HELIX, la apisonadora canadiense!

Ya ha llovido de narices desde que les apodaron de esa manera las revistas especializadas que babeaban con trabajos como «No Rest For The Wicked» o «Walking The Razor Edge», y aún ha llovido más desde que se formaron un lejano dia de 1974 en una ciudad canadiense cercana al area metropolitana de Ontario.

Sus primeros pasos fueron duros como los de cualquiera de su generación y no tuvieron la suerte de grabar un disco hasta 1979, cuando publicaron «Breaking The Loose», el primero de dos álbums lanzados por una independiente. «White Lazy Black Leather» fué el segundo y corrió la misma suerte que el debut.

Afortunadamente para ellos todo cambiaría en la década de los 80. Helix, con un «Line-Up» liderado por el carismático Brian Vollmer, un par de videos para la «MTV» de éxito como «Heavy Metal Love» y «Rock You», el apoyo de «Capitol Records» y dos excelentes disco de Hard-Heavy comercial («No Rest For…y Walking The Razor…») lograron situarse entre las bandas con más futuro del panorama Heavy mundial.

La banda aprovecha su momento para mostrar al mundo su incendiaria puesta en escena y para seguir escalando posiciones entre los preferidos de los «Metal-Heads» y publican otros dos buenos discos, «Long Way To Heaven» y «Wild In The Streets». Con el primero logran colarse en los primeros puestos de éxito no ya en Canada, en Suecia llegan a ser una de las bandas rockeras que más suenan en la FM y llevan su potente directo a los escenarios de aquel pais.

Pese a su insitencia y tesón, Helix no lograrán ese ansiado crecimiento en el resto del mundo, quedando en una excelente banda de segunda fila que vió como el estrellato de Guns N Roses y su tropa de clones eclipasaba toda toda posibilidad de éxito. Luego, la mala suerte se cebaría con ellos cobrandose la vida del guitarrista Paul Hackman, y aunque lo intentaron con necedad en la década siguente, ya nada sería igual…

Caído En Little Big Horn

No Rest For The Wicked 1983

Después de dos discos editados con una discográfica independiente el cambio a una multinacional como Capitol Records le sentó francamente bien a esta banda canadiense formada en 1974. Este tercer disco supone un salto cualitativo y cuantitativo importante para el grupo ya que al formar parte de dicha multinacional facilitó, por ejemplo, el acompañar como teloneros a los mismísimos KISS en la gira mundial de presentación del disco «Lick It Up» que la banda norteamericana había editado ese mismo año. Con todo lo que evidentemente conlleva, que no es otra cosa que pasar así de ser una banda que se movía básicamente en el circuito nacional canadiense a ser una banda que empezaba a codearse con bandas que jugaban en la primera división internacional de la música. Que no es poco.

El dico se editó en 1983, y está repleto de grandes temas que exudan un embriagador aroma a Rock & Roll por todos sus poros. Las canciones que conforman este fantástico disco se mueven en un arco que va desde el Hard Rock más festivo a temas de corte más metalero sin olvidarse de las baladas. Baladas que en este caso están representadas por esa maravilla que se titula «Never want to lose you» donde el grupo demuestra un gran talento para las melodías más hermosas y épicas y donde destacan sobremanera esos coros femeninos que enriquecen el tema de manera más que notable.

Entre los temas más duros del disco incluiremos a cortes como el single con vídeo incluido titulado «Heavy Metal love» o «Check out the love», una canción con un gran riff de guitarra entrecortado, o cómo no al tema que da título al disco, «No rest for the wicked», una canción dinámica, enérgica y acelerada con un gran estribillo altamente adictivo.
De entre los más duros tampoco podemos olvidarnos de esa maravilla titulada «Dirty dog», un tema con cierto tufillo sleazy que destila suciedad por todas sus notas con un gran riff de guitarra que lo convierte en uno de los puntos álgidos del disco.

El resto de canciones que componen esta maravilla se mueven dentro de un Hard Rock festivo con grandes melodías y estribillos magníficos donde el grupo se maneja como pez en el agua y entre los que destacan temas como «Let’s all do it tonight», con un estribillo que en directo invita a maltratar a las gargantas de los presentes, o la más rockanrolera «White lace & black leather, o el single «Don’t get mad, get even» que poseee uno de esos estribillos que una vez los has escuchado es imposible quitartelos de la cabeza.

Por último no quiero pasar la ocasión de destacar la maravillosa atmósfera que envuelve a todo el disco tan presente en muchos de aquellos trabajos editados a principios de los ochenta y que hacía de ellos algo tan especial y que muchos de los grupos de Metal que hoy en día sacan a la calle sus primeros trabajos discográficos tratan de capturar y trasmitir en el sonido de sus discos.
Dicho esto, y en definitiva, este disco que nos ocupa es sin lugar a dudas un gran disco que sirvió a HELIX como excelente carta de presentación a nivel internacional y que no debería de defraudar a ningún amante de aquel Hard Rock que se hacía a principios de los ochenta.

Alvaro Kintana


Walkin The Razor Edge 1984

¿Para qué cambiar algo que había funcionado tan bien?
Se debieron preguntar los miembros de HELIX cuando se vieron en la tesitura de tener que componer los temas que formarían parte del disco que diese continuidad al exitoso «No Rest For The Wicked». Y evidentemente no cambiaron nada, repitieron esquemas y patrones consiguiendo de «Walkin’ The Razor’s Edge» una prolongación natural de su disco precedente.

El disco fué lanzado en 1984 y evidentemente no nos vamos a encontrar con ninguna sorpresa no deseada si lo que andamos buscando es un Hard Rock festivo con estupendas melodías y grandes estribillos comerciales de esos que entran a la primera escucha. Un disco en el que los siete primeros temas son de sobresaliente alto, desde el comienzo con «Rock you», todo un himno metalero de ritmo pesado y muy marcado especial para levantar los puños en los conciertos y a la larga el mayor hit del disco, hasta «My kind of rock», todo un temazo Hardrockero con un estribillo estraordinario, nos encontramos con todo un ramillete de canciones en las que HELIX nos demuestran que son unos genios construyendo melodías, estribillos y riffs de guitarra de alta escuela.

Y es que es muy difícil destacar algún tema por encima de los demás, quizás el single con doble vídeo (uno para todos los públicos con chicas en bañador y el otro con las mismas chicas pero en topless hecho por encargo para la revista Playboy) «Gimme gimme good lovin’ sea el más destacado al ser el más melódico del disco y poseer el estribillo más comercial de todos, pero es que «Young & wreckless», «Feel the fire» o «When the hammer falls» nada tienen que envidiar al anteriormente citado, todos poseen maravillosas melodías, enérgicos riffs de guitarra y comerciales estribillos altamente adictivos.
La balada del disco «(Make me do) Anithing you want» quizás adolezca un poco de la magia que desprendía la del anterior disco, pero no cabe duda de que es un buena canción que gana enteros gradualmente con las escuchas.

Para terminar el disco están «Six strings, nine lives» y «You keep me rockin'», el primero de ellos en una onda más metálica y con un estribillo muy quedón, para no variar, y el segundo con una intro suave y de maravillosa melodía que desemboca en otro buen tema de Hard Rock.
Para mi merece una mención aparte el tema «Animal house» con un riff de guitarra muy reconocible y un estribillo que parece extraido de las entrañas del mismísimo Ted Nugent (o eso me parece a mi) es uno de mis favoritos del disco.

Bueno, lo dicho, un gran disco que sigue la senda trazada por su predecesor y que lo único que cambia con respecto al «No Rest For The Wicked» es la entrada de un nuevo miembro en la banda, abandonó el barco el bajista Mike Uzelac y en su lugar entró Daryl Gray, por lo demás nada nuevo bajo el sol. Afortunadamente.

Alvaro Kintana Urrestarazu


Long Way To Heaven 1985

Con este «Long Way To Heaven» los Canadienses intentaron seguir con la senda triunfal y para ello optaron por comercializar su sonido ya de por si comercial pero no lograron reverdecer los laureles de su anterior plástico pese a las buenas canciones de este trabajo. Si se quiere ver estamos ante un disco con ciertos chispazos Aor como el de la inicial «The Kids Are All Shakin» (Cuenta también con un divertido video clip) o el del primer single, el super ochentero «Deep Cuts Th Knife» que logró cierta repercusión en las listas de su pais. El resto del material estaba a la altura de lo mostrado en sus dos anteriores rodajas sónicas pero sin el elemento sorpresa de aquellos. De todas formas me sigue pareciendo un trabajo encantador desde su misma portada y fué el primer disco que me compré de la banda,cosa que cuenta bastante para mi.

«Ride The Rocket» es el típico himno de banda Heavy americana ochentera y junto al tema que da título al disco (Un temazo por cierto) no faltaba nunca en los conciertos de aquella gira junto a los Accept y Keel. Otra de mis preferidas y ya no solo del disco sinó de la discografia de la «Apisonadora Canadiense» es la incendiaria y nunca mejor dicho «House On Fire»repleta de todos los clichés facilones y «Jebilongos» que tanto gustaban, con unas guitarras muy buenas y un Brian Vollmer sensacional.

«Christine» y «Whitout You» vuelven a coquetear con el tan de moda a mediados de los ochenta Aor pero sin pasarse del todo y vuelven a pisar a fondo en las tres últimas canciones del disco. «Dont Touch The Merchandise» no deja de ser un tema menor en la discografia de Helix y tampoco creo que «Schoo Of Hard Knocks» o la final «Bangin Off-A-The Bricks» estén entre las más recordadas por sus fans pero son dos temas resultones,con gancho y fuerza para terminar un disco digno y entrañable de una época que siempre es bueno recordar por la cantidad de discos con canciones nada pretenciosas y divertidas como este «Long Way To Heaven».

Caido En Little Big Horn


Wild In The Streets 1987

Cuando pienso en 1987 me vienen a la cabeza el debut en largo de los Guns N Roses, el «Hysteria» de los Def Leppard y «1987» de los Whitesnake. Tres discos que se vendieron como churros y que cambiaron en buena parte al Rock Duro a partir del momento en que se publicaron. Lo bueno de aquel 1987 fué la cantidad de grandes trabajos que publicaron grupos como Dokken, Mötley Crüe o por qué no decirlo, Helix.

«Wild In The Streets» es posiblemente el disco menos popular del cuadrado mágico que los canadienses publicaron en los 80, pero es mi preferido. No creo que la banda opine lo mismo. La grabación del álbum en Gran Bretaña fué un pequeño infierno para los del Canadá. Dos productores, Un manager que les obliga a grabar versiones de Nazareth y los FM, presiones de la discográfica…demasiado para una banda que llegaba de mala gana a un estudio de grabación y con solo seis temas nuevos bajo el brazo.

Pero afortunadamente y aunque el disco ya no funcionó tan bien en los mercados como los anteriores, Helix salían airosos con «Wild In The Streets». Y es que mientras las bandas más rockeras empezaban a dulcificar en esceso su música, los Helix le daban un nuevo empujón. La apisonadora volvía a estar engrasada y a su paso castigaba más rockera que nunca.

Títulos que pregonan de que va este disco como «Never Gonna Stop Rock» o «Wild In The Streets» se hacen fuertes riff a riff. Las guitarras y los estribillos gamberros de «What ya Bringin´To The Party» y «High Voltage Kid» patean nuestros culos con fuerza. Tan solo la balada «Dream On», originalmente grabada por los escoceses Nazareth da un pequeño respiro.

«Wild In The Streets» no fué el disco definitivo de aquel año pero canciones como «Give Em Hell» irradian ese buen rollo que ofrecía el Hard Rock fiestero de aquella mágica época. Brent Doerner y Paul Hackman garantizaban solvencia a la banda con sus riffs y Brian Vollmer se ganaba al personal con su voz carismática y su simpatía. Era un buen «Entertaiment» que lo dejaba todo en el escenario, las volteretas que se marcaba eran uno de los puntos fuertes de su puesta en escena. En este disco vuelve a dar hasta la última gota colaborando en que «Shot Full Of Love» o «Love Hungry Eyes» no sean dos simples y mortales temas de Rock Duro jebilongo.

Aunque este disco fué reeditado por la propia banda hace unos cuantos años, «Rock Candy» lo ha vuelto a poner en el mercado en una de esas reediciones a todo lujo. Al igual que «Long Way To Heaven», que pasan a completar el catálogo iniciado por «No Rest For The Weekend» y «Walkin The Razor Edge». Los cuatro discos más importantes de un largo camino a….

Caído En Little Big Horn