Vaqueros rotos, botas de cowboy, pelo largo y maquillaje.De ésta guisa se autodefine ésta nueva banda de hard rock. Collateral se llaman y llegan desde Inglaterra con corta edad, unos cuantos años de trabajo y esfuerzo a sus espaldas, pero, sobre todo, con ganas de deleitar a los oyentes con un rock duro diseñado con mucha libertad. Angelo Tristan al micro, Todd Winger a la guitarra, Jack Bentley Smith al bajo y Ben Atkinson debutan con su primer disco lleno no sólo de influencias anglosajonas con las que seguramente han crecido, sino con más matices internacionales que iremos desglosando en este nuevo viaje. ¿Me acompañas? ¡Vámonos al parque de atracciones!
Y es que como si de un parque de atracciones se tratara, éstos chicos de Collateral nos hacen atravesar la puerta llena de bombillitas para ir comprando tickets e ir disfrutando de diferentes viajes, llenos de emociones, unas más duras, unas más suaves y otras que cada uno busque su denominación.
Sin tapujos y sin vaselina, damos la primera vuelta en el “saltamontes”, “ranita loca” para otros, “pulpo” en los ´80…, para ellos llamado Mr. Big Shot. Agarraos fuerte, que vamos pa´arriba y pa´abajo, primero para delante y luego un ratito para atrás. No da tiempo ni a respirar, marchita, rock duro, sí, sí, sí, una pizca hasta de erotismo en el ritmo, un bridge expectante con voces sostenidas que dan paso al estribillo pegadizo. Melodía sensual principalmente conseguida por ese bajo marcado. Empieza igual que acaba, sin introducciones, sin avisos: van al grano y consiguen dejar con ganas de seguir escuchando.
Nos vamos ahora a la “casa del terror” con Promised Land. No os asustéis, que os explico. A diferencia de la anterior, aquí sí hay introducción encabezada por la batería que marca la espera y el suspense sólo acompañada tímidamente de la guitarra y una voz casi dialogante que se convierte en progresiva en todos los aspectos, el cariz de la canción se observa en una melodía más oscura, así como su voz también más rasgada. Éste tipo de “oscuridad” sólo será audible aquí, espero que no hayáis pasado mucho miedo, sólo se trata de un poco más de dureza y guitarras más rabiosas con una batería más cabreadilla.
Toca subir al tiovivo o como se dice en inglés dando título a la siguiente pista Merry Go Round y como si de un carrousel se tratara, nos ponemos a dar vueltas con un poquito más de monotonía y serenidad. La influencia country y americanización queda constatada sobre todo con su manera de comenzar a lo más puro Blaze of Glory o Wanted Dead or Alive de Bon Jovi, aunque según va transcurriendo la canción, va quedando este estilo por debajo sin llamar mucho la atención, con bastante sutileza diría yo.
Damos paso al momento romántico-emocionante al montarnos en la noria. Parejita abrazadita, mariposas en el estómago y “love is in the air”: In it For Love. Un Hard Rock con un toque más melódico incluso pudiéndose comparar con algún toque H.E.A.T , banda que de manera importante han influenciado a éstos Collateral quedando patente en uno de sus videoclips donde uno de los miembros aparece con la camiseta de la banda sueca y además, han confesado también en alguna ocasión el gusto por el grupo. No puedo negar lo mucho que me ha encantado esta canción, me parece hecha con mucho gusto denotando romanticismo a la vez que melodía y enganche rítmico, hecha también con inteligencia al tener una serie de giros, de cambios de velocidad en ella muy sorprendentes e inesperados. A mitad de pista se da una ralentización totalmente imprevisible, doy mi enhorabuena por este elemento sorpresivo que rompe el esquema habitual de la mayoría de composiciones. Aquí lo han bordado y es que…. había que hacerlo, ¿no?… al fin y al cabo había que impresionar para conseguir el ansiado beso en lo alto de la noria….(nos quedaremos sin saber si lo hubo finalmente, jejeje).
Movemos a la juventud al área infantil del parque de atracciones, pero no para jugar, sino para dejar de hacerlo y dejarlo claro. Lullaby. Más rudo, durito, justo todo lo contrario a lo que su nombre significa “nana, canción de cuna”. Por si no nos hemos dado cuenta, nos quieren transmitir un mensaje, éstos de Collateral ya han madurado, se nos han caído del árbol y se quieren dejar de tonterías, no están para cuentos y para ello nos lo cantan con una batería, guitarritas marcadas y voces coreando.
Cambiamos de tercio con Midnight Queen. Es el turno para el toro mecánico. Según empieza no puedo parar de imaginarme un gorro de cowboy, una lonja de madera llena de vigas en el techo y unas botas con tacón cubano haciendo de las suyas en la pista de baile. Sí, nos llega el western de nuevo, ahora más feliciano, con guitarras más noventeras, silbidos incluidos y un ritmo imparable de cabo a rabo. A ver quién aguanta los embistes del toro cuerda en mano, que seguro que esto no se lo esperaba nadie…., pero no os dejéis engañar, una vez más es una fusión muy bien acoplada del estilo country combinado con el rock dejando entre ver características de los dos estilos y que, me atrevo a decir me recuerda un poco a aquello que hicieron Metallica con su Whiskey in the Jar aunque con componentes distintos.
Hora de descansar un poco. A comprar algodón de azúcar al puesto más cercano con nombre Get Back to You. Baladita indispensable del disco donde los largos solos de guitarra, los teclados y la voz taimada ponen la cantidad necesaria de glucosa para que se convierta en el momento más amoroso del viaje.
Hard Rock melódico en la montaña rusa de Won´t stop me dreaming. Cogemos un poco de velocidad de nuevo, dejando poco espacio al aire con esa guitarra imparable que se desmarca con algún solo para demostrar su gran dominio del instrumento, además de un bajo que se empeña en llevar mucha voz cantante aunque intente jugar a pasar desapercibido. Nos bajamos del cacharro con la última bajada de vía con los pelos todo enredados y en seco.
Y para acabar la visita nos vamos al “saloon” del parque para hidratarnos con un vaso de whisky sin hielos para escuchar About this Boy. Curiosa manera de poner fin al álbum con, una vez más, otra de vaqueros tocando guitarras acústicas quitándose el sombrero para saludar mientras nos dan las gracias por la escucha incluso incluyendo risas y voces en off.
Yo también me quito el sombrero con éstos jovencitos británicos que han demostrado no tener ningún tipo de miedo a hacer la música que realmente les gusta y que quieren que escuchemos, alejándose de productoras que les digan cómo tienen que sonar. Música con estilo libre, amalgama de sonidos con toques ingleses, americanos, country con mucha seña de identidad, heterogeneidad al poder sin temores. Con tanta personalidad y con un público que sepa apreciarlo, vaticino un buen futuro a éstos chavales.
RATE/NOTA: 7,5/10
Laura Grosskopf (The Lux Team)