¡AVISO IMPORTANTE A LOS LECTORES!
La critica me ha quedado larga. Muy larga. El disco lo merece. Si no quieres aburrirte leyendo mis disertaciones vete directamente al resumen final. O mejor aún, vete corriendo a la tienda de discos (o a Ebay, Amazon, o donde quiera que compres tus discos) y hazte con esta obra de arte. No te arrepentirás. Mi valoración personal: excelente, brillante, extraordinario, sublime, espléndido, portentoso….
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Corría el año 1998 cuando leí en alguna revista de la época (seguramente una Metal Hammer, o quizás una Heavy Rock) que una banda británica llamada Threshold, por entonces completamente desconocida para mi, iba a telonear la gira europea de Dream Theater, que andaban en esa época presentando en directo su Falling Into Infinity de 1997. Sin saber muy bien lo que buscaba, miré en los catálogos de venta por correo que tenía por casa hasta que encontré uno (seguramente Rock Shop) que anunciaban un disco de la banda llamado Clone recién publicado. Me tire de cabeza a la piscina sin haber escuchado una sola nota de la banda (eran otros tiempos). Así es como descubrí a Threshold. El disco me gustó tanto que en poco tiempo me hice con toda su discografía anterior. Y de ahí en adelante he ido comprando puntualmente cada uno de sus discos, dvds, discos en directo, rarezas, etc.
Y así llegamos a septiembre de 2017, casi 20 años después, y me encuentro ante la difícil tesitura de escribir una crítica en muy pocos días del nuevo disco de Threshold, Legend Of The Shires. Un álbum doble, conceptual y de más de más de 80 minutos de duración ¡Ahí es nada!
Lo primero destacable es que tenemos nuevo cantante a bordo. Bueno, no exactamente nuevo. Glynn Morgan, que así se llama el vocalista en cuestión, ya grabó con la banda el disco Psychedelicatessen (uno de mis favoritos) hace la friolera de 23 años. Según comentan Richard West y Karl Groom, teclista y guitarrista respectivamente, compositores principales y únicos miembros que han participado en todos y cada uno de los once discos de la banda, Glynn era la opción lógica y la única que valoraron a la hora de sustituir a Damian Wilson, que hasta ahora había sido el vocalista de la banda durante tres etapas distintas. Recordemos que en esta última década Wilson había sustituido al carismático y tristemente fallecido en 2011 Andrew McDermott. Queda claro que Threshold no tienen suerte a la hora de retener a sus vocalistas, pero una vez escuchado este disco la verdad es que creo que el cambio ha sido para mejor. Sea como sea tampoco es un cambio drástico. Glynn Morgan posee un registro vocal bastante parecido al de Wilson aunque más completo en mi opinión. Su voz se adapta como un guante a las partes más melódicas del disco, pero además cuando el tema lo requiere su voz también se acopla perfectamente a los pasajes más «heavys». Escuchad la impresionante «Small Dark Lines» y veréis a lo que me refiero.
Otra cosa que llama la atención es que, como mencioné al principio, nos encontramos ante un álbum conceptual. La propia banda explica que no quieren avanzar demasiado sobre la historia y por tanto no seré yo quien lo haga. Simplemente diré lo que ellos han revelado ya: Legends Of The Shire relata la historia de una nación que trata de buscar su sitio en el mundo. Además contado de manera suficientemente ambigua y abierta para que el escuchante pueda aplicar ese mismo concepto a una persona cualquiera o incluso a si mismo. El resto de la historia la tendréis que descubrir vosotros mismos escuchando el disco y leyendo el libreto.
Las canciones:
Nada menos que 14 canciones, repartidas en dos cds, forman este impresionante «Legends Of The Shires». Voy a intentar hablar solo de los temas más destacados o más representativos del disco, para que la cosa no se haga demasiado larga.
Las introducciones de 1 o 2 minutos típicas de los discos de metal progresivo parecen muchas veces un peaje que hay que pagar por exigencias del genero. Generalmente carecen de sustancia y no contribuyen a nada más que a rellenar minutos (o eso me suele parecer a mi). Pero este no es el caso. Las campanas de lo que podría ser la ficticia catedral de Kingsbridge (Los Pilares De La Tierra) dan paso a una maravillosa melodía de guitarra por parte de Karl Groom, melodía que se repetirá más veces durante el disco. The Shire (Part 1) deja claro desde el principio que estamos ante un disco especial.
«Small Dark Lines» es el tema más heavy del disco, que no el único. Una de las mejores más directas que nunca han grabado Threshold y perfecta para iniciar el trabajo. Karl Groom nunca ha tenido reparos en meter riffs de guitarra cañeros en sus composiciones y aquí tenemos buena prueba de ello. Los teclados que normalmente sirven para suavizar las canciones en esta ocasión realizan la función contraria y dotan al tema de más fuerza si cabe. La voz de Glynn Morgan más un estribillo largo, muy bien construido y altamente adictivo (de estos hay unos cuantos a lo largo del disco) hacen el resto. Un impresionante solo de guitarra acaba de poner la guinda. Canción perfecta.
Más característico del sonido Threshold de estos últimos años es «The Man Who Saw Through Time». Una canción de casi 12 minutos de duración pero que en absoluto se nos va a hacer larga. Los primeros 3 minutos y pico son muy melódicos para poco a poco ir ganando en ritmo, fuerza e intensidad hasta llegar al climax sobre los 7 minutos donde una impresionante parte instrumental nos dejará con la boca abierta, y no por la excelencia y técnica de los músicos, que también, sino por las melodías que consiguen extraer de sus instrumentos Karl Groom y Richard West.
Volvemos a los riffs heavys de nuevo con «Trust The Process»; una canción que por momentos me recuerda a Dream Theater, sobre todo en las partes instrumentales ya que las voces de James LaBrie y Glynn Morgan son tan diferentes como un huevo y una castaña. Lo que sí es marca de la casa Threshold es el estribillo, con esos coros tan característicos en ellos. Aprovecho este momento para destacar el sonido de bajo que Threshold han conseguido plasmar en este disco. Entre las producciones con poco presupuesto y los sonidos comprimidos ¿Cuantos discos de metal se oyen a día de hoy donde el bajo es el gran olvidado? Pues en este disco las líneas de bajo se disfrutan tanto como puedas disfrutar de la guitarra, los teclados, la batería o la voz ¡Bien por ellos!
No tenía pensado hablar de «Stars And Satellites» pues en un principio no me pareció de las mejores canciones del disco, pero resulta que la han elegido como tercer single. Al final te pones a escucharla con más detenimiento y resulta que es un tema más tranquilo y relajado, muy del estilo del anterior disco For The Journey (2014), pero que de nuevo posee unas melodías brillantes. Y es que esta es una de las características más destacadas del disco; pese a ser un disco de Metal Progresivo con todas las de la ley, con lo que eso significa en cuanto a cambios de ritmo y canciones más bien largas y complicadas, solos extensos…. casi todos los temas tienen una o varias melodías muy pegadizas, algunas veces en los estribillos o en los puentes, otras en los solos. Se nota que este es un disco trabajadísimo y que la banda está en un estado de gracia a la hora de componer.
El segundo Cd se inicia con «The Shire (Part 2)». De nuevo volvemos a escuchar la misma melodía y parte de la misma letra con la que se abría el primer disco, pero esta vez la canción se desarrolla de manera magistral más allá de los 5 minutos.
«Snowblind» es otra de las canciones que más me han impactado en estas primeras escuchas. Con unas estrofas iniciales verdaderamente cañeras, pero también con partes muy melódicas y cambios de ritmo y dirección bastante sorpresivos. Son 7 minutos de metal progresivo en su máxima expresión.
«Lost In Translation» fue el primer tema de adelanto que pudimos escuchar allá por mediados del mes de julio. Fue escuchar esta canción y empezar a contar los días que faltaban para que el disco completo viera la luz. Temazo soberbio de más de 10 minutos de duración que es la mejor definición sonora de los que son Threshold a día de hoy. Un inicio más bien cañero que transmite cierta sensación de desesperación y urgencia, después una parte instrumental brillante, sobre los 7 minutos una parte lenta pero intensa con de nuevo unos coros y melodías excelentes, para acabar desembocando de nuevo en las mismas rimas heavys del principio y poner el colofón con un final apoteósico tanto musicalmente como en el mensaje de la letra.
En resumen:
Me atrevería a decir que estamos antes el mejor disco de Threshold, y eso es mucho decir tras una carrera tan dilatada. Son 83 minutos que se disfrutan desde el principio hasta el final. En comparación a otros discos de la banda este me parece más homogéneo en el sentido que ninguna canción sobra ni aburre. Desde siempre Threshold han facturado grandes discos con grandes canciones, pero creo que esta vez han logrado dar con un punto intermedio entre el rock/metal progresivo y el metal a secas que a mi me parece perfecto. Hay momentos muy cañeros mezclados magistralmente con momentos de melodías delicadas y preciosistas. Si lo comparamos con el anterior «For The Journey», que ya recibió críticas excelentes, creo que este es un disco más accesible. Aquel era un disco que había que masticar más. Aquí ya en la primera escucha descubrirás canciones que te obligan a pulsar la tecla de «repeat». Otra, las más progresivas y largas, como «The Man Who Saw Through Time» o «Lost In Translation», dos obras de arte del metal progresivo de nuestros días, las irás descubriendo con el paso de las escuchas. Con lo cual, cada vez que pongas el disco escucharás algo en lo que no habías reparado antes. Y así vas sumando y sumando canciones a tu lista de favoritas hasta llegar a la matrícula de honor.
El trabajo de Karl Groom con su instrumento es colosal. Sus riffs son afilados como siempre pero a la hora de los solos demuestra una maestría descomunal. Y no me refiero a meter 5 notas en un segundo como es habitual en el género, si no más bien al contrario. La manera que tiene de alargar las notas es un sello de identidad inconfundible y logra de esta manera unos solos melódicos, épicos y llenos de sentimiento que en más de una ocasión te pondrán los pelos de punta.
El resto de la banda está completamente a la altura. Desde el batería Johanne James, ganador de varios premios como mejor batería de rock progresivo, pasando por el admirable trabajo de teclados de Richard West, hasta el trabajo en el bajo de Steve Anderson que ya destaqué antes. En cuanto al cambio de vocalista, ya se sabe que para gustos están los colores, pero yo creo que nadie va a echar de menos a Damian Wilson.
Da gusto ver que unos músicos veteranos como estos, que en realidad nunca han obtenido el éxito de masas que merecerían por la calidad de su música, siguen dedicándose a su trabajo con toda el alma y son capaces de facturar un trabajo tan ambicioso y de resultado tan brillante como este. El trabajo bien hecho tiene su recompensa y estoy seguro de que las críticas y los análisis de este «Legends Of The Shires» van a ser excelentes. Mi valoración personal desde luego lo es.
La producción, supongo que a cargo de Karl Groom como de costumbre, es excelente. E incluso la portada tiene cierto aire a clásico del «prog rock» de la década de los 70/80.
Un 10 para este trabajo. Así de claro lo tengo y así de claro lo digo.
Desde el pasado viernes 8 de septiembre a la venta en formato doble digipak y doble vinilo negro o dorado.
Alberto Lozano.
https://www.facebook.com/alberto.lozano.750
Traclist:
Disc 1:
1- The Shire (Part 1)
2- Small Dark lines
3- The Man Who Saw Through Time
4- Trust The Process
5- Stars And Satellites
6- On The Edge
Disc 2:
1- The Shire (Part 2)
2- Snowblind
3- Subliminal Freeways
4- State Of Independence
5- Superior Machine
6- The Shire (Part 3)
7- Lost In Translation
8- Swallowed
Line up:
Glynn Morgan – voz
Karl Groom – guitarras
Richard West – teclados
Steve Anderson – bajo
Johanne James – batería