BON VIVANT – Crónica Madrid 2019

BON VIVANT + Erik Cruz / Javier Oliva
Sala Nazca, Madrid, 2 noviembre 2019
Crónica y fotos: Daniel Arriero

A las 20:00 horas las puertas de la sala Nazca de Madrid se abrieron para darnos la bienvenida a una noche especial. Una noche esperada desde hacía ya demasiado tiempo para los seguidores de la banda Bon Vivant que, tras varios años, presentaban su recién estrenado nuevo disco “Cuentos y Retratos”.

Pero mientras que entraba el público, había que ir caldeando el ambiente. ¿Y qué mejor forma que con un par de grandes artistas sobre el escenario? Con un repertorio basado en grandes clásicos del rock, el vocalista Erik Cruz y el guitarrista Javier Oliva, durante poco más de media hora, interpretaron de forma magistral canciones de diferentes estilos como “Fire and Ice” de Poison, “Ordinary World” de Duran Duran o los archiconocidos éxitos de Bon Jovi “Living on a Prayer” y “Blade of Glory”. Como el mismo Erik Cruz comentó a la hora de presentarlo, el siguiente tema iba a cambiar bastante de estilo derivando hacia el progresivo de Queensryche con “Silent Lucidity”, antes de dar buena cuenta de “Thinking Out Loud” de Ed Sheeran y “You Oughta Know” de Alanis Morissette. Aquello tenía que finalizar siendo una fiesta antes de dar entrada al plato principal y qué mejor manera que el clásicazo de Kiss “Rock and roll all nite”. Espectacular voz la de Erik Cruz, perfectamente acompañado de Javier Oliva, que me dejaron con ganas de más.

Tras unos diez minutos de descanso la banda Bon Vivant salió perfectamente engranada, si se me permite la metáfora, desde el primer momento. Cómo me gusta ver a los músicos disfrutar tanto o más que su público.

“Tormenta a casa” fue la escogida para dar la bienvenida a una fabulosa noche de música. Este tema de su más reciente obra discográfica fue el punto de partida perfecto.

También del disco objeto de presentación “Sin Límite” y de su primer larga duración “Poquito a Poco” continuaron de la mejor forma posible. La banda lo estaba dando todo y qué mejor forma que “Darlo Todo” para dejarlo bien claro.

Continuaron con “Invencible” y “Soy” con una dedicatoria a Joaquín Padilla que estaba invitado para cantarla y no pudo asistir, tal y como nos informó Charly, por causa mayor.

“El Tiempo Robado” y “Pido Perdón” fueron antesala a una de las solicitadas por la audiencia allí presente “Hacia Rutas Salvajes” que, como era de esperar, fue una de las que mejor recibimiento tuvo.

Quizá el único pero que se le puede achacar al concierto fueron los comentarios de parte del público. Comentarios no malintencionados y que eran simple prueba de que se estaba viviendo una gran velada, pero que sí le quitaron parte de la seriedad que había sobre el escenario y que la banda supo sobrellevar perfectamente.

Una magnífica interpretación de “A la deriva”, que gana muchísimo en directo, como sucede con varios temas de su último disco, dio paso a la presentación de Erik Cruz que volvió a subir al escenario para interpretar “Un poco de ti” junto a la banda, de nuevo de forma impecable.

Uno de los temas más queridos y que no podían faltar es “Calíope”, que fue de las más coreadas, y que precedió a uno de los momentos más especiales de la noche. Con especial cariño fue presentado por parte de Charly, Carlos Escobedo, que hizo acto de presencia para, precedido también de unas amables palabras a la banda, interpretar de forma excepcional “Gritarle al Mar”, tal y como sucede en el disco objeto de presentación. Formidable.

Con “El son de sus alas” la banda salió del escenario durante unos breves instantes para regresar a realizar los solicitados y deseados bises. El concierto estaba en su momento más álgido y no podía terminar todavía.

El primero de estos bises fue la preciosa balada “Sueña”, que contó con la colaboración del chelista Carlos Clerencia, dotando de una atmósfera mágica la ejecución del mismo.

Por supuesto, no podían faltar dos de los temas más importantes de la banda como son “No hay estribillos en Madrid”, de su primer EP “Poquito a Poco” y “Felicidad”, con violín incluido por parte de Charly, que fueron coreados por el público como si el concierto apenas hubiera comenzado. Aquello era una fiesta.

Pero todo tiene un final y “Cuentos y retratos” fue la escogida para terminar, ahora ya sí, con un concierto que mantuvo al público entregado durante aproximadamente hora y media, sin altibajos, con una banda que se divirtió tanto o más sobre las tablas.

Cuando un concierto se pasa volando, cuando una banda se entrega, cuando ves que los músicos están felices y que el público está realmente satisfecho, es que aquello está funcionando. Bon Vivant presentaron su más reciente trabajo discográfico “Cuentos y Retratos” en Madrid el pasado día 2 de noviembre y, sinceramente, puedo decir que su directo me gustó y mucho. Enhorabuena.

Daniel Arriero