PRETTY MAIDS
14/9/2013 (Madrid) y 15/9/2013 (Erandio)
Textos: Unai Endemaño (Stun.es) y Pío Antonio Puente
Fotos: Unai Endemaño (Stun.es)
Antes incluso de que hubiéramos atravesado las puertas del recinto, la temperatura que se apreciaba en los aledaños era la propia de los conciertos especiales, el típico ambiente que siempre precede a las citas con solera. Tan sencillo era toparse con grupos de señores tocando guitarras de cartón, como avistar mallas de colores resultones, mirases donde mirases, podías apreciar que la vieja guardia que tiene a los Ochenta por referencia, nunca se ha llegado a olvidar de los Pretty Maids.
Los daneses, llevando tres décadas como llevanaguantando el tirón, saben bien como devolver el cariño que la peña les guarda. Desde que comenzaran a rodar, han mantenido una carrera coherente y se las han arreglado para ir bordeando, el inevitable declive que las nuevas modas les dictaban. Una de las principales bazas con las que han contados para ello, son sus conciertos, fieles reflejos del espíritu luchador de esta gente, en los que nunca se ha dejado de apostar por las nuevas creaciones que van facturando.
En la cita que aquí nos ocupa, no hicieron falta teloneros para que la noche terminase con final feliz, “Mother of all Lies” sería el primer tema que la parroquia requeriría para comenzar a sudar. El sonido en la Sonora era fácilmente mejorable en estos primeros compases de la actuación, pero poco parecía importar al público allí reunido, iría solventándose paulatinamente en cualquier caso. La gente mientras tanto, se la gozaba con delicados cortes como “I See Ghosts” y se zambullía de cabeza en su videoclip particular.
Rock melódico de cuidada factura, el mismo que vienen empleando con fortuna en sus últimas publicaciones, se adueñaba de la sala sin precisar demasiada ayuda, bastaba con el gancho que a los de Ronnie Atkins siempre les ha acompañado. El rubio cantante mostraba sus maneras de frontman arquetípico, mientras que en el resto del conjunto sobresalían Ken Hammer y Morten Sandager, el primero por el peso que tiene en la formación, el segundo por el protagonismo que adquiría sobre el escenario.
Los cortes clásicos llegarían pronto y la gente se volvía loca mientras echaba la vista veinte años atrás, con los altavoces atronando “Needles in the Dark” o “Love Games”. Se calmaba un poco el sarao, al tiempo que les daba por incluir cortes de este milenio en escena, los botes y aplausos continuarían a buen nivel cayese lo que cayese. Ronnie tan solo tendría que presentar “Yellow Rain” un par de temas después, para que la algarabía comenzase a alcanzar proporciones épicas de nuevo, para ello tendría que dejarse la garganta tratando de alcanzar los tonos más altos que le salían al paso. Algo similar a lo que le ocurriría con otra de sus joyas del “Red Hot And Heavy”, “Queen of Dreams” concretamente.
El maquillaje iría derritiéndose sobre la cara del cantante y “Back to Back “, era presentado con todos los honores que un clásico de semejante nivel merece. Puños apuntando al techo y melenas volando para recibir a una de las piedras preciosas que guardaba el Metal escandinavo de los ochenta, un par de acoples inoportunos por desgracia, se encargarían de restarle parte de épica al momento. La sudada proseguiría con los ecos de Scorpions que siempre arrastra el punteo de “Rodeo”, el homenaje perpetuo hacía Phil Lynnot por cuenta de “Please Don´t Leave me” y la inclusión del archiconocido estribillo del “Another Brick in The Wall”, para presentar por todo lo alto “I.N.V.U”.
La noche se pondría un poco más heavy aun si cabe, cuando Pretty Maids lanzaran el “Red, Hot and Heavy” sobre la Sonora. Su “Balls to the Wall” particular provocaría los últimos momentos de júbilo antes de que la banda se bajase dignamente del escenario, para esperar los cinco minutos de rigor que se acostumbran en estos casos. Volverían remarcando la importancia que ha tenido “Pandemonium” en esta última época de su carrera y rescatarían para ello, “It Comes at Night” y “Little Drops Of Heaven”. En el preciso momento en el que un mar de palmas inundaba la sala, Ronnie Atkins sonreía satisfecho, volvía el micrófono hacia los espectadores y en su mirada, se podía confirmar que se veía con el deber cumplido.
No iban a bajarse de allí sin que el “Future World” pusiese la puntilla de todos modos. Tocaba apretar los dientes de nuevo y dejarse llevar por este himno, de manera similar a como lo habíamos hecho cientos de veces antes. Un final perfecto y predecible para una de las noches más calientes que se recuerdan en la Sala Sonora, desde que comenzara su andadura hace poco más de un año.
SALA ARENA MADRID 14 SEPTIEMBRE 2013
Después de su paso por Barcelona, presentaban en Madrid ‘Motherland’. Gusten o no en el estudio, en directo nunca defraudan. Enarbolan la bandera de la profesionalidad y devuelven al público su dinero transformado en una inolvidable experiencia. Con el paso de los años la voz de Ronnie Atkins se mantiene casi intacta y la figura del rubio galán se vuelve rufián cuando la trama lo requiere. Su timbre brilla con el hard rock melódico pero también con el heavy metal más clásico. Alza los brazos, arenga a los presentes, les desafía y se comunica con ellos arrancando aplausos espontáneos. Ronnie es un gran frontman y lo demuestra allí adonde se le requiera.
Con grandes temas que ofrecer, decidieron servir al principio el nuevo disco para más adelante continuar con sus clásicos. Los destellos de luz bajaban y ascendían con vapores de oscuras y artificiales melodías que revelaban el rostro más estilizado de la banda. Los asistentes
comenzaban a desatarse, pero apenas había interacción hacia el escenario con el single ‘Mother of all lies’. El pegadizo y factible estribillo de ‘I see ghost’ varió la trayectoria que comenzaba a despuntar, aprovechada por los escandinavos con dos canciones de ‘Future world’. Las cuerdas vocales de Ronnie vibraban mientras el más joven del grupo, René Shades, bajo un sombrero de copa al estilo de Slash o Dj Ashba, se movía de un lado al otro mostrando su imponente talla. La última incorporación al grupo se destacaba y en su presentación ante el micrófono se soltó en castellano con el estribillo de Tequila “Vamos a tocar un rock and roll a la plaza del pueblo”.
Y antes de regresar a la actualidad de su último álbum, desde las primeras notas que hizo volar Morten Sandager con ‘Love games’, quizá tapado a lo largo de la noche por un sonido denso y saturado proveniente de la guitarra de Ken Hammer, los invitados disfrutaron de un espacio reservado a un AOR primigenio. Pretty Maids se visten de cuero y a veces prefieren un conjunto más provocador de mallas rotas. ‘Why so serious’ muestra el simpático carácter que poseen. Hammer, con su blanco sombrero de vaquero, con la estrella de ranger de Texas en la correa de una destacada epiphone también de níveo cuerpo bañada con la imagen de Phil Lynott y el rezo “I am just a cowboy, lonesome on the trail” de ‘Cowboy song’, parecía muy a gusto esbozando siempre una sonrisa y siendo muy cómplice con el bromista frontman. Además, a riesgo de ser sancionado, se atrevió a tocar mientras se fumaba un pitillo. El batería no pudo aguantar la tentación y le acompañó.
Contra las normas se hicieron uno y envalentonaron a los presentes con ‘Back to Back’ y su punteo infernal. Lamentablemente para uno de los espectadores, una púa de las que constantemente Hammer regalaba fue a parar a su ojo. Algunas muecas cariñosas, una cerveza y otra púa le sirvieron de consuelo. Querían hacer disfrutar porque ellos lo estaban haciendo. Ronnie aplaudía y honraba a Madrid, incluso los cinco dedicaron unos segundos instrumentales a acompañar el tradicional canto de la afición en los espectáculos futbolísticos que ahora se escuchaba en la sala. Todo había surgido del público. La conexión fue máxima. ‘Please don’t leave me’ fue su deseo y ‘Red, hot and heavy’ su lema. El exitoso ‘Pandemonium’ les gusta y lo consideran como una prolongación de una de sus mejores obras allá por 1987, por lo que lo dejaron para el último acto. ‘Little drops of heaven’ enamoró a sus seguidoras que bailaron sobre la pista de baile de la discoteca en la que estaban y el broche final de ‘Future world’ en donde se cuestiona el camino a seguir, fue respondido por Ronnie: “Volveremos, creernos, somos daneses”.
2-I see ghosts
3-Needles in the dark
4-Love Games
5-Sad to see your suffer
6-Why so serious
7-Yellow rain
8-Queen of dreams
9-Back to back
10-Rodeo
11-Please don’t leave me
12-I.N.V.U.
13-Red, hot and heavy
14-It comes at night
15-Little drops of heaven
16-Future world