ENGLISH REVIEW INCLUDED BELOW
Personalmente desconozco el presente y futuro de la banda que se reunió bajo el nombre de LEVARA en Los Angeles, formada inicialmente para su debut homónimo por Trev Lukather a la guitarra, hijo del mítico guitarrista y líder de TOTO, el intenso vocalista francés Jules Galli y el percusionista emigrado de U.K. para formar parte de One Direction, Josh Devine (hijo del gran vocalista Mick Devine de SEVEN).
Y recalco que desconozco su situación actual porque no suscita mi interés la prensa rosa, ni las versiones enfrentadas y toda la parafernalia que está en boca ahora de todo el mundo tras la ruptura parcial de la banda, así que no he querido más que centrarme en no dejar pasar por alto el maravilloso disco, en lo estrictamente musical, que el trio al que he mencionado con nombres y apellidos han editado este 2021, con cada mérito individual.
Si posamos nuestra atención tan solo en la superficie de los diez temas que componen este formidable álbum, a aquellos a los que les gusta etiquetar y socializar sin riesgos les será fácil decir que la historia aquí va de Modern Rock y, si además eres de la vieja guardia del melódico y no compartes o contemplas su capacidad de evolución, probablemente no darás muchas oportunidades a su refrescante propuesta, por mucho que te adelante que hay colaboraciones de la talla de Steve Perry de JOURNEY o David Paich de TOTO.
Pues siento decepcionarte, por un lado, porque si gozas de esa opinión estarás cometiendo un craso error. Por otro lado, también he de decirte que no distorsionas la realidad y llevas toda la razón, aquí hay mucho Modern Rock, pero sí que te invito a rascar más allá de la superficie y adentrarte en una labor compositiva que bebe de los más suculentos caldos del AOR más clásico y el Rock melódico, con una perspectiva completamente contemporánea y que alimenta mi fantasía de que se puede llegar más allá, que se pueden ampliar horizontes y agregar a nuevas generaciones de receptores a una causa que ya peina canas en su mayoría y que cuenta con una descompensada balanza en la que pesan más las bandas nuevas que aparecen que los propios seguidores y adeptos del estilo.
Vayamos por partes. En cuanto al Modern Rock al que evidentemente hemos de hacer referencia por su inmediatez, hallamos el vigor en sonoridades y detalles de bandas como unos FOO FIGHTER (Heaven Knows) con menos adrenalina, THE KILLERS, los últimos GOO GOO DOLLS, THRICE o incluso MUSE. ¡Que nadie se asuste! Cuando escuchas el precioso y amplio timbre de voz, cálido y melancólico, de Jules Galli, adornado por coros netamente AOR o incluso rozando el Hard melódico, puedes empezar a desenvolverte entre ellos con mayor facilidad.
Después quiero recalcar la tremenda labor instrumental del versátil Trev Lukather en riffs, arreglos, solos y pinceladas de color varías que, como hijo de su padre, combustiona a las mil maravillas con la técnica y pegada del ecléctico Josh Devine, coqueteando ambos con pasajes de relativa progresividad, contratiempos jazzísticos de leve abrasión y ornamentos individuales que denotan una calidad poco usual para su juventud. Y yo me pregunto: ¿no eran esas algunas de las características especiales de TOTO a lo largo de su compleja carrera instrumental? Pues vamos sumando puntos para la cruzada. Si además añadimos que comparten un gusto supremo para las melodías más convencionales que encajan perfectamente en cada surco de su minutero, tampoco nos distanciamos tanto de nuestro clasicismo, ¿no?
Para acabar de rematar las buenas impresiones que vamos desmenuzando, te aconsejo sumergirte en tanto sus canciones más potentes, dentro de una constante melódica sin agresividad innecesaria, como la hipnótica Automatic, como dejarte llevar por los refuerzos anímicos de On For The Night, Can´t Get Over u Ordinary (atentos a esas guitarras) cuyos estribillos son puro manjar de radio fórmula atemporal y que llevan una enorme carga Pop de los años ochenta.
Que aún así eres reacio a la propuesta, no desesperes; tiremos entonces de sus espléndidos medios tiempos, marca de la casa, y cede oxígeno a tu alma con momentos exclusivos como Ever Enough (sus coros suenan más a JOURNEY que los últimos tres o cuatro discos de la banda), las preciosas Allow, Just A Man (Gilles aún es capaz de sorprender tras un esfuerzo encomiable constante de buen gusto y potencia) o No One Above You.
Por último y de la mano de los coros de Steve Perry, la última bala que me queda para recomendarte uno de los mejores discos del año que podrás disfrutar durante jornadas enteras y veranos radiantes, Chameleon. Vital, preciosista y con tanto aroma a clásico, que ninguna distorsión fuera de tu rango generalista podrá distraerte de su sintonía.
Reitero, desconozco el presente y el futuro de la banda, pero sí soy consciente de una cosa: han de estar muy orgullosos del tiempo en el que se han mantenido juntos porque nos ha proporcionado un disco inesperado, diferente, futurible y emocionante sin perder en ni un solo segundo tanto la identidad que quieren alcanzar como de la que proceden. MARAVILLOSO.
Jesús Alijo LUX
ENGLISH REVIEW
Personally I don’t know the present and future of the band that met under the name of LEVARA in Los Angeles, formed initially for its homonymous debut by Trev Lukather on guitar, son of the mythical guitarist and leader of TOTO, the intense French vocalist Jules Galli and the percussionist who emigrated from the U.K. to be part of One Direction, Josh Devine (son of the great vocalist Mick Devine of SEVEN).
And I emphasize that I don’t know their current situation because I am not interested in the pink press, nor in the confronted versions and all the paraphernalia that is now on everyone’s lips after the partial breakup of the band, so I only wanted to focus on not overlooking the wonderful album, strictly musically, that the trio that I have mentioned with names and surnames have released this 2021, with each individual merit.
If we focus our attention only on the surface of the ten tracks that make up this formidable album, it will be easy for those who like to label and socialize without risk to say that the story here is about Modern Rock and, if you are also from the old guard of melodic and do not share or contemplate their ability to evolve, you probably will not give many opportunities to their refreshing proposal, no matter how much I tell you that there are collaborations of the likes of Steve Perry of JOURNEY or David Paich of TOTO.
Well, I’m sorry to disappoint you, on the one hand, because if you have that opinion you will be making a big mistake. On the other hand, I also have to tell you that you are not distorting reality and you are absolutely right, there is a lot of Modern Rock here, but I do invite you to scratch beyond the surface and delve into a compositional work that drinks from the most succulent broths of the most classic AOR and melodic Rock, with a completely contemporary perspective and that feeds my fantasy that you can go further, that you can expand horizons and add new generations of recipients to a cause that already combs gray hair in its majority and that has an unbalanced balance in which weigh more new bands that appear than the own followers and followers of the style.
Let’s go by parts. As for the Modern Rock to which we have to make reference for its immediacy, we find the vigor in sonorities and details of bands like FOO FIGHTER (Heaven Knows) with less adrenaline, THE KILLERS, the last GOO GOO DOLLS, THRICE or even MUSE. Let no one be scared! When you listen to Jules Galli’s beautiful and wide voice timbre, warm and melancholic, adorned by distinctly AOR choruses or even bordering on melodic Hard, you can start to unwind among them more easily.
Then I want to emphasize the tremendous instrumental work of the versatile Trev Lukather in riffs, arrangements, solos and brushstrokes of various colors that, as his father’s son, combusts wonderfully with the technique and punch of the eclectic Josh Devine, both flirting with passages of relative progressivity, jazzy counter-tempos of slight abrasion and individual ornaments that denote an unusual quality for his youth. And I wonder: weren’t those some of TOTO’s special characteristics throughout their complex instrumental career? Well, let’s add points for the crusade. If we also add that they share a supreme taste for the most conventional melodies that fit perfectly in every groove of their minute track, we are not that far away from our classicism, are we?
To finish off the good impressions that we are crumbling, I advise you to immerse yourself in both their most powerful songs, within a melodic constant without unnecessary aggressiveness, like the hypnotic Automatic, and let yourself be carried away by the soulful reinforcements of On For The Night, Can’t Get Over or Ordinary (pay attention to those guitars) whose choruses are pure delicacy of timeless radio formula and that carry a huge Pop load of the eighties.
If you are still reluctant to the proposal, don’t despair; let’s pull then their splendid mid-tempos, trademark of the house, and give oxygen to your soul with exclusive moments like Ever Enough (their choruses sound more like JOURNEY than the last three or four albums of the band), the precious Allow, Just A Man (Gilles is still able to surprise after a constant commendable effort of good taste and power) or No One Above You.
Finally, with Steve Perry’s backing vocals, the last bullet I have left to recommend you one of the best albums of the year that you can enjoy during whole days and radiant summers, Chameleon. Vital, precious and with such a classic aroma that no distortion out of your generalist range will be able to distract you from its tune.
I reiterate, I don’t know the present and the future of the band, but I am aware of one thing: they should be very proud of the time they have been together because it has given us an unexpected, different, futuristic and exciting album without losing in a single second both the identity they want to reach and the one they come from. WONDERFUL.
Jesús Alijo LUX