FIND ME – Dark angel (2015)

Me parece necesario poner el antecedente acerca del primer disco que Find Me editaron en 2013 y volver a recordar que aquel trabajo titulado “Wings of Love” fue uno de los lanzamientos más aclamados del AOR de los últimos años. Incluía temas tan inmensos y avasalladores como “Road to Nowhere”, “Another World” ó “Dancing To A Broken Heartbeat”. Sin lugar a ninguna duda ese lanzamiento quedó en la memoria de los más puristas amantes del AOR con mayúsculas.

En aquel momento Find Me fue denominado por la gran mayoría como “un proyecto” al incluir en sus filas, y como acompañantes de los principales compositores,  a varios músicos cambiantes y partícipes de otros varios “proyectos o grupos”. Los ilustrados Robbie LaBlanc (Blanc Faces) y Daniel Flores (The Murder of My Sweet) eran el alma de aquel proyecto que se nutría de composiciones y colaboraciones de otros amigos como Sören Kronqvist (Sunstorm), Alessandro Del Vecchio (…..), Erik Martensson (…..), Issa y los hermanos Martin (Vega).

Dos años después Robbie LaBlanc y Daniel Flores se sitúan otra vez al frente de Find Me y para este nuevo disco “Dark Angel” cuentan de nuevo con del teclas Sören Kronqvist e incorporan a Philip Lindstrand para el manejo de las seis cuerdas. Será este próximo 4 de Diciembre cuando el compacto vea la luz en las tiendas y lo hará de nuevo auspiciado por el presidente y jefazo del sello italiano Frontiers, Serafino Perugino.

Este nuevo trabajo se compone de doce canciones que son en su gran mayoría de un altísimo nivel y que plasman de forma muy directa y definida cómo entienden lo que es el AOR más puro y puesto al día. Todas las canciones llevan por delante una detallista elaboración de las voces como principal elemento para transmitir el mensaje. Luego, y al igual que ya hiciesen en el primer disco “Wings of Love”, el aporte de los teclados se presenta invasor y definitorio para el sonido Find Me. No cabe más que decir que el peso específico de Sören Kronqvist en este grupo es muy importante y que su aportación es fundamental. En cuanto al papel que juegan las guitarras de Philip Lindstrand (también toca el bajo) debo señalar que son discretas en cuanto a volumen y protagonismo. No hay momentos para que su presencia arrolle al oído, ya que como he dicho, es el teclado el que inunda las canciones. Esto no es malo, pero hace que el sonido de Find Me quede más dulcificado y suave. A la postre entiendo que éste es el resultado que han buscado a la hora de llevar a cabo la producción. Para mi gusto, un poco más de intensidad y altura en el sonido de guitarra podría haber hecho de éste el equivalente a lo que fue The Magnificient en 2011.

La primera canción es “Nowhere to hide” y lleva el sello clásico de Robbie LaBlanc a más no poder. Es el saludo que el grupo ha utilizado como single y adelanto en los medios. Muchos compositores habrán soñado bastantes veces con poder gestar una canción así en su vida, y es que estos cerebros de Find lo tienen claro, parece que la llevasen dosificada en vena para de vez en cuando hacer una donación para nuestros oídos. “Let in love” sigue con la fórmula del grupo cuando éstos se decantan por las canciones rápidas y movidas, haciendo que suene álgida y rotunda. Tras esta presentación en torrente, llega el momento de “Forever” que presume del sonido del piano para acariciar la voz de Robbie LaBlanc, que llena de rever y eco parece estar en otro mundo y en otra fase. Estamos frente a la balada AOR clásica donde un músico tras otro, y en un orden bien estructurado y marcado, demuestra su sensibilidad. Buen solo de guitarra el que Philip Lindstrand se trabaja, sí señor.

Llega el momento de recobrar el conocimiento y de activar el cerebro y para ello está “Another Day” que es para mi gusto la mejor canción del disco, y donde participa en una estrofa Angelica Rylin (recomiendo el disco que sacó el año pasado titulado “Thrive”). Con un estribillo de matrícula de honor es la prueba fehaciente de que el método para componer y después cantarlo hace de ellos unos fuera de serie.

Sigo oyendo y la atmosfera que se va creando al oír el disco es cautivadora. Acabo de decir que “Another Day” es la mejor y llega “Dark Angel” que hace acrecentar el nivel del disco. Sencilla a más no poder está preparada únicamente con el fin de llegar al estribillo y subir la nota en la escala de composición y también en la de valoración. Pedazo canción que te maravillará con el coro diseñado por estos monstruos del AOR.

Al oír la siguiente corte “Bleed in the rain” pensarás ”esta canción la oído antes” y es que es un cliché a medio tiempo muy utilizado por los músicos del melódico. Creo que te llegará el rico olor de Asia y de cómo éstos sembraron la semilla y marcaron el punto de partida para muchos de los artistas que ahora disfrutamos. La influencia de aquellas voces que Howe, Wetton y Downes inventaron para su disco de debut en 1982 está aquí muy evidenciada. Aquellos maravillosos años en los cuales los grandes evolucionaron y sentaron las bases de todo esto….

Seguimos con “Face to face” que es continuación del anterior, que gasta de y tira de los mismos recursos y que traza unas voces sencillamente perfectas. La presencia de las teclas y sintetizadores hace que la canción se vista de gala en este ecuador del disco. La nota que voy marcando en mi cabeza es ya de sobresaliente y la entrada de “Where do I go” consigue transportarme por lo musical hasta los Asia y por el título (solamente) al recuerdo del tema de Strangeways en su disco Native Sons.

Sin alejarse ni un ápice de su línea suena otro bombazo de canción. “Midnight memories” es cantada a doble voz desde su comienzo y consigue mantener la tónica general del disco. Fantástica la melodía de guitarra que sirve de sintonía de apoyo en varios momentos de la canción. Un poco de relax con la baladita “Don’t slip away” y continuamos con “Did you fell any love” que levanta de nuevo el espíritu y el ánimo con ese dinamismo tan bien llevado por el grupo. Para el final han dejado un tema que se distancia bastante del resto de canciones y entra mucho más en el Wescoast. Así este “I’m free” suena ochentero y hasta casi discotequero, con lo que para mi gusto se queda en el tema más flojo del disco.

Como idea final de todo el conjunto del disco es que es fantástico y que si hay un pero que se le puede poner es que las guitarras estén un poco bajas. Aun así estoy convencido que estamos ante uno de los discos del año en el AOR / Rock Melódico, y pronostico que lo veremos entre los tres mejores en muchas de las listas.

 Luis Maria Catediano