Hell of Fame es el nuevo álbum de la banda Hell in the club. Parece un juego de palabras con tanto “hell” (infierno) de por medio, pero estad tranquilos que éste disco no nos va a condenar a las llamas del aburrimiento.
Los conocí hace un par de años en Burgos en la tercera edición del Zurbarán Rock y he de decir que hasta mi padre ya con sus añitos asomó el morro por allí y se quedó para verles y, confieso que le ví mover los pies. Lo cierto es que fueron capaces de levantar y animar a todos los allí presentes un domingo de resaca después de llevar 7 días de fiestas patronales, por algo será.
Éstos jovencitos italianos que apenas superan los 40 años (cada uno, no entre todos, jjj), han vuelto con su quinto disco para suministrar unas buenas dosis de hidrato de carbono y hacer una buena masa que nos dará energía para movernos con sus temas como ya lo hicieron con sus anteriores álbumes (¿quién no se ha movido al ritmo de We are on Fire de su anterior trabajo?) . Éstos muchachos han sabido nutrirse de varios estilos en uno teniendo en cuenta sus trabajos en otras bandas como Elvenking desde la cual, Dave (vocalista), aporta ideas folk/ power metal y Andy (bajista) proveniente del grupo Secret Sphere contribuye también a ello. Las aportaciones más clásicas provienen de Picco (guitarrista) pues ha trabajado en bandas tributo a Iron Maiden y Toto. Una vez explicado el curriculum vitae, procedemos al “despiece”.
El disco empieza con We´ll never leave the castle introducido por una guitarra acústica que luego da paso a más cañita. Digamos que ésto sería lo que los italianos llaman la “antipasti” y que para nosotros sería el aperitivo. Si bien no deja de ser un entrante con un estribillo un poco repetitivo y que a mi parecer se queda flojillo en su conjunto, afortunadamente éste aperitivo no es del todo representativo de lo que vamos a ir escuchando, que va a ir mejorando según vayamos oyendo.
Los espaguetis bolognesa como uno de los platos fuertes y con un toque H.E.A.T llega con Worst Case Scenario comenzando con el estribillo coreado y sólo acompañado por una batería; técnica muy utilizada por muchas bandas para abrir boca. Muy movida y pegadiza. También con alguna pincelada de los suecos citados estaría Last of an Undying Kind.
Como comodín (por el nombre de la canción) tenemos Joker, tema con buena masa de hojaldre y rellena de varios ingredientes: estribillo pegadizo, bajo sobresaliente e incluso sonidos de órgano hammond.
Here today, Gone tomorrow tiene un toque rock más gamberrete y “guarrete” que podría acercarse a algún tema como Kickstart my Heart de los conocidos Mötley Crüe con una batería rápida y constante a lo largo del tema aunque alternando alguna estrofa más tranquila para coger aire. Probablemente los “penne all’arrabbiata” por aquello de que aquí ponen ese puntito picante al plato.
Curiosa es Nostalgia pues empieza con un teclado muy ochentero y aeróbico propio de un maillot de Eva Nasarre a lo más AOR para luego introducir algunos matices que podrían hacer de la canción perfectamente una composición hecha por Tobias Sammet e incluída en un disco de Avantasia sobre todo por el estribillo, los coros y tonos sostenidos, ésto último es algo que también ocurre en Tokyo Lights, una canción dedicada a la capital nipona que podría encajar como la colaboración de los italianos en un disco del archiconocido alemán mencionado. Así que con estos cambios, éstas podría ser la lasagna del disco alternando capas de estilos y ritmos diferentes.
El único postre del disco viene casi a mitad de disco con Lullaby for an Angel. Un tiramisú encabezado con guitarra acústica típica de cualquier banda noventera de hard rock con unos gramitos (de azúcar) y solo de guitarra con rasgos norteamericanos.
En forma de pepperoni nos llega Mr. Grouch con una batería con mucha rabia y mucho ritmo además de unas guitarras también con mala leche que podría acercarse a temitas de Skid Row de aquellos de antes.
Me sorprende los cambios de registro en la voz del cantante en No Room in Hell que lo mismo parece Dave Mustaine (Megadeth), James Hetfield (Metallica) o Vince Neil (Mötley Crüe), así que aquí hay para todos, podéis elegir el relleno de los tortellini a vuestro gusto.
Para rematar el disco añadimos el toque mágico con un poquito de orégano con Lucifer´s Magic , con unas guitarras muy heavy metal al más puro estilo clásico aunque alternando también mucho tono sostenido típico “avantásico”.
El objetivo de ésta banda, dicho por ellos mismos, es tocar y mezclar algunos de sus estilos favoritos entre los que se encontrarían algunos de los citados a lo largo de la reseña. Como podéis ver y podréis escuchar, lo han conseguido, han logrado fusionar varios estilos, pistas en las que mezclan algunas características propias del power metal, con otras más “hard rockeras”, toques clásicos e incluso pinceladas más cercanas al AOR. Desde luego que éstos chavales rompen los moldes del hard rock melódico(incluso rompen algunos parámetros establecidos por el sello Frontiers) para convertirse en un rock más festivo, más madurado respecto a discos anteriores y que con esa frescura que les caracteriza probablemente llegarán a ser (si no lo son ya) uno de los grandes referentes europeos dentro del hard rock.
RATE/NOTA: 8/10
Laura Grosskopf (The Lux Team)