THE VINTAGE CARAVAN – VOYAGE (2014, Nuclear Blast)

Quizá porque el fan de hard rock setentero es previsible, uno sabe, desde el primer segundo, desde ese primer riff doblado con guitarras y bajo, que “Voyage” va a ser un disco de los buenos.

Caña buena envuelta en sonido vintage (por qué no usar la misma palabra que ellos se han puesto de nombre) a la que es difícil resistirse, nueve temas tan variados como influencias manejan estos chavales. Aquí hay de todo, están los orígenes y evolución de lo que más nos apasiona, espontaneidad y elaboración, serenidad y psicodelia, viajes intersensoriales (el vídeo os dará una pista) y polvo terrenal.

Que nadie se equivoque. No es un disco a-lo-sabbath, con cuatro riffs y algunos solos. Con la saturación de bandas que tenemos hoy en día, uno de ésos no pasaría ni la primera criba. En el nuevo milenio, los discos que suenan a los setenta pueden ser copias (casi siempre malas) de tiempos pasados, un mejunje de estilos indescifrable, o la sabia absorción de todos los sonidos que impregnaron una época, como si se hubiese sido parte de ella. No cabe duda de que The Vintage Caravan son de estos últimos. Como si hubiesen compartido motel con los mejores, en «Voyage» encontramos a Hendrix en “Expand Your Mind”, a Black Sabbath en la sobresaliente «Midnight Meditation», y mucho rock and roll en “Cocaine Sally”. Y también Led Zeppelin, claro, pero también Mountain, o BTO, o una lista interminable de aquellas bandas que no volverán, pero que aún pueden encontrar sucesión.

Quizá escuchando el primer par de temas que nos sirve este trío islandés, parecería que sabremos por dónde irán los tiros. Y aunque nada termina de salirse de lo que más o menos podemos esperar de un lanzamiento como éste, encontraremos algunas joyitas escondidas como el medio tiempo «Do You Remember», la depresiva «Winterland», o ese viaje final de doce minutos llamado «King’s Voyage».

Aunque en esto de la música nunca se sabe (y a estas alturas ni siquiera morir ahogado en su propio vómito garantiza el éxito), The Vintage Caravan podrían ser el nuevo pelotazo hardrockero del año, todo un descubrimiento que no ha hecho más que empezar: estos tipos apenas empiezan a tener barba, puede que no les dejasen entrar las salas de Madrid, definitivamente no les venderían alcohol en los EE.UU., y sin embargo rockean con una calidad que sonrojaría a más de un veterano.

Julen Figueras