IN FAITH – There’s a storm coming (Rocktopia 2014)

La clase musical que predominó por parte de los músicos británicos los años 70 en la concepción y posterior nacimiento del Hard Rock, y que más tarde puso en los 80 los cimientos del heavy metal con aquella llamada New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), hace que hablar de un grupo llegado de las islas británicas sea ya de entrada una buena marca. El liderazgo de quienes inventaron el Hard Rock sigue a mi parecer vigente hoy en nuestros días. Esa naturalidad fraseando riffs de marca y copyright inconfundible es tan notable, actual y real como que IN FAITH ha llegado con su tormenta perfecta y demoledora que seguro dará mucho que hablar.

La presentación del grupo va a ser muy rápida. Tenemos a Pete Godfrey (cantante), y Tony Marshall (guitarra – ex Contagious, Pride, Vaughn) y Pete Newdeck (batería – Tainted Nation, Newman, ex Eden’s Curse). Además de ellos, en el disco han dejado su huella músicos tan brillantes como Brooke St. James (guitarra – Tyketto), Chris Green (guitarra -Rubicon Cross, ex Pride, Furyon) y Pat Heath (guitarra – ex Furyon).

Aunque la amistad y colaboraciones de Pete Godfrey y Tony Marshall venían de lejos (1991), no fue hasta Agosto de 2013 cuando la historia del grupo comenzó a fraguarse. Todo comenzó dentro del círculo de amistad de unos de los que han hecho posible el Firefest, el festival de Rock Melódico más importante en Europa. Kieran Dargan pidió a Tony Marshall, Pete Godfrey y Pete Newdeck que escribiesen un tema que sirviera de himno al Firefest. Es en ese momento cuando finalmente empujados por la magia que rodea al Firesfest germina el proyecto In Faith.

¿Qué nos encontramos en el disco de In Faith? Físicamente tenemos once canciones y 44 minutos de muy buena música. Emocionalmente, nos hallamos frente a la explosión de unos músicos veteranos que han dado con el disco perfecto que quizá ninguno de ellos hasta ahora había grabado. Un montón de grandes ideas que han quedado grabadas en un disco intenso, melódico, rico y de un altísimo nivel.
El disco comienza con algo que ha fijado y abierto mis oídos. “Radio” empieza con un riff de guitarra al que le sigue una aceleración de gran cilindrada. Tirando fuertemente de trémolo el guitarra Tony Marshall ya nos mete en faena.
Le sigue un tema lleno de melodía. “Does It Feel Like Love” frena la moto que el grupo mostró en el primer tema para desarrollar lo que será a lo largo del disco una constante. Todos los temas tienen el gran trabajo en los coros del polifacético batería Pete Newdeck. Este hombre canta mucho y muy bien, y es que dejan ver claramente la pasión que por los arreglos vocales tiene el grupo.
Con un tono más alegre y festivo presentan “Church Of Rock n’ Roll”, que es una canción vestida de un ritmo rápido y definido para no perder la identidad y la clase.
La intensidad de los tres primeros temas se ve ralentizada con una balada típicamente británica llamada “Where I Wanna Be”. Ya en el inicio de la reseña dejé entrever mi predilección por la música de las islas. No me gustan las baladas de grupos moñas, pero sí que admiro cuando alguien toca despacio y con la virtud de quien se sabe poseedor de ese don clásico de acariciar el instrumento hasta sacar de él los sonidos más encubiertos y escondidos.

El grupo regresa con “Addicted”. Un tema fuerte y cargado de melodía en unos coros, juegos y respuestas de voces que van de canal a canal mostrando las grandes habilidades del equipo. Por momentos es darse cuenta de que están cantando a tres y cuatro voces. Al leer que Harry Hess de Harem Scarem ha estado a mezclando me ratifico en que éste es también un gran consejero aunque no haya producido oficialmente el disco.
“If That’s What Love Means” es la siguiente canción y la segunda balada, en la que a mi gusto el grupo ha abusado mucho de las formas de agrupaciones musicales más de otros estilos. No voy a dar ningún ejemplo,  pero esta canción la metería en otro tipo de grupos. Ya vamos a tener tiempo más adelante para alucinar con otro tema lento, ya.
Las siguientes canciones en sonar son “All Or Nothing” y “In Flames” que, según mi criterio, son el reflejo musical grabado en el disco con más tintes americanos en cuanto a formas y composición. En momentos he sentido como si nos fuésemos a finales de los años ochenta con grupos como Baton Rouge o Jagged Edge.

En este preciso y precioso momento comienza la canción número 9 “A Million Way”. Atentos que algo mágico va a empezar. Antes me refería a una balada que faltaba por llegar y es ésta. Cuando la he oído por primera vez ya me ha cautivado totalmente. Me faltan adjetivos para definirla. Qué maravilla y qué locura en la composición. Si escuchas la línea de voz principal, y sigues descubriendo cómo ésta va subiendo y dibujando estilizadas melodías que se adaptan donde Pete Godfrey deja su estrofa. En esos arreglos es cuando se percibe la perfecta compenetración de estos artistas de los coros. Sobresaliente la cojas por donde la cojas.

Las últimas dos canciones son la lenta y fina “Leave Me Now” y la potente “Bitter End”. Dos formas muy diferentes en las que el grupo se expresa. Lento porque saben ser pausados y estilistas y fuertes porque sus raíces están muy metidas en el Hard Rock.
Por cerrar esta reseña con una idea propia y general, quiero decir que es un excelente y genial disco hecho con todo el gusto del mundo. Un trabajo muy profesional y estudiado para convencer a los más exigentes melómanos. Aquellos que busquen y que quieran entender lo que las mentes de unos grandes compositores y músicos llevan dentro, deben escuchar este cd. Seguro que entonces caerán In Faith.

 Luis Maria Catediano

 

 

7 Comments

  1. Sólo he escuchado el tema que está al final de la crítica, ¡pero tendré que escuchar más para ver si es tan bueno como decís!

  2. Para mi disco del año en cuanto a hard-aor, que ademas es precisamente lo que hacen una mezcla de los dos estilos. Muy por encima de discos sobrevalorados, monotonos y repetitivos de este año de grupos mas conocidos. Una mezcla de calidad, garra y feeling. No es que suene a los 80, es que tiene lo que tenian muchos discos de esa decada dorada del hard-aor y que falta en estos tiempos. Es como meter los primeros discos de Bon Jovi y lo mejor de Def Leppard y de Harem Scarem y que salga algo como esto. Para mi obra maestra y el mejor disco del año de hard-aor.

    Y totalmente de acuerdo con que “A Million Way”, es un temazo de otro planeta, que destaca y es dificil en un disco con tantos temas buenos. De las mejores canciones del año.

    Saluos

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