THE DEAD DAISIES – Make some noise (2016)

Supergrupos, superbandas…Términos muy utilizados y, por ello, muchas veces desgastados por el uso. Una superbanda o un supergrupo, en mi modesta opinión, es aquél que está compuesto por grandes músicos que, además, crean e interpretan grandes temas. Es por ello que no todas las formaciones a las que se ha aplicado esa etiqueta lo son para mí. The Dead Daisies sí que son merecedores de ella. Todavía es más raro que bandas de ese tipo sigan manteniendo esa consideración tras importantes cambios en su formación. Sin embargo, el proyecto que inició el compositor y guitarrista David Lowy (Red Phoenix, Mink…) en 2012, salió más que reforzado de sus primeros cambios y se marcó un tremendo Revolución, que fue de lo mejor del año pasado y les sirvió para girar y abrir para Kiss para nuestra satisfacción.

En esta ocasión no se trata sólo de un cambio de miembros, ya que al extraordinario Richard Fortus (Guns N’ Roses y guitarrista de la primera formación) le sustituye el genial Doug Aldrich (Whitesnake, Dio…), sino que también es conceptual, pues Dizzy Reed (teclista Guns N’ Roses) no ha sido sustituido, pasando la banda a la clásica formación de cantante (John Corabi – Mötley Crüe, Ratt…), dos guitarras, bajo (Marco Mendoza – Whitesnake, Thin Lizzy…) y batería (Brian Tichy – Whitesnake, Ozzy Osbourne, Foreigner). Con este equipo se ha creado Make Some Noise, un álbum de categoría, que no se ha conformado con las modificaciones citadas sino que, además o precisamente por ello, ha dado un giro estilístico, centrándose más en el classic rock con claras influencias de Aerosmith o Mr Big, por citar algunos de los grandes, pero en el que tiene cabida la libertad creativa, reflejada hasta en las dos versiones elegidas por la banda: Join Together de los Who y Fortunate Son de la Creedence. Ambas están bien resueltas y rinden tributo a la tradición musical del rock, como es el deseo del grupo, pero no dejan de ser versiones. La esencia de este Make Some Noise, cuyo título es más que una declaración de intenciones, son sus propios temas y con ellos vamos ahora.

Long Way to Go abre el disco a lo “guitar style” y constituye el ariete de este álbum, como en su día lo fue el Mexico para Revolución. Eso sí, sin un vídeo tan impactante como aquél. La base rítmica Tichy-Mendoza, bien acompañada por Lowy, siembra y abona el terreno para la cosecha del dúo Corabi-Aldrich, pero está claro que esta empresa es una cooperativa y su objetivo son las canciones de este nivel. Virtudes que acompañarán todo el trabajo, que sigue con un rítmico We All Fall Down, en el que, se diga lo que se diga, yo comienzo a ver el toque Aerosmith que Make Some Noise tiene y que me engancha. La labor de Corabi, llena de maestría y personalidad como de costumbre, y el camaleonismo musical que demuestra Doug no brillarían sin el equipazo que tienen detrás. Song and a Prayer se apoya en un riff que recuerda a los de Slash, pero el tema va en la línea que acabo de señalar, muy clara en el estribillo y el antesolo-solo, así como en el tratamiento rítmico, sólo al alcance de ambas bandas.

Mainline profundiza en esas cualidades, con ese tipo de melodías y registros que tanto nos transportan a Boston, para crear uno de los temas más redondos y clásicos del disco. ¿Qué no te parece suficiente caña para un directo? Pues ahí va el Make Some Noise con un comienzo basado en la batería y la guitarra; caja y riff y la voz en el modo “himno para directos”. Sencillez sólo rota por el solo y con el objetivo más que claro.

Last Time I Saw the Sun es otra de esas composiciones que, si como yo, amas las referencias citadas, te harán disfrutar de lo lindo y estarás deseando gozar en vivo. No te será fácil porque, de momento, la gira que les está llevando por media Europa no llega a nuestro país. Lo de ir a los USA a verles con KISS es harina de otro costal y, si no asaltamos la caja fuerte del Tío Gilito, no podemos permitírnoslo. Mine All Mine muestra las mismas virtudes y sonido e, insisto, para ello hay que tener una base rítmica de primera. Tiene un estribillo que bordará en los bolos el dúo Corabi-Mendoza, como en su día hizo Marco con el maestro Coverdale.

How Does it Feel, ¿Y tú que sientes por ahora? Yo disfruto, la verdad, con un tema cuyo estribillo con coro y contestación, su tratamiento rítmico y sus guitarras (salvo el solo, que es más “Aldrich” que otros) evocan más que nunca a las huestes de Tyler. Tremendo. Pero, si hay que liberarse, se libera uno con un riff más hardrockero-metalero y ya tenemos un Freedom, que nos saca un poco de la línea que la mayoría del álbum marca. Brillan el bajo y el estribillo, pero al final todo el mundo se une a la fiesta, demostrando que este ramillete de estrellas no pierde ocasión de desatarse. Porque pueden y saben.

Antes de despedirse, con la segunda de las versiones, nos dejan un All the Same muy clásico y pleno de referencias ya citadas que, como todo el álbum (disponible en CD Digi Pak + Sticker y en 2 LP + CD), demuestra que se puede hacer un trabajo personal y de gran calidad sin renunciar a rendir tributo a un estilo o a otras bandas. A mí este Make Some Noise me encanta. Come on John! join together with the band in Spain!

Toño Martínez Mendizábal

TRACKLISTING

1. Long Way to Go
2. We All Fall Down
3. Song and a Prayer
4. Mainline
5. Make Some Noise
6. Fortunate Son
7. Last Time I Saw the Sun
8. Mine All Mine
9. How Does It Feel
10. Freedom
11. All the Same
12. Join Together