Corría el año 1984 cuando Running Wild surgían en la escena discográfica de la mano del sello alemán Noise con aquel Gates Of Purgatory. Desde entonces la banda de Hamburgo ha publicado la friolera de 16 trabajos discográficos, sin contar recopilaciones, videos, DVDs. Algunos de esos discos han pasado a la historia del metal alemán por su calidad. Under Jolly Roger (1987), Port Royal (1988), Black Hand Inn (1994) serían algunos de mis favoritos y seguro que los de muchos de sus fans.
Desde que Rolf Kasparek desempolvo de nuevo la banda en 2012 los dos discos publicados hasta este Rapid Foray (Incursión Rápida sería la traducción aproximada del título) a mi me parecieron más bien flojos.
Y es que hoy en día Running Wild son prácticamente un proyecto en solitario de Rolf y este disco es buena prueba de ello. Más parece un trabajo sacado después de horas de trabajo en la soledad de un estudio casero que el fruto de un trabajo en equipo de una banda como tal. Y en mi opinión eso se traduce en un disco monótono, con alguna canción decente, siendo generoso alguna incluso buena, pero muy poco más.
Empecemos por lo bueno. Running Wild siguen sonando a lo que sonaban hace 30 años. Escuchas los primeros 30 segundos del tema inicial Black Skies, Red Flag y los reconoces de inmediato. El mismo power metal alemán de toda la vida, la misma forma de cantar, aunque la voz de Rolf está algo gastada ya, pero con los consecuentes trucos de estudio, ecos, y voces dobladas en los estribillos no se nota demasiado. Quizás en este primer tema sea donde peor se le ve (o escucha en este caso).
Otro tema que yo destacaría son el tema que da título al disco Rapid Foray. Black Bart o Blood Moon Rising tienen momentos de inspiración, sobretodo en esas guitarras dobladas que suenan a mitad de canción. Temas rápidos y en esencia lo que siempre fueron los fuertes de Running Wild. Mi canción favorita en estas primeras escuchas es By The Blood In Your Heart, un medio tiempo hímnico al estilo Grave Digger, con sus gaitas y todo, y que podría recordar lejanamente aquel mítico Uaschitschun del Port Royal, aunque a menos velocidad.
Ahora vamos con lo que no me ha gustado del disco. Para mí lo más grave es que después de escuchar el disco varias veces, y pese a que la información que adjunta la casa discográfica nos remarca que la batería corre a cargo de Michael Wolpers (Victory o Soul Doctor entre otros), uno llega a la conclusión de que la batería no es tal, sino más bien una máquina programada para cumplir su función de acompañamiento con cero florituras. Casi lo mismo se podría decir del sonido de bajo, si exceptuamos el inicio de algún tema su presencia es casi imperceptible. Que en un disco de Heavy Metal la batería y el bajo den toda la sensación de estar programados (lo de la batería me parece clarísimo) es imperdonable.
Otro punto en contra es que hay varios temas de relleno. Al final cuando escuchas el disco con el máximo cariño y empeño varias veces empiezas a verle algún detallito mínimamente interesante a canciones como Warmongers, Stick To Your Guns, Hellestrified o Into The West, pero en general son flojos y no aportan gran cosa. Pero los dos peores temas en mi opinión son la insulsa instrumental The Depth Of The Sea – Nautilus y la final Last Of The Mohicans, que con más de 11 minutos de duración fracasa completamente en lo que se suponía que debía de ser un final épico para el disco. Para hacer un tema instrumental mínimamente interesante hay que tener buenos músicos a cargo de los instrumentos. Y no digamos para tratar de hacer un tema épico de 11 minutos. Si contamos que estas dos canciones en total suman más de 15 minutos nos quedamos con que un cuarto del trabajo está desperdiciado por completo.
En Resumen: un disco que para nada cumple mis expectativas sobre lo que debería ser un disco de una de las bandas más míticas del metal alemán. Así como «Peavy» Wagner ha sabido reinventar sus Rage (por citar una banda paisana y contemporánea de Running Wild) varias veces y casi siempre con éxito, Rock N´Rolf Kasparek creo que debería replantearse seriamente el futuro de Running Wild. Supongo que el objeto del disco es hacerse presente en la escena para poder dar una pequeña gira de conciertos por su Alemania natal y tocar en alguno de los grandes festivales del verano, eso sí, interpretando sus viejas canciones, porque las nuevas, con alguna honrosa excepción, me temo van a pasar al olvido rápidamente.
Para acabar remarcar que el disco se publicó en todo el mundo el pasado 26 de agosto en varios formatos: Digipack con poster incluido, doble vinilo dorado + Cd en funda de papel y finalmente una caja limitada a 1000 copias que contiene el digipack, el doble vinilo, una alfombrilla para el ratón, un poster, un adhesivo y alguna cosilla más. Si habéis leído mi critica al completo sabréis ya que no voy a ser yo quien compre ninguno de esos formatos en los que se nos presenta este último trabajo de Running Wild, pese a que en su día fueron una de mis bandas favoritas. Una lástima.
Alberto Lozano
Tracklist:
1. Black Skies, Red Flag 4:44
2. Warmongers 4:29
3. Stick To Your Guns 5:08
4. Rapid Foray 4:47
5. By The Blood In Your Heart 5:27
6. The Depth Of The Sea – Nautilus (instr.) 3:53
7. Black Bart 5:06
8. Hellestrified 4:22
9. Blood Moon Rising 4:20
10. Into The West 4:34
11. Last Of The Mohicans 11:11