Y&T – Crónica (12/10/2014)

Y&T
Sala López, Zaragoza, 12 Octubre 2014
Texto y fotos: Luis M Catediano

Dave Meniketti es uno de esos músicos que merecen el mayor de los respetos por parte de los amantes de Hard Rock. En mi caso debo decir que ese respeto hacia el músico y la persona se torna en una gran admiración al ser muchísimos los años que llevo siguiendo su elegante carrera.

Lo de ayer en la Sala López de Zaragoza era una cita obligada. Hablamos de una gira que celebra los 40 años de la banda. Era saber que el genio californiano iba a estar con su vieja Gibson Les Paul en una sala donde la proximidad con él sería máxima y que, por lo tanto, toda la magia de su saber hacer tocaría la mente y el corazón de los que allí estuviésemos presentes.

Después de leer acerca de los conciertos en Madrid, Bilbao y Calella, y tras conocer que el grupo estaba haciendo shows de más de dos horas de duración con críticas excelentes, llegaba el turno para que Y&T aterrizasen en la capital del Ebro en el día más grande para todos los que vivimos aquí. Sí señor, la ciudad de Zaragoza iba a tener en sus Fiestas del Pilar un concierto como Dios manda.

 

La banda es la ya habitual desde que en 2010, Phil Kennemore, bajista y cofundador de la banda, se viese forzado a abandonar el grupo debido a un cáncer de pulmón que a la postre fue el causante de su muerte un año más tarde. En ese momento Brad Lang se unió al grupo y desde entonces se ha convertido en uno más. John Nymann en la guitarra y Mike Vanderhule en la batería continúan de manera estable y soberbia en el grupo.

Me meto en materia de lo que fueron las dos horas de concierto de los americanos Y&T.

El grupo salió al pequeño escenario de la Sala López con un público predispuesto al disfrute. Serenos y sabedores de los que juegan con el viento de cara, se plantaron frente a los 200 espectadores allí presentes para desgranar un show lleno de matices, sensibilidad y buena música.
Comenzaron a sonar los acordes iniciales de la noche de la mano de Black Tiger, que pausadamente y de forma contundente daba el arranque a una sesión de Hard Rock y Blues de categoría, algo que solamente está al alcance de músicos del prestigio de Meniketti y los suyos.

 

Le siguió Lonely Side of Town con los ya clásicos fraseos y solos de guitarra. Dos canciones de 1982 y 1983 que siguen tan vigentes hoy en día como lo fueron entonces. A modo de buen Hard Rock siguieron con LA Rocks que nos llevó hasta aquel gran disco de 1987 titulado Contagious.

Otro clásico que sonó fue el Lipstick and Leather que allá por 1984 sirvió de single y videoclip de su disco In Rock We Trust. En este momento los presentes estábamos ya totalmente rendidos al punto más comercial de los americanos, que como grandes artistas que son saben lo que hace falta después de un subidón así. Don’t be Afraid of the Dark fue el recurso que se sacaron de la chistera para relajar un poco la situación. Una canción donde Dave Meniketti canta y saca solos y solos de guitarra de un altísimo nivel, que bajo mi punto de vista los situaría a la par del tristemente desaparecido Gary Moore de la época del Victims of The Future o Wild Frontiers.

 

Con Mean Streak llegó la locura. Vaya forma de derrochar fuerza y riffs en un tema que volvía a llevarnos 31 atrás. De la misma forma ocurrió con Midnight in Tokyo que enloqueció sobremanera a todos los asistentes. Ojo que hablamos de temas de 1983 cuando los californianos editaron este disco y de verdaderos e inolvidables hits clásicos.

A estas alturas de la noche estábamos en el ecuador del concierto y con los ojos puestos en la figura de un tipo que a sus 60 años estaba dando una lección de clase, entrega y profesionalidad de primer nivel.

Si hasta aquí el sonido había acompañado, fue a partir de este momento cuando éste se emborronó un poco, lo que hizo que Meniketti estuviese un algo incómodo al no oírse bien en los monitores. Esta situación no hizo que mermase su entusiasmo y buen hacer. El continuó comandando al grupo con las ideas muy claras.

Otros temas como Cold Day in Hell, Winds of Change (cantado por todos) y el gran I’m Coming Home, nos llevaron de la mano hasta el único I’ll Cry. Quiero incidir en la categoría de guitarrista que tuvimos ayer enfrente encima del escenario. La manera en la que su guitarra suena y brilla está solamente al alcance de quien siente el blues muy muy dentro. Hubo momentos en esta canción que parecía que Gary Moore estaba presente entre nosotros, y lo hago quizá por enfatizar en la persona del irlandés el sentimiento blues más reciente y rockero que hemos tenido en la última década, no por otra cosa, ya que para mí Dave Meniketti no tiene nada que envidiar a nadie.

A este corto blues le siguió Rescue Me (1981), otro tema que hizo que a más de uno se le pusiesen los pelos como escarpias. Tocaron Contagious que fue muy acelerada y excesivamente dirtorsionada, lo que hizo que fuese la canción que peor sonó en el concierto.

 

I want Your Money y la fiestera Summertime Girls nos llevaron hacia un final que llegó de la mano de I Believe in You. Otro clásico para lucimiento de un gran Meniketti que encontraba notas donde ya no había trastes. Fue increíble presenciar cómo, tanto la Gibson Les Paul como la Fender Stratocaster hablaban con brillantez cuando él cerraba los ojos para forzar sus melodías en los maravillosos solos.

Para el bis y final de concierto dejaron, como no podía ser de otro modo, su himno Forever, que fue el broche final a una gran noche.

 

Una conclusión muy particular es que mientras tengamos a tipos como Dave Meniketti encima de los escenarios podremos estar tranquilos diciendo lo que él proclamó en 1984 cuando editaron aquel In Rock We Trust.

Lus Maria Catediano – KT