El pasado día 30 de abril, en el Palacio de Vistalegre de Madrid, tuvimos la suerte de poder asistir al regreso de la legendaria banda de metal progresivo Dream Theater, acompañados en esta ocasión de un invitado de lujo, que era nada menos que el gran Devin Townsend.
Aunque la afluencia de público quizá quedó algo lejos de lo esperado teniendo en cuenta los protagonistas, el Palacio de Vistalegre lucía visualmente bastante completo, ayudado eso sí por las lonas que cubrían gran parte de la grada. Tras el obligado parón por culpa de la maldita pandemia, están siendo unos meses con mucha oferta de conciertos y eso, seguramente, está mermando la venta de entradas.
Justo a la hora prevista por la organización, y tras una breve introducción instrumental, el canadiense Devin Townsend junto con la banda que le acompaña en esta gira, en formato cuarteto, salió al escenario. Con una escenografía muy minimalista para lo que acostumbra, los músicos tomaron posiciones y tras unas breves palabras de bienvenida, con broma en castellano incluida, comenzaron la interpretación de “Failure”, tema que pertenece a álbum «Trascendence» de Devin Townsend Project.
Si algo tiene Devin Townsend es capacidad más que demostrada para fusionar estilos pero, curiosamente, al mismo tiempo todos sus temas, sean del proyecto y época que sean, suenan perfectamente cohesionados entre sí.
Así, durante aproximadamente una hora de concierto potente y cañero, a la vez que melódico, presentando temas de toda su carrera, como fueron “Kingdom”, segunda canción del concierto, o recordando viejos tiempos con el clásico de Strapping Young Lad, “Aftermath”, que sonó como un cañón, o una de mis favoritas como es “March of the Poozers”, el canadiense que es todo un espectáculo de gestualidad e interpretación facial, se despidió con el tema “More”, consiguiendo dejar un gran sabor de boca entre los allí presentes y el ambiente más que preparado para el plato principal.
He de reconocer que iba al concierto con ciertas dudas. Dream Theater fue, durante muchos años, una de mis bandas favoritas, siempre dentro de las cinco primeras. Pero en los últimos tiempos, sus lanzamientos no llegaron a cautivarme de la misma manera que lo hacía. Cada nuevo disco era una sorpresa. Siempre había algo distinto. Sin embargo, con los más recientes, eso no me ha sucedido.
Pero en directo es otra cosa. Cuando asistes a un concierto de Dream Theater sabes lo que vas a ver y escuchar. Lo resumo en una sola palabra. Música. Así, tal cual. Dream Theater es la música. Desde la primera nota que suena, es difícil no quedarse embobado. Te atrapa por completo.
De nuevo con exquisita puntualidad, y también con una pequeña introducción, la banda subió al escenario. Intentar describir con palabras la música de Dream Theater, se me antoja imposible. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que disfruté de su directo, aquella vez acompañados de Symphony X, y desde el primer instante, con unos cuantos años y vivencias acumuladas, como si el tiempo se hubiera detenido, me sentí de nuevo cautivado como aquel día.
Escribía en el párrafo anterior que describir con palabras la música de Dream Theater es complicado. Pero describir lo que ofrecen en directo es sencillo; tanto que, de nuevo, me atrevo a utilizar una sola palabra: perfección. Son absolutamente impecables en la ejecución de cada uno de los temas. Así, desde el primero, que en esta ocasión fue “The Alien”, que también abre su último trabajo “A View From the Top Of the World”, me hicieron sentir empequeñecido ante tal demostración de calidad. Es sencillamente absorbente escuchar música de tal calibre, acompañada de forma absolutamente milimétrica por un juego de luces fabulosas y unas imágenes proyectadas en la pantalla trasera que hipnotizan.
Hubo poco espacio para los temas más clásicos de la primera etapa de la formación. El segundo en ser interpretado fue precisamente uno de ellos, “6:00”, que también abría su legendario “Awake”. Por comparación, quizá aquí sí pude notar que James LaBrie anda bastante más justo de voz y sufre mucho en algunos momentos puntuales. Sin embargo, por el tipo de composiciones que ofrecieron, apenas repercutió, ya que se basa en su mayor parte en pasajes instrumentales, durante los cuales el vocalista tenía tiempo incluso de salir del escenario durante algunos minutos.
Venían a presentar su último trabajo y casi la mitad de los temas elegidos formaron parte del mismo. “Awaken the Master” fue el siguiente en ser interpretado.
Pero, antes de regresar a A View From The Top Of The World, con “Invisible Monster”, de su magnífico «Train Of Thought», incluyeron “The Endless Sacrifice” y “Bridges in the Sky” de «A Dramatic Turn of Events”.
Con la extraordinaria “About to Crash” de «Six Degrees of Inner Turbulence», tras algo más de una hora, y a falta de tres temas, llegábamos aproximadamente a la mitad del concierto.
¿Tres temas? ¿Casi una hora? Esto es Dream Theater. Poca gente que conozca la banda, sobre todo en su última etapa, creo que se sorprenda.
“The Ministry of Lost Souls”, de Systematic Chaos y sus quince minutos de duración, y los veinte tanto del tema que da título a su último disco “A View From the Top of the World” como de “The Count of Tuscany”, con el que se despidieron tras una breve salida del escenario tras el anterior, finalizaron un concierto en el que no pude más que quedarme, como decía, hipnotizado desde que comenzó. Sin duda, Dream Theater ha logrado que me reconcilie con ellos.
No quiero terminar sin agradecer a Madness Live! la amabilidad y la profesionalidad con la que nos trataron, una vez más, en todo momento.
Daniel Arriero
Setlist Dream Theater
The Alien
6:00
Awaken The Master
Endless Sacrifice
Bridges in the Sky
Invisible Monster
About to Crash
The Ministry of Lost Souls
A View From the Top of the World
Bis
The Count of Tuscany