Hay bandas que te caen bien. Que aunque no conozcas mucho a sus músicos, te caen simpáticos, les ves honestos, buena gente… vamos, que realmente quieres que les vaya de puta madre. Por supuesto eso va unido a que te guste mucho su propuesta musical, porque si no… algo cojea. JOLLY JOKER son una de esas bandas para mí, sobre todo, desde que se pasaron por Burgos en 2021 y tuve el gusto de conocerles y disfrutarles en directo.
Los valencianos han lanzado su cuarto disco el 4 de febrero a través del sello finlandés Dark Rails Records, de título “Loud & Proud”, que ya indica por dónde siguen yendo los tiros. Aquí el rock suena bien alto y bien orgullosos que están y que estamos todos. Con varias personas que he hablado, como los grandes Jesús Alijo Lux y Fernando Fernández (del Condensarock de Fluzo), coincidimos en que es un disco pensado para dar el salto internacional, porque realmente suena a cualquiera de los buenos discos que recibimos del norte de Europa, o por supuesto a los míticos discos que surgieron en L.A. en los 80 y 90, pues está claro que el Sunset Strip fue una gran influencia para ellos. Actitud, potencia, imagen, diversión.. ¡¡MUCHO HARD-SLEAZE ROCK del bueno!!
No olvidemos que en su no tan larga carrera (empezaron en 2009) ya han compartido escenario con bandas como LA GUNS, THE QUIREBOYS, CRAZY LIX, HARDCORE SUPERSTAR, BACKYARD BABIES, DINAZTY, ADAM BOMB y han trabajado con gente como Mika Jussila en sus Finnvox Studios o con el ganador de un Grammy, Manuel Tomás quien ya grabó su anterior “Never say Forever” y también se encarga de este “Loud & Proud” de manera magistral. El sonido es sencillamente perfecto, balanceando bien entre la potencia y la suciedad de su propuesta, con una pulcritud y limpieza increíble, que hace que los temas suenen a gloria pura.
Entrando a las canciones, decir que los 3 singles que han sacado por ahora, dan buena idea del contenido del disco. “I don’t care” suena contundente, reivindicativa, guitarrera, macarra… la mejor manera de arrancar un disco de este nivel. “Sky is so high”, tiene un riff efectivo y directo, y aunque en las estrofas baja las revoluciones, solo es para resaltar la voz de Lane Lazy, quien está sobresaliente en todo el disco. Por último “Blood Velvet” es un temazo que huele a Bourbon, a bareto en Los Ángeles, y al rock a medio camino entre sexy y peligroso con el que muchos crecimos. El solo nos recuerda el por qué guitarristas como Slash nos vuelven locos. 3 Maravillas que son las 3 primeras del disco, pero tranquilos, que el resto no es relleno ni mucho menos.
El tema dónde más luce Yannick a la guitarra es para mí el tremendo “The Chance” que cuenta con unos cambios de ritmo alucinantes, sobre todo cuando se acelera y un gran solo que aporta lo que la canción le pide, sin gustarse demasiado ¡pero atacando duro! Por cierto algunos riffs pueden recordarnos incluso a los creadores del Heavy Metal, ahí lo dejo… Si el fantástico guitarrista se sale del pellejo en todo el redondo, lo de Lane es también de otro planeta. No hay más que oírle en “Fortune teller”, algo más pausada y con un estribillo muy efectivo que nos acaricia los oídos; o disfrutarle en “Motor” dónde juega con distintas texturas en su voz, subiendo más o menos a su antojo, y muy bien acompañado en los coros.
No todo son temas macarras con el foco en la potencia. “Voodoo nights” es más bailonga, con un “nananá” incorporado que seguro que funciona muy bien en directo. El tramo final a la guitarra es ideal para marcarte un “air guitar” tras un buen chupito de Bourbon. Muy distinta y brillante es “New Orleans” que cierra el disco con su piano que le da un punto colorido, entretenido y un aroma a los mejores QUIREBOYS, o incluso a algunos de los temas más bailables de los míticos “Use Your Illusion”. Un final de bandera, para un disco maravilloso, que debe poner a los valencianos en un lugar de honor dentro del Hard-Sleazy-Glam Rock nacional.
No quiero olvidarme de la base rítmica de Andy y Dani (quien debuta con los JOKER), quiénes empujan y dan empaque durante los 37 minutos del disco. Escúchales por ejemplo en la potente “Nothing’s sacred” o en “Devil’s hand”, que es la canción más corta y divertida del disco, con un tempo acelerado, que no busca ser la más macarra, si no la más disfrutable en directo; de estas de puño en alto, estribillo al cielo y empujones a tus colegas. ¡Ojalá no falte en el set-list cada vez que les vea en directo!
¿Os he dicho que es una banda que me cae bien? Se lo han ganado a pulso, guitarrazo a guitarrazo, estribillo a estribillo… Pueden mirar cara a cara a las bandas que mencionábamos al principio sabiendo que tendrían que jugar en una liga parecida.
Palabra de Metalson