PAUL STANLEY – LIVE TO WIN (2006)

Convertidos a principios del 2000 únicamente en una banda de grandes éxitos y noches para glorificar su pasado, KISS ha llevado en los últimos tiempos a la aparición de los proyectos en solitario de sus dos principales valedores. En primer lugar, Gene dio luz un ambicioso pero catastrófico proyecto de acertado nombre que, demos gracias, no ha tenido más trascendencia ni continuación. Y por otro lado, Paul ataco con este, su primer disco si dejamos de lado los históricos y lejanos “solo albums” del ’78.A nadie un poco puesto en la materia se le escapa que el chico de la estrella ha sido siempre el alma musical de las 4 criaturas neoyorkinas. Con Simmons siempre más pendiente de toda imaginería y fuerza visual de la banda, además del asunto económico y mercantil, con Ace y Peter dedicados a conciencia en vivir a tope el paradigma de estilo de vida rockero, y con los Erics, Vinnie, Mark, Bruce, Tommy…limitadísimos en su aportación, Stanley ha llevado en todo momento el peso musical, hasta el punto de que en la segunda mitad de los ‘80, de no ser por su dedicación, KISS habrían desaparecido. De esta manera, la idea de un álbum en solitario de Paul en ese momento era ilusionante. Para sus seguidores, y sin duda también para el (en una nueva etapa de su vida tanto musical como personal).

Pues bien. En mi opinión, el resultado cubrio de sobras las expectativas e incluso tuvo un aliciente de sorpresa. Nada de calificar este disco como Classic Rock, como suele ocurrir con músicos de su generación, cercanos ya a cumplir los 60. Personalmente creo que si este disco lo firmara un chaval de 25 tacos estaría vendiendo como churros entre los adolescentes. Es un trabajo que, sin dejar de tener 100% la personalidad y el carisma de su creador, trae un aire muy fresco y moderno. No en vano, ha sabido rodearse de un grupo de músicos, colaboradores en composición e ingenieros de sonido que sin duda le ayudaron a encajar su música totalmente en el 2006. “Live to win”, además de una declaración de principios y del título del álbum, lo es también del primero de los 10 cortes que lo conforman. Un comienzo fuerte y directo con un breve pero gran solo con wah-wah. Temazo. El primero en la frente. Le sigue “Lift”, un medio tiempo rockero con orquestación de fondo al que se le va cogiendo el punto con las escuchas. “Wake up screaming” tiene una producción muy moderna y la voz de Paul es más raspada que de costumbre. El estribillo es soberbio. De esos que no te puedes quitar de la cabeza ni queriendo. Llegamos a la primera balada del trabajo.”Everytime I see you around” no solo se parece a “Everytime I look at you” del “Revenge” en el título. Esta última no me volvía loco, con su intrumentación de cuerda y tal, y me ocurre un poco parecido con las baladas de este disco, que se me hacen pelín empalagosas y de las que esperaba algo más con los antecedentes que tiene en este terreno. Quizás para mi, el “pero” que se le pueda poner a este disco, si hay que poner alguno. Así llegamos a “Bulletproof”, otra joya. Buenísimo corte, quizás el más KISS de todo el disco y que, diferencias de sonido aparte, podría encajar perfectamente en el “Hot in the shade”, album que, quitando los mediocres temas de relleno debería haber sido un gran solitario de Paul. De esta brillante manera termina lo que hubiera sido la cara A de un vinilo, y es que la distribución de los temas encajaría perfectamente en ese formato.

En sexto lugar encontramos “All about you” que, al estilo de “Wake up screaming” tiene otro fantástico estribillo y unos efectillos de guitarra y teclado originales. “Second to none” es una bonita balada con campanas y todo, y que nos lleva hasta “It’s not me”, uno de los mejores temas del disco y también de su carrera. Rock moderno y con superclase. Enorme tema que debería haber sido single y reventar los charts y que me sorprende no toque en directo porque sonaría de muerte. De esas canciones que te alegran la vida y te cargan las pilas. “Loving you without you now” está entre medio tiempo y baladilla y nos traslada al décimo y último tema del disco que, como no, cierra de manera magistral. “Where angels dare” es perfecto para despedir “Live to win”. Corte increíblemente construido, tiene unos arreglos que de forma sorprendente recuerdan algo a “Flaming Youth”, aunque es un tema totalmente diferente, muy rockero y contemporáneo, con un sentimiento muy optimista (todo el disco en realidad) pero también algo nostálgico. “Dicen que se ha acabado, pero solo acabo de empezar a luchar…”. Pues lo que nos espera amigo.

Puede que sea un poco corto, pero el “Love gun” dura menos y no creo que nadie lo recuerde por ser corto sino por la verdadera obra maestra que es. No seré yo quien juzgue los discos por el minutaje en lugar de por su calidad o sus temas. Y este, calidad y temazos los tiene de sobras. Paul siempre ha sido el Rockero por excelencia, el compositor, el showman, el cantante…y este disco vuelve a demostrarlo una vez más.

Prometio repetir pronto. Espero que sea más sincero que con aquello de “nunca nos volveremos a maquillar”. De momento disfrutamos de este gran álbum, y del DVD de la gira de este disco (atención al maravilloso repertorio) y rezaremos para tener suerte y que se pase por aquí cerca otra vez con o sin KISS.