Mike Lepond, como bien sabrás, es el bajista de los todopoderosos SYMPHONY X desde 1999, debutando con ellos en V: The New Mithology Suite. Su estilo, marcado por una multidisciplinar técnica, también se caracteriza por el temperamento netamente heavy con el que alimenta al monstruo que esconde tras la majestuosidad de sus interpretaciones. Esa bestia interna, quedaba plasmada ante la revisión del palmarés de bandas en las que ha inyectado su ferocidad, pero necesitaba desatarse por completo para abordar a sus propias víctimas y saciarse hasta rebautizar la gula.
De esa necesidad nació MIKE LEPOND`S SILENT ASSASSINS en 2014, y amigo, de qué forma… Una formación que ostentaba haber participado, de una forma u otra, con nombres de la talla de HALFORD, SEVEN WITCHES, TESTAMENT, WATCHTOWER, SEBASTIAN BACH, HELSTAR, IAN PARRY o PAINMUSEUM, realizaron un debut homónimo que dejó buenas impresiones.
Para 2018, este amante de las cuatro cuerdas ha decidido volver a la acción, haciéndose cargo de la guitarra rítmica y coros también. Con el único fiel escudero que rescata de su anterior masacre, el vocalista Alan Tecchio (cuyo registro me recuerda en ocasiones a Matt Barlow (ICED EARTH) quien sobradamente destaca en su rol. Rodeándose, como es habitual en los tiempos que corren, de colaboraciones, abandona el concepto de súper grupo, dando vida a un Frankenstein sonoro que aquí te resumo.
Masters Of The Hall es la obertura idónea para esta orgía de riffs matadores, solos vertiginosos, cambios de ritmo trepidantes y voces al límite arropadas por coros hímnicos, que fusionados, envenenan esta arma mortal de necesidad. Incluso, durante las estrofas, percibo en su enfoque cierto coqueteo con el Hardcore. Muy potente y técnico, el guitarra solista Lance Barnewold (ROSS THE BOSS, FATE BREAKS DAWN) realiza una labor muy digna en los temas en los que participa (1, 2, 3 y 5)
Black Legend, puro macarrismo con deje rockero y regusto ochentero. Estribillo de órdago.
Antichrist no baja el pistón. Las estrofas, metaleras, con momentos groove, se rinden sin objeción al rasgueo característico del heavy más tradicional. Fluye una atmósfera insalubre, a través de un coro reforzado por una cortina de voces graves, capaz de trasladarnos a lo más profundo de unas pestilentes catacumbas con sus certeros estribillos, así como en el puente que nos devuelve al ciclo pertinente tras un preciso aporte de la guitarra solista.
Densidad provocada por el sonido de bajo, que, en un homenaje descarado a Joey DeMaio (reconocida influencia de Lepond) y solo incluido, proporciona una cadencia pausada y agobiante, reforzada de nuevo con un lúgubre coro, como si una ceremonia oscurantista tuviera lugar ante nuestra presencia. I Am The Bull lleva por nombre el rito.
Retorno a la velocidad con un sobresaliente Avengers Of Eden y su estribillo supremo, convirtiéndose en torbellino que arrasa cualquier fortaleza. Basada en un relato de H P Lovecraft a nivel lírico y que, según palabras del propio Lepond, está inspirada por el riff del tema `House Of Pain´ de VAN HALEN junto a una vibración que combina el estilo de EXCITER y MOTORHEAD, unidos a una interpretación vocal focalizada en DIO. Agárrense los machos.
Hordes Of Fire… ¡ni imaginar quiero como puede sonar esta bomba en directo! Curiosa la conjugación de tonos vocales al más puro estilo glam setentero del estribillo, refrescante, original y aplastante.
The Mulberry Tree es puro folk, emotivo y melódico, rompiendo la tónica predominante del disco y enriqueciéndola sin prejuicios. Gran trabajo con las múltiples tesituras que aportan los instrumentos básicos para entender la cultura pagana, que solo se silencian, para que el frío emanado por una profunda narración nos haga partícipes de la leyenda. En estos tres últimos temas la guitarra solista corresponde a Rod Rivera.
Pawn And Poverty, tema título del disco y a modo de epílogo, se posiciona frente a nuestra atención de forma extensa y majestuosa. Una revelación, en forma de odisea y bajo la batuta temática del atemporal Shakespeare y su Macbeth. Un amalgama conformado por el recorrido a diferentes vertientes e influencias musicales cohesionadas en su mayoría por la destreza y omnipresencia del bajo, nuevamente interpretado innegablemente al estilo del señor DeMaio. Metal en su amplitud, groove, funk, folk (gaitas incluidas), black, blues arropado por Doo – Wops (e ingeniosas dosis de órgano), marchas de batalla, discursos épicos, bellos pianos, acústicas, profundos juegos de teclas, todo ello flanqueado por los ataques de las distintas colaboraciones vocales: Andry Lagiou (The Harps, participante de La Voz griega), Noa Gruman (de origen israelí, cellista y con banda propia, SCARDUST), Veronica Freeman (BENEDICTUM) y Phyllis Rutter (EYNOMIA). Amén de sus compañeros en SYMPHONY X, Michael Romeo (programaciones y guitarra solista) y Michael Pinella (piano, teclado y coros). Una obra en sí misma y sus más de veinte minutos, que ante tal despliegue de ingenio, no resulta pesada, todo lo contrario, delirantemente amena.
Amantes de MANOWAR y grupos como ACCEPT en su reciente encarnación, CRIMSON GLORY, JUDAS PRIEST, o de la escuela americana expuesta por ICED EARTH, SEVEN WITCHES y así hasta un largo etcétera… eleven sus cuernos hasta tocar el cielo, Mike Lepond ha escuchado sus plegarias.
Jesús Alijo LUX
ENGLISH VERSION
As you may already know, Mike LePond is the bassist of the almighty band SYMPHONY X since 1999, releasing his first work with them called V: The New Mythology Suite. His style, always recognized by his multidisciplinary technique, is also remarkable by its purely heavy metal temperament which feeds the monster hidden behind the majesty of his interpretations. That internal beast, was already present in bands where he had already worked with, but it needed to untie itself to be able to approach its own victims and calm its hunger.
From that need and hunger, in 2014 MIKE LEPOND`S SILENT ASSASSINS was born, and man, in what a way… a line-up with members who would have participated in one way or another, with names as big as HALFORD, SEVEN WITCHES, TESTAMENT, WATCHTOWER, SEBASTIAN BACH, HELSTAR, IAN PARRY or PAINMUSEUM, As for 2018, this 4-string lover has decided to come back in action, taking care of rythm guitars and backing vocals. He rescues his most loyal squire from his last slaughter, the vocalist Alan Tecchio (whose vocal record sometimes reminds me of Matt Barlow, ICED EARTH) who excels in his role. Being surrounded by collaborations (usual in these times we live in), he abandons the concept of super group and creates his own Frankenstein. That’s what I’m going to talk you about.
Masters Of The Hall is the ideal overture for this orgy made of killer riffs, crazy solos, different rythm changes and voices taken to the limit in company of hymnic backing vocals. All this merged certainly poisons this mortal weapon. Even during the different verses, I notice a little bit of flirting with Hardcore. Very powerful and technical, the solo guitars from Lance Barnewold (ROSS THE BOSS, FATE BREAKS DAWN) perform a very worthy job in every song they’re on (1, 2, 3 and 5).
Black Legend the pure flashy type and rocker edge with the eighties aftertaste. Choruses are an all-or-nothing bet its best.
Antichrist, just keeps the level up. Its metal verses with some groove movements surrender without any objection to the most traditional heavy metal style. An unhealthy atmosphere flows through a curtain of low backing vocals, which would bring us to the depths of some pestilent catacombs with those accurate choruses, and so it does the bridge that takes us back to the song after an impeccable contribution from the solo guitarist. The density provoked by the sound of the bass (and its solo) in a more than obvious tribute to Joey DeMaio (recognized influence for LePond), provides a slow and oppressive cadence, reinforced again with gloomy vocals, as if an obscurantist ceremony took place in front of our presence.
I Am The Bull it is named after the rite.
Back to speed with an outstanding Avengers Of Eden and its supreme chorus, becoming a whirlwind that would destroy any fortress. It is based on a tale from H.P. Lovecraft in matter of lyrics and according to LePond it is also inspired on the riff from the song “House of Pain” by VAN HALEN. It combines the best of EXCITER and MOTORHEAD, and mixing it up with the vocal performance focused on DIO, all I can say is: you’ll need courage for this one!
Hordes Of Fire… ¡I can’t even imagine how this bomb must sound live! Curious conjugation of vocal tones in the most pure 70s glam style during the chorus: refreshing, original and overwhelming.
The Mulberry Tree is pure folk, emotive and melodic, breaking the predominant style of the album but enriching it without any prejudices. Amazing job with the multiple textures extracted from the basic instruments that you’ll need to understand the pagan culture. Those instruments only bring silence when the cold opens for a deep narration that will make us part of the legend. In these 3 last songs the solo guitar is a job for Rod Rivera.
Pawn And Prophecy, song and title of the album and in an epilogue mode, appears and catches our attention in an extense and majestic form. It’s a revelation, in the form of an odyssey and under a timeless thematic such as Shakespeare and his Macbeth. A mix made by the journey of different styles and musical influences, all united by the omnipresence of the bass, again performed under an undeniable DeMaio style.
Mostly metal, groove, funk, folk (bagpipes included), black, blues in company of Doo-Wops (and a genuine dosis of organ), battle marches, epic speeches, lovely pianos, acoustics, deep keyboard games, all this supported by the attacks of the different vocal collaborations: : Andry Lagiou (The Voice, Greece), Noa Gruman (original from Israel, cellist and with her own band SCARDUST), Veronica Freeman (BENEDICTUM) and Phyllis Rutter (EYNOMIA).
Amen to his band mates in SYMPHONY X, Michael Romeo (programmings and solo guitar) and Michael Pinella (piano, keyboards and backing vocals). A masterpiece by itself and its more than 20 minutes, an ingenuity display that doesn’t even look like a 20 minute song, just the opposite, it’s deliriously enjoyable.
Fans of MANOWAR and bands like ACCEPT in its recent reincarnation, CRIMSON GLORY, JUDAS PRIEST, or fans of the american school like ICED EARTH, SEVEN WITCHES, etc… raise your horns up to the sky, Mike LePond has heard your prayers.
Traducción: Yadira Zamora