¿Quién dijo que los lunes son tristes? hoy no puedo estar de acuerdo con Mr. Bob Geldof, hoy si me gustan los lunes. Se que esto puede sonar mas a final de una crónica, pero es que la sonrisa de mi cara hace que tenga que decirlo ya, no puedo aguantármelo más, y es que, menudo bolazo se marcaron tanto The Riven como Dead Lord. Sin ser seguidor acérrimo de ambos, os puedo asegurar que me dejaron pegado a la pared como esas maravillosas fotos que adornan la acogedora Sala Rockville de la capital del reino.
Todo fue con una puntualidad impecable y a las 20:30 ya estaban sobre las tablas The Riven. Yo no se que le echaran en el agua a los suecos, pero cuando crees que no pueden sorprenderte más, que ya no puede salir otra banda con talento en un tiempo, pues eso, que te comes tus palabras. La mezcla de Hard Rock con tintes clásicos setenteros hacen que el grupo tenga una precisa y preciosa mezcla de melodía y ambientación realmente maravillosa. Totta (vocalista) te hipnotiza y seduce para después jugar contigo a su antojo, eres una marioneta para ella, pero es que si tu vista se consigue alejar de su embrujo te quedas atrapado en una época anterior, esas de cualquier tiempo pasado. Y es que la banda que se presentó ante un público con escaso conocimiento hacia su, aun corta, carrera consiguió que al finalizar el show gran parte de los presentes saliera de allí con uno, o sus dos discos, bajo el brazo. Si no los vistes, el 12 de abril comienzan en nuestro país una gira como cabezas de cartel que los llevara a tocar en doce ciudades, así que, a buen seguro los tendrás cerca de tu casa, no te los pierdas.
Una hora mas tarde, 21:30 era el turno para Dead Lord. Pues eso, esto como como el Brasil de los setenta de futbol, es que miras al país escandinavo con una envidia suprema, no te queda otra, y además piensas, la cantidad d grupos que no conozco y jamás llegare a conocer y que seguramente me dejarían con la boca abierta. Pues en esa estamos, escuchar en tu casa a Dead Lord esta genial, es curioso, gusta, es agradable…disfrutarlos en directo es pasar a otro nivel, como si llegaras a la ultima fase de ese videojuego imposible, no puede ser mas excitante. Hakim es una mezcla entre Jim Carrey y Phil Lynnot, y ahora que acabo de esquivar tu primer tomate, lo de Lynnot es por el sonido de la banda que en ciertos momentos y si cierras los ojos puedes pensar que algo huele a “Irish” en el ambiente.
Y es que si no me creéis podéis escuchar “Messin´ up” de su ultimo lanzamiento “Surrender” y ya estoy seguro de que me vais a dar la razón, pero es que, si hubierais tenido la tremenda suerte de escucharla anoche, mucho mas sucia y húmeda de lo que suena en el álbum, estaríais ahora mismo babeando aun y con ganas de pedir a gritos una pinta de Guinnes. Que tremendo frontman este Hakim, menudo “personaje” en el gran y tremendo sentido de la palabra. Es todo un espectáculo de muecas y gestos divertidos que acompaña de una maravillosa técnica a las seis cuerdas y una muy personal voz, sin filtros. Tremendo.
Dead Lord, toda la banda, son, por fin, algo nuevo, y se me hace raro escribir esto porque ¿Cómo demonios puedes llamar “nuevo” a una banda que en algunos momentos te recuerde a algo tan grande como “Thin Lizzy? Pues precisamente por eso, porque hace mucho que una banda no suena tan añeja como un whiskey macerado con mimo en las Highlands. Los suecos se centraron en el mencionado “Surrender” pero no quisieron dejar pasar la oportunidad de presentar los temas de su nuevo EP, y al llegar los bises tuvimos la gran suerte de escuchar “Dystopia”, si no la conoces ya estas tardando en irte a Spotify a escucharla, y ese puñetazo en toda la cara que es su versión de D.A.D de su aclamado himno “Sleeping my day away”, sin, con sabor a roble.
Vale, has cometido una estupidez tremenda, has dejado pasar la oportunidad de disfrutar como un enano de un lunes como pocos, de gritar, botar y sudar en una noche fría, de disfrutar como pocas veces, vestido. Ya la has jodido una vez, dicen que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, tu mismo, pero yo que tu estaría mas que atento por si estos malditos suecos pasan por tu ciudad. A mi luego no me vengas con llantos, cuando no puedas verlos de nuevo en un recinto en el que casi te salpique su sudor te llevaras las manos a la cabeza, y yo, estaré descojonándome de ti en tu cara.
Crónica y fotos: Raúl Blanco