La visita de los dos líderes indiscutibles de Eclipse no podía dejarse aparcada ni olvidada. Son de esas ocasiones en las que faltar a la cita hubiese sido motivo de duda para varias posteriores divagaciones mentales acerca del porqué no haber estado allí. Por lo tanto, y sin ningún tipo de duda, el viaje hacia la capital navarra era algo que ni generaba pereza ni tampoco ocasionaba pensamiento enfrentado. No, porque estos singulares músicos tienen el suficiente reclamo como para hacer de un acústico suyo un concierto enorme de cualquier otro grupo con todos los recursos escenográficos posibles. Así son Erik Martensson y Magnus Henriksson. Magnetismo y admiración en partes iguales lo que crean sus personalidades y habilidades musicales.
¿Zizur? ¿Dónde está esta localidad? Está al lado de Pamplona, pero como tenemos la tecnología para facilitarnos tanto las cosas al llevarnos por coordenadas hasta el sitio exacto, no conocer el lugar no es algo totalmente insalvable y no solo para nosotros que estábamos a 180 km de allí. Tampoco lo fue para dos señoritas japonesas venidas desde su país ex profeso para seguir a Erik y Magnus. También hubo otros fans de Barcelona y Najera (La Rioja) para quienes los viajes (más cortos) no fueron inconveniente para seguirles ciudad a ciudad durante su tour español. Así se presentaba el sábado, con un concierto y dispuestos a pasarlo muy bien.
A las 20:00 h sonó un timbre en el Auditorio Baluarte que avisaba de la inminente salida al escenario de los dos Eclipse. Aparecieron como en ellos es habitual. Erik con su cautivadora sonrisa y Magnus con su amable imagen. Ambos con sus dos guitarras acústicas y con las ganas de agradar a un público que cubría la mitad del aforo del coqueto auditorio y que según mi criterio podría ser de unas ciento y poco personas.
Con su destacable y típica educación Erik Martensson presentó a su colega Magnus Henriksson de escenario durante ya 17 años, para comenzar de esta forma la actuación interpretando el “I Don’t Wanna Say I’m Sorry”, con un Erik que estaba a gusto y cantando muy bien, subiendo los tonos sin ningún problema y jugando con las estrofas para darlas un toque muy diferente a como están grabadas en los discos de estudio y hacer así de este acústico algo singular y mágico. Sobra decir que los que allí estábamos éramos fans o muy fans, y que la predisposición con la que acudimos al concierto era totalmente positiva, pero sí que es justo también indicar que desde el punto de vista objetivo lo que estos dos músicos hacen es muy bueno, no solo por cómo cantan y manejan sus guitarras, sino por la sinceridad y transparencia que demuestran en cada una de sus actuaciones. La clase de Magnus Henriksson para dominar el instrumento es aplastante. Le da igual tocar un arpegio sencillo que hacer otro complicadísimo, constante y muy veloz como el que hizo durante la interpretación de “Battlegrounds”. Los límites para este guitarrista están en la capacidad que tenga en el futuro para componer sin aburrirse de lo que esté tocando. Mientras tanto creo que su evolución y desarrollo será siempre para mejorar todo lo que él toque.
Nos regalaron «Downfall of Eden», tema del nuevo disco que Eclipse están grabando y que saldrá al mercado en Marzo de 2017. No puedo dar una opinión de cómo será grabado este tema puesto que ellos dicen que será muy fuerte y heavy, y al haber sido tocada en acústico es que no me lo puedo ni imaginar. Veremos.
Las canciones iban cayendo con rapidez y Erik buscaba captar el humor del público. Pasaba de comentarios divertidos como el que hizo de “creí que íbamos a estar 15-16 personas, porque pensé ¿quién va a querer ver un acústico nuestro?….” a otros en lo que relataba detalles cercanos de cómo la inspiración le apareció en tres minutos para componer una canción que el día anterior era imposible de sacar adelante. También nos dejó frases acerca de la composición de “The Storm” que tuvo lugar cuando su padre falleció hace dos años, y de los múltiples músicos para los que él y Magnus han trabajado y colaborado como productor o compositores, como por ejemplo el tristemente Jimi Jamison. En fin, un hombre este Erik Martensson que hizo que la atención de los asistentes estuviese en todo momento a nivel de diez, y para el que conversar sencillamente con Magnus sobre cómo se conocieron supone un darse sin tapujos a su público. Todo ello con mucho humor para conectar finamente en todo momento con los asistentes.
Los temas fluyeron fácilmente uno tras otro. “Bleed and Scream”, “Blood Enemies”, “When death is calling”, «To mend a broken heart» Erik habló de la participación de Eclipse en el pasado festival de Eurovisión con la canción “Runaways” y ésta fue tocada con mucho acierto y gusto. Intercalaron sus temas con otros famosos como el “Love ain’t no stranger” de Whitesnake que fue presentado por Erik Martensson con unas palabras para “el mejor cantante de todos los tiempos” David Coverdale. Hubo momentos para recordar otra banda en la cual ellos formaron (lo pongo en pasado) y que fue WET. De este grupo interpretaron el espléndido “Learn to live”. Otra canción tocada fue la titulada “Hypocrisy” fruto de la colaboración con el cantante Ronnie Atkins en Nordic Union. Interpretaron el archiconocido “Livin’ on a prayer” con la participación de Silvia Idoate y Jorge Olloqui, cantante y guitarra de los pamplonicas Xtasy.
Quizás la mejor canción de la tarde fue la versión que hicieron de “Prisoners in Paradise” de sus amados Europe. Este tema es de esos que ponen los pelos en punta. Cuando Joey Tempest compuso e ideó la manera en la que iba a dejar puesta su voz para la historia diseñó unos versos hablados y cantados al mismo tiempo que tumban el cerebro del más fuerte. No hay palabras para definir el sentimiento con el que Erik y Magnus tocaron este temazo de sus compatriotas.
Sacando de nuevo ese astuto sentido del humor hicieron una canción folk Sueca que duró apenas un minuto y que sacó la sonrisa del público por los bailes que hizo Martensson durante la misma. De esta canción Erik expresó que es una canción que “gusta a todo el mundo” y de verdad que sí que lo fue, sí.
Para despedirse lo hicieron con un tema de la mejor banda de Rock‘n‘Roll de todos los tiempos, haciendo referencia a los australianos más conocidos del mundo del rock. AC/DC y su “You shook me all night long” fue el encargado de dar el cierre a un show auténtico.
Me he dejado canciones por nombrar, pero esta amplia relación de lo tocado por estos dos figuras puede dar idea de que el acústico fue de mucha calidad y emoción. De sentimientos a flor de piel y de divertimento constante. Sin paradas ni aburrimiento y de muy buen gusto por la música y de mejor, si aún cabe, sentido buen rollo hacía un público desde la honestidad y sencillez de estos dos monstruos suecos. No había asistido nunca a un acústico de rock, pero me parece que éste presenciado ayer fue una experiencia para tener por mucho tiempo en la memoria. Ellos consiguieron meterse en el bolsillo al público presente en el Auditorio Baluarte de Zizur por cómo son, por cómo cantan y tocan, y por esa interactuación constante que tuvieron y tienen siempre. Emoción y sencillez para una noche fría resuelta con mucho calor por parte de Erik Martensson y Magnus Herinksson.
Luis Maria Catediano
