DOWNLOAD FESTIVAL MADRID 2018 – Crónica sábado

Foto: Sergio Albert

Último día de festival, cansancio, mucho cansancio acumulado pero muchas ganas e ilusión por ver lo que quedaba por delante. No sé si calificarlo de día estrella pero desde mi punto de vista por los nombres de cartel, lo era, con mucha diferencia. Esta vez no había excusas, había que llegar pronto y eso es lo que hicimos dispuestos a disfrutar el primer gran nombre Shinedown.

 

Foto: Alfredo Arias

 

Me podéis decir lo que queráis pero los de Florida fueron con muchísima diferencia lo mejor de todo el festival, no me refiero a bandas “menores”, me refiero a todo el festival entero, grandes nombres incluidos. Los poco más de cuarenta minutos que se marcaron Shinedown bajo un sol matador fue de lo mejor que he visto este año. La única palabra que se me ocurre es BESTIAL, con mayúsculas. Una actitud impresionante, un grupo asombroso y unas ganas de comerse el festival con patatas que nos dejaron literalmente para el arrastre a todos. La conexión que tuvieron con el público fue realmente mágica, nos hicieron saltar, gritar, cantar, Brent bajo del escenario para darse una vuelta por el pasillo central a saludar al público y todo eso con la normalidad del que va a por el pan todos los días. “Sound of Madness”, “Cut the cord”, “Enemies” o “Second chance” fueron algunos cortes de los que sonaron y que se pasaron volando, un visto y no visto. Grandiosos Shinedown, una auténtica lección, como se nota cuando una banda sale a comerse el mundo.

 

Foto: Alfredo Arias

 

Ya lo siento, mucho, por Baroness que fueron los siguientes en aparecer en el Stage 1 pero es que después de ver lo que había visto su actuación me pareció sosa y sin brillo. Quien sabe, quizás si les hubiera visto antes mi opinión sería distinta pero es que mi mente no podía aun reacción en condiciones después de lo vivido momentos antes. Estaba sonando “March to the sea” y “Shock me” pero yo aún seguía escuchando el “Unity” de Shinedown una y otra vez. Correctos, Baroness estuvieron correctos, bien, no puedo ponerles peros, quizás el único pero a su actuación sea para mí por no haber sabido reaccionar y cambiar rápidamente el chip en los cinco minutos de descanso entre un show y otro.

 

Foto: Alfredo Arias

 

No nos dio tiempo a movernos por que inmediatamente comenzó la descarga de Hellacopters en el Stage 2 que una vez más sonaba bastante mejor que el principal, una lástima. Nick es una auténtico espectáculo en el escenario, se hace realmente enorme, su presencia escénica llena por completo el concierto y eso no es nada fácil decirlo cuando tienes a tu vera a un tal Dregen (Backyard Babies) que siempre hace que desvíes la mirada hacia él. Desde el comienzo de su show con “Hopeless Case of a Kid in Denial” sembraron la duda de si los papeles entre el escenario 1 y el 2 estaban cambiados. Sin ninguna duda después de tres conciertos del sábado las bandas del segundo escenario habían demostrado mucha más hambre y ganas que los del principal, algo que confirmo Volbeat a continuación.

 

Foto: Alfredo Arias

 

Ligero desplazamiento y como os hemos comentado hace un momento, Volbeat a escena. Tramite puro y duro, esa fue la descarga de Volbeat, sin alma ninguna. Show de festival para cubrir el expediente que no queda deslucido por que los daneses tienen una buena lista de grandísimos temas que además se han convertido en himnos ya que son rápidamente reconocibles y fáciles de tararear. “The devil’s bleeding Crown”, “Sad man´s tongue” “Dead but rising” o la brutal “Lola Montez” por poneros algún ejemplo, y claro, con esos antecedentes tienes que divertirte si o si, no te queda otra. Por si teníais alguna duda no, no se dejaron la versión del “I only wanna be with you” en el tintero y el cierre como no podía ser de otra manera fue con su tema bandera “Still counting”. Muy correctos, descarga de festival, una hora de diversión muy agradable, sin más, Volveat son para verlos en sala y con su show, lo tengo claro.

 

Foto: Sergio Albert

 

Llegamos a los nombres fuertes de la noche, Judas Priest, Stage 2, error, una vez más escenario equivocado aunque teniendo en cuenta el sonido, mejor que así fuera. Inmensos Judas, con poco más de una hora los de Halford, que está en un estado de voz impresionante se llevaron de calle al público lo que una vez más me da la razón en la afirmación de que actualmente la gente no quiere grupos nuevos, quiere lo de siempre, lo clásico, y eso no es malo pero si es triste, muy triste porque no tardando mucho todos esos nombres no estarán en los carteles y entonces ¿Qué va a pasar?. Volviendo a la descarga de Judas Priest, visualmente fue impecable pero nostálgicamente el mirar al escenario y ver a Halford y Ian Hill “huérfanos” de compañeros te hacia torcer un poco el gesto. Por mucho que “Firepower” sea un gran disco todo esto cobra sentido cuando empieza a sonar “Turbo lover” aunque fuera una versión descafeinada con un tono más lento y un Halford prácticamente recitando más que cantando. Y si con ese tema todo empezó a cobrar vida, sin duda la parte final del concierto dinamito la Caja Mágica. Un “Painkiller” asombroso, quizás demasiado perfecto por parte de Halford y moto a escena para “Hell bent for leather”, pero la locura de verdad y la emotividad llegaron cuando en los bises el bueno de Tipton hizo su aparición para hacer “Metal Gods”, “Breaking the law” y “Living after midnight”. Enormes Judas Priest aunque me dejaran con la espinita de no poder haber visto ni un tema a In This Moment que estaban a la misma hora en el Stage 3.

Llegaba el punto fuerte de la noche, la golosina que hacía de esta edición del Download 2018 algo único y seguramente irrepetible, una autentica leyenda que está despidiéndose de los escenarios, Mr. Ozzy Osbourne. El recinto de la Caja Mágica estaba absolutamente a rebosar y no hizo falta más que el video de introducción con una pequeña historia de Ozzy para poner absolutamente patas abajo todo. ¿Puede una simple frase volver loco a más de 35.000 personas? Si te llamas Ozzy Osbourne y la frase es “Let the madness begin” ya os puedo asegurar que sí. Fue “Bark at the moon” la que dio comienzo a esa histeria colectiva, seguida por “Mr.Crowley” y el primer corte de Black Sabbath de la noche, “Fairies wear boots”.

Impresionante la banda que lleva Mr. Ozzy, pero sobre todo el poder ver a Zakk Wylde ataviado con falda escocesa tocando temas como “Suicide solution”, “No more tears” o “War pigs” es un auténtico orgasmo continuo para tus sentidos. No tenía mucha confianza en cómo me iba a encontrar vocalmente hablando a Ozzy y tengo que deciros que me sorprendió muchísimo para bien, esta fantásticamente, dentro de lo que siempre ha sido su nivel, ojo, no me malinterpretéis, estamos hablamos de un cantante de 69 años que ha estado prácticamente toda su vida sobre un escenario. Es espectáculo visualmente es perfecto y muy elegante, únicamente una enorme cruz en el centro, mucho colorido y laser que creaban un ambiente mágico.

Pero no todo iba a ser bueno, soy de los que babean viendo a Zakk Wylde tocar pero me resulto excesivo los más de 15 minutos de solo sin la presencia de Ozzy que para terminar de rematarlo concluyeron con más solos, esta vez a cargo de Tommy a la batería, que sí, que es muy grande pero estas demostraciones sobran por mucho que la voz de Ozzy tenga que descansar, cargarte así veinte minutos de show matan a cualquiera. Menos mal que no es nada que no pueda hacerte olvidar un “Shoot in the dark” o un “Crazy Train”. Para los bises dejo la emotiva “Mama, I’m coming home” para despedirse con “Paranoid”. Luces y sombras en la descarga propiciadas por el largo descanso vocal pero aun así la nota del concierto es alta, muy alta. La leyenda continua viva.

 

Foto: Alfredo Arias

 

Foto: Sergio Albert

 

 

Foto: Jose Alberto Puertas

 

Ya con algo más de calma decidimos intercalar escenarios sin presión, L7, 77, Carcass y cerramos un rato con Angelus Apatrida. A grandes rasgos podemos deciros que L7 sufrieron la desbanda de Ozzy, se les presto poca atención aunque ellas hicieron su trabajo, correctas. Los catalanes 77 fueron vistos por la mitad de la audiencia que tenían en frente del stage 4 sentados tranquilamente pero ellos estuvieron muy brillantes, aparición de la monja de la portada de su último disco incluida para regocijo masculino. Carcass lo poco que les vimos casi dislocan la cabeza de algún asistente, sonaron realmente bien. Y la despedida de Angelus Apatrida en el escenario principal, genial el guiño del festival a las bandas nacionales, sin ninguna duda si hay una banda actualmente que se mereciera dicho honor esos son Angelus Apatrida que están consiguiendo una gran reputación tanto en nuestro país como más allá de nuestras fronteras.

 

Foto: Alfredo Arias

 

Hora de bajar el telón, se acabó la edición 2018 de este Download Madrid con una nota muy alta y con un cansancio del que cuesta recuperar. Ahora hay que asimilar todo lo vivido, reposarlo y guardarlo muy bien en la memoria porque hemos tenido conciertos inolvidables, Shinedown, con luces y sombras como Guns n’ Roses, muy emotivos en el caso de Judas Priest, y seguramente irrepetibles como el de Ozzy Osbourne. Hasta el a;o que viene Download.

Crónica: Raúl Blanco – Foto cabecera Halford: Sergio Albert

Setlist Ozzy Osbourne

Bark at the Moon
Mr. Crowley
I Don’t Know
Fairies Wear Boots
Suicide Solution
No More Tears
Road to Nowhere
War Pigs
Solo Guitarra/ BaterÍa
I Don’t Want to Change the World
Shot in the Dark
Crazy Train

Encore:

Mama, I’m Coming Home
Paranoid