Hay grupos que son especiales. Igual no para todos. EVERGREY lo es para mí. Les descubrí en 2009 en el Festival Masters of Rock Zlin, cuando vivía en la Rep. Checa, en un festival que disfruté mucho, pues a pesar de ir sin amigos los 4 días, nunca me sentí solo y pude dedicar todas mis energías a disfrutar de la música. Descubrí muchos grupos, entre ellos a EVERGREY.
Desde el 2014, cuando editaron el fantástico “Hymns for the broken”, ya con la actual formación, han ido subiendo peldaños en mi “Rock N Roll Hall of Fame” personal. Y fue en 2019, con la edición del genial “The Atlantic” y con el conciertazo que vi con mis inseparables Merce, Raúl, Isma, Oscar y Mike, en la Totem de Pamplona, cuando se han colado en mi Olimpo Musical y amenazan con ya no salir. Su mezcla de potencia, melodía, contundencia, melancolía, oscuridad, tristeza… se convierte en alimento para mis oídos y mi alma. A cada uno nos toca la patata un tipo de música. A mi EVERGREY me pone la carne de gallina.
Si bien es cierto que tienen un estilo muy determinado y no arriesgan demasiado en cambiarlo, también lo es que las canciones siguen manteniendo la suficiente complejidad, las suficientes subidas (“Escape of the Phoenix”) y bajadas (“You from you”), y sobre todo la misma brillantez de sus últimos lanzamientos. 12 Discos de estudio en 23 años, ahí es nada. Pero EVERGREY no son solo esos riffs potentes, esos teclados decorando los temas, esa base rítmica retumbando cual tormenta y esa voz mágica de Tom Englund. EVERGREY son sobre todo la profundidad de sus letras. Cuidado si te cogen en un momento flojo en tu vida, que te llevarán aún más al abismo.
Como en todas las grandes tormentas que oscurecen los cielos, siempre hay un rayo de luz que pugna por salir y cuando sale, se disfruta más. Las letras de EVERGREY son tristes y melancólicas, pero a veces encuentras algo de luz que se intenta colar entre las rendijas:
“What it all comes down to, was that I never felt like one of you.
Light change and so did my soul, I went from broken to whole.
Still knowing that I’d always be Forever Outsider”.
(“A lo que se reduce todo, era a que nunca me sentí como uno de vosotros.
La luz cambió y también mi alma, pasé de estar roto a estar entero.
Pero aún sabiendo que siempre seré un forastero”).
Me encanta este estribillo de “Forever outsider” y cómo lo entona Tom. Pero sobre todo me encanta la canción. 100% EVERGREY. Majestuosa.
Rikard Zander demuestra versatilidad con sus teclados en todos los temas, como en “Where August mourn”, mientras Tom sigue peleando contra sus demonios:
“If I’m just aching, this can’t go on, I came from chasing dreams to feel alone.
There must be changes, miss to feel strong; I really need life to touch me.”
(“Si solo me duele, no puede continuar así; he pasado de buscar sueños a sentirme solo. Debe haber cambios, hecho de menos sentirme fuerte, realmente necesito que la vida me toque”.)
La producción del disco me parece magnífica y captura perfectamente el sonido de todos los instrumentos, dándole la importancia a cada uno cuando lo necesita. Y no hablo solo de los momentos más potentes… escuchar en unos buenos auriculares cómo caminan de la mano el piano y el bajo de Johan en la intimista “Stories”, es una auténtica delicia. Por no hablar el brillante dueto que se marca Tom con el gran James Labrie (DREAM THEATER) en “The Beholder”, intenso, épico y emocionante.
“Never felt I found my way, I feel like the inside’s my enemy.
Never felt I found my way out”.
(“Nunca sentí que encontré mi camino, siento que el interior es mi enemigo.
Nunca sentí que encontré mi salida”).
Por supuesto que los guitarristas también lucen, moviéndose suavemente entre los riffs potentes y oscuros, y las partes más tranquilas y dejándose llevar en algunos grandes solos, como por ejemplo el de Henrik en “In the absence of sun”.
“And if you never walked among shadows, or never were held in the arms of solitude.
Then you never felt how cold it is, in the absence of sun”.
(“Si nunca has caminado entre sombras, o nunca te han sujetado los brazos de la soledad. Entonces nunca has sentido que frío se está en la ausencia del sol”).
Aunque para solos, me quedo con la pequeña batalla de solos entre Tom y Henrik en “Leaden Saints” y sobre todo en la apoteósica “Eternal, nocturnal”, quizás mi favorita del disco. Aquí por fin encontramos algo de esperanza entre tanta desesperación.
“I’ll be your winds when you need a storm, your sense of hope when you fall.
I’ll be your reasons to all and I’ll be there when your time will come”.
(“Seré tus vientos cuando necesites una tormenta, tu sentimiento de esperanza cuando estás cayendo. Seré tus razones para todo y estaré ahí cuando te llegue la hora”).
Si alguno estáis con mal de amores, os veréis quizás representados en “You from you”. Escuchad el tema y buscad las letras por internet, para notar como con cada estrofa las lágrimas saltan de vuestros ojos y sentid como el solo de Tom es tan intenso, que os desgarra el alma. Qué maravilla de tema. Pura emoción.
EVERGREY actualmente representa para mí la perfección en el metal, la balanza perfecta entre contundencia y melodía, con toneladas de oscuridad y melancolía en todos los temas. “Escape of the Phoenix” sigue marcando el camino para el resto de bandas que buscan ese tipo de sonidos. Imbatible.
Palabra de Metalson
RATE/NOTA: 9,5/10
Iñigo Metalson (The Lux Team)
Tom S. Englund: voces y guitarra
Jonas Ekdahl: batería
Henrik Danhage: guitarra
Johan Niemann: bajo
Rikard Zander: teclados