CRÓNICA: H.E.A.T. + Crazy Lixx + The Gloria Story

Que Suecia lleva la delantera en cuanto a las nuevas bandas que mantienen el rock vivo es algo que todos sabemos a estas alturas. El concierto de ayer en el Kulturbolaget de Malmö es, simplemente, una muestra clara de ello: tres jóvenes agrupaciones, H.E.AT., CRAZY LIXX y THE GLORIA STORY, compartiendo una noche sueca ante unas 400 personas entregadísimas.
Puntuales como parece ser costumbre, a las 19:30 arrancaban The Gloria Story, esos rockeros setenteros más volcados en la diversión que en el virtuosismo, con un show dirigido al puro entretenimiento, tocando durante media hora a piñón fijo temas de sus dos trabajos publicados (un LP y un EP) y algunas nuevas canciones que habrán de estar en su nuevo disco. Dejando de lado su lado más «thin lizzy» y tirando más hacia el punk rock que empiezan a practicar con asiduidad, el concierto fue más de quintas que de solos y guitarras dobladas.
A pesar de la entrega de la banda, que no paró ni un momento, un cachondísimo cantante/guitarrista que lo dio todo y que animó a las primeras filas fabulosamente, lo cierto es que su música no caló y salvo para los que conocíamos sus canciones, éstas no resultaron lo llamativas que podrían haber sido de haber contado con un mejor sonido y una puesta en escena un poco menos caótica.

Crazy Lixx arrastraron los mismos errores en el sonido, siendo en general nítido pero dejando la voz del cantante tan, tan atrás que parecía que no estaba sobre el escenario, y una saturación en las guitarras que parecía todo pasado por una tostadora. La entrega, eso sí, total, con guiños al Cum on feel the noize y a We’re not gonna take it y temas de sus dos álbumes, sobre todo de su nuevo “Riot Avenue”, que venían presentando. Mucha actitud, mucho sleazy, mucho ruido, pero con unas tablas muy bien asentadas que hicieron que disfrutáramos de un concierto en general notable para seguir manteniendo caliente el ambiente.

El gran momento de la noche llegó pasadas las 21:30, cuando H.e.a.t. irrumpió en el escenario al grito de “Breaking the Silence”. Desde ese momento, tema tras tema, casi sin parar y con una energía torrencial fueron cayendo canciones de hoy (de su último disco, “Address the Nation”) y de ayer (sobre todo de su álbum “Freedom Rock”). Erik Grönwall, el nuevo vocalista, es una máquina de entretenimiento con una voz mucho más espectacular de lo que en principio parece, tan poca cosa, tan excéntrico él. No dejó de moverse ni un solo momento, con unos pasos y unas poses tan peculiares como magnéticas. Imposible dejar de mirarlo. La banda al completo sonó compacta y nítida hasta el límite, con un rodaje que se nota con los años. Hubo tiempo para pequeños solos de guitarra y batería, dos temas acústicos que Erik se marcó en solitario, y el tema “In and Out of Trouble”, también conocido como “el tema del saxo”, donde sacaron a un saxofonista que llevan consigo en esta pequeña gira.

Como curiosidad…hacia la mitad del concierto, y mientras sonaba “Falling Down”, la alarma de incendios sonó y el sonido se cortó. Había un incendio y el humo empezaba a aparecer. La gente salió con una pasmosa tranquilidad y todos esperamos fuera durante 10 ó 15 minutos hasta que pudimos volver a entrar, con la banda enchufándose al mismo tiempo y retomando la canción tal cual donde la habían dejado, como si nada se hubiese enfriado ahí. Profesionalidad. Y civismo, también, el de un público mayoritariamente femenino y de todas las edades. Rock orientado a adultos que engancha a más de una y dos generaciones.

Julen Figueras

THE GLORIA STORY

CRAZY LIXX

H.E.A.T.