La noticia de que dos grandes figuras en el mundo del rock se reuniesen para componer y grabar un disco habría sido hace años algo extraordinario, pero en estos días esto se está convirtiendo en algo muy común pero muchas de las veces sin el acierto que a priori merece. En el caso que nos ocupa en esta reseña puedo decir que el resultado es mucho más que aceptable y que las expectativas creadas a partir de la colaboración entre Erik Martensson y Ronnie Atkins han sido cubiertas con gran satisfacción.
Los dos músicos son líderes en Eclipse y Pretty Maids y los dos saben que parte del éxito de sus grupos reside en sus carismáticas voces y el gran gancho que particularmente tienen entre sus fans y seguidores. A destacar y recordar el fabuloso año 2015 que Erik Martensson y sus colegas de Eclipse han tenido con un enorme y laureado disco, “Armageddonize”, y también el exitoso debut de Ammunition en el que participa junto con el cantante de Wig Wam, Age Sten Nilsen . Por su parte, el veterano Ronnie Atkins está disfrutando de unos prolíficos años en los que el acierto a la hora de editar excelentes discos como Pandemonium (2010) y Motherland (2013) ha situado en la mejor de las posiciones a su banda de siempre Pretty Maids.
Con las ganas que siempre caracterizan a un hambriento Erik Martensson y con la dilatada y contrastada experiencia y el buen hacer de Ronnie Atkins, puedo imaginar la atmosfera que esta unión tuvo que crear a la hora de trabajar juntos en el disco. Al escuchar las canciones se puede sentir la facilidad, profesionalidad y cordialidad que tuvo que presidir las jornadas de grabación. Como es lógico Atkins puso su voz a las canciones, mientras que Martensson hizo lo propio con las guitarras, el bajo, los teclados y los coros. Cómo no, además de todo esto, Erik se encargó de llevar a cabo la producción.
Junto a estos dos geniales músicos estuvo a la batería el bajista y compañero en Eclipse, Magnus Ulfstedt. Si esto no fuera suficiente, y con la idea de subir nota, algunos amigos guitarristas han dejado su magia en los solos principales. De este modo, el virtuoso Magnus Henriksson tocó el solo en “The War Has Begun“, Thomas Larsson lo hizo en “Every Heartbeat” y “Wide Awake“, y Fredrik Folkare marcó los suyos en las canciones “Point Of No Return” e “Hypocrisy“.
El disco contiene once canciones que aglutinan con esmerada claridad las ideas que recorren los cerebros de las dos almas del grupo. Así la composición de las canciones queda enmarcada en una simbiosis de los estilos en los que Eclipse y Pretty Maids se mueven. Si por un lado existe la dureza y firmeza de Atkins, por otro está el estilismo de Martensson para conseguir que la canción sencilla se convierta en todo un single melódico. También cabe indicar que los registros tan extremos y variados de Ronnie Atkins (recordemos como ejecutaba su hit de 1987 “Future World”) en un mismo tema facilitan las cosas ya que él hace que todo pueda encajar y casar como anillo al dedo. En cuanto al sonido del grupo, este lo hace de forma muy similar a como lo hace Eclipse. Se nota que la fórmula Martensson en la mesa de mezclas y en la producción tiene un fruto reconocido y de calidad, y que éste lo utiliza con la idea de que la pegada de los instrumentos esté garantizada. No es de extrañar que, bien sea por el característico sonido o bien por esos detalles en la composición y los arreglos, estas canciones de Nordic Union te lleven a pensar en fragmentos similares a otros de canciones de Eclipse. Lógicamente ocurre lo mismo con la peculiar voz de Atkins, quien es un decano en este mundo del rock y por lo tanto sinónimo y realidad de los inconfundibles Pretty Maids, y algo que realza enormemente el resultado positivo en la calidad de los temas del disco.
El disco abre con la dureza del medio tiempo “The War Has Begun” que se encaja perfectamente con las formas de Ronnie Atkins. Le sigue el primer single hasta la fecha del álbum, “Hypocrisy”, que suena de lujo potente a más rabiar en su inicio y con una calidez definitiva que consiguen al cantar a doble voz los dos músicos. El siguiente tema es “Wide Awake” que rezuma la intensidad y el poso del sonido de los suecos Eclipse. Para calmar los ánimos han colocado pronto “Every Heartbeart” que es una balada bonita pero que más bien poco me ha transmitido. La continuación drástica con el cambio que significa “When Death Is Calling”, ya que aporta la pegada necesaria y que mezcla soberbiamente los estilos de sus bandas madre.
En este momento del disco llega la canción “21 Guns” que sirve de muestra para la perfecta combinación y apoyo de las voces de Erik Martensson a un espléndido vocalista como es Ronnie Atkins. Muy en la línea de Ammunition y Eclipse comienza el siguiente tema “Falling”. Es inevitable encontrar estas comparaciones y en esta canción el grupo deja entrever su posición más comercial y fiestera. Una gran exposición de lo que debe tener un tema para que se te grabe su estribillo en la cabeza todo el día.
Cambio de tercio y de estilo con “The Other Side” que suena muy directa. Bajo mi punto de vista y junto a la balada “Every Heartbeat”, son las canciones más prescindibles. El corte que llega de seguido es un guiño a “Tubular Bells” pero acelerado. Nada más escuchar el inicio del teclado de “Point Of No Return” caí en la cuenta de ello. Este tema tiene en un desembarco sonoro matador con la entrada de batería, los teclados y las guitarras al unísono. No tengo ninguna duda que esta canción es una de las mejores del disco. Para inclinarse ante ella.
Casi cerrando este trabajo me encuentro ante una balada que me ha gustado y mucho. No suele ser habitual en tipos duros como yo… jajaja. Centrando la reseña me parece que esta balada “True Love Awaits You“ es de la misma calidad de las que antaño componían Def Lepppard cuando éstos estaban menos americanizados y más frescos. Todo un acierto lo que Nordic Union ha conseguido en esta canción.
El broche final y para “irsen” … es puesto soberbiamente con “Go” que maneja muy bien lo que ambos cantantes hacen cuando, durante el estribillo, Atkins canta y Martensson le replica con sus coros consiguiendo con ellos impregnar de un dinamismo y una agilidad frenética a la canción.
Resumiendo, mi valoración es que se trata de un muy buen disco del cual se pueden valorar fácilmente 7-8 canciones como ideales, y que por lo tanto deja muy buen sabor de boca.
Luis Maria Catediano