando rasga su preciosa voz y luego retoma el sendero dulce…”My heart is not right…I´d rather be wasted”. Un tema con mucho sentimiento
“Had Me At Hello” quizás es el tema más olvidable del álbum. También de carácter rockero pero que, quizás por el ritmo lento del tema y un estribillo con poco aliciente pase algo más desapercibido. Sean Kelly de todos modos hace una gran labor en todo el tema.
“21” y acabamos con lo que para mí es, sin lugar a duda, el mejor tema del álbum. De esos temas a piano que te emocionan siempre, los cante Lady Gaga, Alicia Keys o Lucie Silvas. “Feels like yesterday you said you´d never run away but it was 25 years ago…”; “I remember 21 when everything was new under the sun”… “I remember 21 making love beneath the setting sun”. Cuando eres capaz de abrir tu corazón y sacar a relucir las cosas con ese sentimiento…el resultado es simplemente mágico…Lee Aaron is now “The Magician Queen».
José Luis Gutiérrez 3ZKS!