MIGUEL RÍOS & THE BLACK BETTY TRÍO – Crónica Madrid (2021)

Foto: Raúl Blanco

Miguel Ríos & Black Betty Trío 
La Estación CaixaBank Príncipe Pío (Madrid), 26 octubre 2021
Crónica y fotos. Raúl Blanco

Miguel Ríos, espera que lo digo otra vez, Miguel Ríos…Yo es que dejaría aquí la crónica, es que no hay más que escribir, todo lo que pueda decir será utilizado en mi contra, jamás podre hacer honor escribiendo a lo que es y representa Miguel Ríos, lo que, aun hoy, con 77 años, puede ofrecer sobre un escenario este señor. Bendito 7 de junio de 1944 y bendito momento en el que Antonia, madre del artista, le dio esas 1500 pesetas para que fuera a Madrid a grabar un disco.

 

 

Con paso firme y tras la aparición de sus compañeros de viaje aparecía un Miguel Ríos con la sabiduría del que se siente, por que lo es, el mayor exponente del Rock de nuestro país. Las primeras palabras de la noche fueron “Tengo anotado en un antiguo diario no envejecer nunca en el escenario”, frase con la que comienza “Bye Bye Ríos” y con la que lo hace actualmente para decir “Hola Ríos, Hello”, un tema de los que re hizo para anunciar que, mejor no se iba, que para que iba a dejar de hacer lo que hace feliz a miles de “personas humanas”, como nos llama él. Y es que es impresionante como se puede trasmitir tanto con la voz, como se puede llenar tanto un escenario sentado en una silla, como se puede impregnar de magia toda una antigua estación de tren convertida en un precioso teatro, por cierto.

 

 

En un formato acústico, con su Black Betty Trío, que son cuatro, cinco si le contamos a él, Miguel Ríos fue desgranado prácticamente todos los temas de su reciente lanzamiento, “Un Largo Tiempo”, un disco que tiene algún que otro altibajo como le sucedió en algunas partes de su concierto en el que, hasta el mismo comento, “tenéis mucho mérito de estar aquí aguantando este plomazo de nuevas canciones”, pero no querido Miguel, ni tenemos merito ni son un plomazo…al menos el 90% de ellas. Y es que el granadino tiene muchos años y mucha guasa, tan pronto te dice «Bienvenidos nietos del rock and roll” como te suelta un “felicidades por cantar tan de puta madre”.

 

 

Bien es cierto que los temas nuevos paran un poco la emoción, pero no es menos cierto que tiene la suficiente personalidad como para que en ningún momento baje el interés. Se van intercalando con maestría temas nuevos como “Memphis-Granada”, “Por San Juan” o “Cruce de caminos” con viejos himnos como “Raquel es un burdel”, “Memorias de la carretera” o “En la frontera”. Me gustaría aprovechar que habéis llegado hasta aquí para presentaros a su “Trío”, José Nortes (guitarra), Luis Prado (piano), Manu Clavijo (violín) y Gaby Pérez (guitarra), no sabría deciros quien es mejor que quien, es maravilloso la vuelta de tuerca que han sido capaces de darle a los temas clásicos para adaptarlos a este nuevo formato, incluso dándole un respiro al bueno de Miguel interpretando un par de temas propios, “El Volante” a cargo de Manu Clavijo y “Estoy gordo” por Luis Prado.

 

Miguel fue contando historias, y agradeciendo “a los mecenas de las primeras filas por darle su dinero para que el pudiera vivir mejor” porque les conocía de haber estado en muchos de sus conciertos de la gira, “la próxima vez os pagare yo a vosotros”, pero el detalle llego, más allá de la solicitud de una osada “persona humana” de pedir a voz en grito “Banzai”, cuando “A todo pulmón” fue dedicada a la gente de La Palma que tan mal lo esta pasando en la actualidad, como si el tema y la interpretación ya de por si no fueran capaces de ponerte hasta el ultimo pelo de tu cuerpo de punta, que brutalidad. Pero es que da tanto gusto escucharle hablar como cantar, tras interpretar “El Rio” reconoce que para poder triunfar tuvo que hacer de un tema así, alejado del Rock por que “en su casa se lo decían, pero tío que pasa, que Raphael firmo un contrato el mismo día que tu y esta en todas partes, que haces tu chaval. Y yo les decía, es que yo hago Rock…así que tuve que hacer el rio para vender”.

 

Dos horas y cuarto estuvo sobre el escenario un tipo de 77 años, una leyenda, el mayor exponente del Rock de este país, un artista al que no queremos perder y que, Dios quiera que eso suceda muy tarde, echaremos muchísimo de menos cuando decida definitivamente cumplir su amenaza de bajarse del escenario. Pero hasta que llegue ese nefasto momento tenemos que seguir disfrutando de Miguel Ríos, escuchando a Miguel Ríos, sintiendo a Miguel Ríos. El Rock and Roll es un bumerán y siempre volverá ¡no te vayas nunca pibe!

Crónica y fotos. Raúl Blanco