La gran banda THE FERRYMEN vuelve a la escena musical con su segundo lanzamiento titulado A new evil tras su buen álbum debut en 2017. Regresan con más fuerza, más melodía y mejores composiciones que en su anterior disco superándolo con creces. Formados por un tridente de grandes músicos como son Magnus Karlsson, Ronnie Romero y Mike Terrana, nos deleitaran con su buen hacer: un Heavy melódico y potente que nos engancha, haciéndonos disfrutar como enanos de este formidable disco que paso a comentaros.
Abre el disco Don’t stand in my way con unos teclados tremendos y aires orquestales que inician, para dar paso, a unas guitarras potentes y técnicas hasta aparecer la voz desgarradora de Romero, ejecutando con maestría. El bridge y el estribillo están muy logrados convenciendo de primeras sin objeción. Muy a tener en cuenta. ¡Magnífico!
Bring me home a medio tiempo, con melodías de guitarras explotando ya de lleno en la apertura del tema, hacen su apuesta clara por el sonido del Metal melódico de alta alcurnia. Buenas armonías vocales por parte de Romero de nuevo, y como constante a lo largo y ancho del redondo, hacen de este tema pura armonía sin perder un ápice de fuerza. Karlsson firma un solo soberbio para rematar la pieza.
Le sigue A new evil, primer tema que nos presentaron del disco. Un tema tremendo ya desde que empieza. Enganchar tanto musical como vocalmente, un resplandor de equilibrada fuerza y melodía, con un estribillo impecable dispuesto a derretirnos el cerebro, quedándose pegado para no ser soltado. ¡MAJESTUOSO!
The night people rise, con una buena línea de guitarra y unas rítmicas cojonudas, cede paso a la llegada vocal, desgarradora, interpretada a las mil maravillas por un ROMERO que no me cansaré de jalear ante tanto detalle de calidad. Baja su registro vocal en el estribillo para darle ese punto dulcificado perfecto a su demanda. Nuevamente y para que no haya envidias (broma), destacar el gran trabajo de guitarra de KARLSSON con mucho gusto a la hora de “solear”.
En Save your prayers cañero y rebosante de calidad, con el comienzo en plan coral, muy bonito y a modo de despiste, que no tarda en atronar con una sección instrumental desgarrando la voz de ROMERO y que nos conducirá a un estribillo denso, algo más inesperado, pero de gancho seguro.
Heartbeat a modo de medio tiempo para ceder un poco de pausa ante la tralla que llevamos encima, más relajado y aun profundizando mayormente en su avanzado sentido de la melodía, nos entrega uno de los mejores trabajos vocales ante lo hasta ahora expuesto, dejando patente definitivamente, incluso para los incrédulos y renegones, en qué estado se encuentra uno de los vocalistas del momento.
Our own heroes vuelve a retorcerse en la densidad y cierta pesadez, pero no se alza falto de su gracia, sobre todo en un estribillo muy pegadizo que rompe con el esquema del resto del tema. Otro gran solo, de nuevo, que se marca KARLSSON.
En No matter how hard we fall nos atizan en los morros con un tema con toques progresivos, perfectamente ejecutado, con mucha calidad desbordando la pieza, en la que también hay hueco para calzar su parte “a toda pastilla” y sus magníficos punteos.
My dearest fear, otro medio tiempo con mucha intensidad, sobre todo en la parte vocal, desgarradora, con aires dramáticos y emotivos, acompañados por un perfecto teclado y una guitarra deslumbrante.
Para terminar: You against the world. Cañonazo a lo grande para los títulos de crédito. Comienzo vertiginoso en la apertura del tema apartado por una ligera pausa en el comienzo vocal para, finalmente, culminar con un estribillo atronador. ¡Una barbaridad!!!
Resumiendo: estos “CRACKS” han puesto el listón muy alto, se han currado un disco ACOJONANTE, superando con creces, como os he manifestado al inicio de la reseña, su primer disco. No os va a defraudar, lo tiene todo para quien se precie de amante del Heavy Melódico europeo: temas arrolladores, medios tiempos sobrados de intenciones, buenos riffs y punteos de guitarras, una batería descomunal y como no, una voz brutalmente desgarradora a la par que melódica, ¿qué más se puede pedir? Pues que fuera gratis. Ale, a invertir vuestro dinero en uno de esos discos que, sin esperar, te premia.
RATE/NOTA: 8/10
Roberto Martínez «Pibe» (The Lux Team)