HOUSE OF LORDS
Festival senderos del Rock, Casetas (Zaragoza), 15/3/2014
Crónica: Luis Catediano – Fotos: Mayca Cruz
Después del recital de Robin Beck era el turno de House Of Lords, que de forma casi completa habían acompañado antes en el escenario a la pequeña, pero enorme cantante.
Sabedor del mal estado de salud que James Christian llevaba arrastrando desde unos días antes en Paris, me encontraba un poco expectante de cómo iba éste a afrontar su actuación. Pues bien, salió al escenario como el que está de paseo. Muy dejado en la forma de vestir y sin justificar que, aunque los años pasan, seguro todavía algo de glamour y gusto debe quedar dentro de su persona. Esto también puede tener, si quieres verlo así, otro punto de vista y es que él no está por la imagen y si por su música. Creo que debería cuidar un poco más su forma de vestir para agradar al público.
Arrancaron con lo que iba a ser una máxima en el concierto, y eso es, los sonidos grabados para todo momento. “Sahara” comenzó a sonar y desde el primer momento se notó un exceso de pregrabados, que lejos de apoyar a la banda, ocultaban las excelentes cualidades de unos músicos ricos en técnica y destreza. Siguieron con “Big Money” y con “Battle” de forma continua y sin miramientos comunicativos con el público que disfrutaba de una banda de categoría. Sonaron “Cartesian Dreams” y “Come to my Kingdom”. La esencial “Love don’t lie” no podía faltar. ¿Quién no sintió este video en su propia piel? Este tema era reproducido hasta la saciedad en aquellos programas parabólicos llamados “Headbangers Ball” de la época más cardada que jamás hemos olvidado.
También tocaron otras dos canciones de su último trabajo Precious Metal. Un disco que me ha sorprendido gratamente y que cuanto más lo oyes más te engancha. Hicieron y muy bien el “Permission to Die”, y el potente y dinámico guitarrero “Swimmin’ with the Sharks”.
No dejó de sonar el previsible y aclamado “Can’t find my way home” del disco Sahara. Además de otros 3 temas más, tocaron el hit de su primer disco “Pleasure Palace” con el cual dieron por finalizado un correcto concierto.
¿Qué más puedo decir tras enumerar algunas de sus canciones? Y sobre todo ¿después de decir que llevaban muchos, no, muchísimos pregrabados? ¿Estar insatisfecho por el concierto que dieron? No. Ya les había visto en otra ocasión, en 2008 en la Sala Reset de Zaragoza, y ya en aquel momento noté este exceso de sonidos por detrás del grupo. Demasiados samplers que encapsulan y saturan la precisa y preciosa música de la banda. Además vi lo distante y frio que era James Christian, así que esta vez no me sorprendió.
Valorar lo que el grupo tocó es fácil si dejas ese aspecto “robot” en los temas. La genialidad de Jim Bell es digna de mencionar. Un guitarra de categoría tocando fácil y sin inmutarse en veloces carreras de arriba a abajo de sus preciosas guitarras. Un batería, B.J. Zampa, potentísimo y eficaz que parece infatigable a pesar de la dureza de su aporreo de tambores, y sobre todo de la contundente pegada de su bombo.
Finalmente diré que nunca he sido un gran fan de House of Lords, pero siempre los he respetado ya que los considero una enorme banda que tiene una gran calidad y en la cual James Christian hace el papel de currante. De él salen todas las composiciones que siempre exceden el notable por su melodía y forma de entender las habilidades que un elegante cantante debe mostrar. Esto es lo que quizás sube el grado de entender su música. No es un hard rocker al uso. Es un compositor con voz ronca y profunda.
He leído demasiadas patadas hacia el grupo, y aunque no comparto lo que el grupo “esconde” y si lo que aporta, no voy a darles más caña sino que voy a agradecerles lo que sí que hacen muy bien y que es seguir haciendo discos tan brillantes cómo el último Precious Metal.
Crónica: Luis M. Catediano – Fotos: Mayca Cruz
GALERIA DE FOTOS
(Pincha para ampliar tamaño)
Bien dicho Kt 😉