CROBOT – Something Supernatural (Nuclear Blast 2014)

Cuando un single no nos da un adelanto de lo que está por llegar, sino una plantilla de lo que vamos a encontrarnos en otras diez canciones, algo debe de estar fallando. CROBOT, golpearon fuerte hace unos meses con un excelente single, Nowhere to Hide, que prometía un lanzamiento para tener en cuenta.
El cuarteto norteamericano fue fichado por Nuclear Blast, y eso ya hacía presagiar lo mejor, ateniéndonos al buen criterio que el sello está desarrollando a la hora de contratar a sus rockeros. Guitarras machaconas y estribillos salvajes, acompañados de una producción nítida y un vídeo en el que se había invertido una buena pasta, se mostraron como buena carta de presentación para la continuación del EP publicado poco antes. Crobot podrían dar la sorpresa. Pero no.

Los once temas que componen “Something Supernatural” son tan parecidos los unos a los otros que escucharlos de corrido se hace trabajo arduo. Los mimbres son buenos: unos riffs pesados pero originales y un vocalista que quizá se pase de gritón sobre una base rítmica tan agresiva como certera. Los hermanos Figueroa, bajista y batería, ponen el toque más reconocible a una banda que, como ocurre a menudo cuando se trabaja un sonido, termina por encasillarse en un sonido. En este caso, el metal pesado (en todos los sentidos) del que no se salen en ninguna de las once canciones. Sólo algún amago, en la estimable “La Mano de Lucifer”, engaña al escuchante con distintas intensidades.
Y las ideas son buenas, pero no es posible mantener el nivel ni el interés cuando la máquina está funcionando a máxima potencia durante cuarenta minutos. A tal nivel, no hay lugar para matices ni para reposar lo que nos están metiendo por el oído. El cansancio se hace palpable hacia la tercera canción, y para cuando uno ha llegado a la mitad del disco las dudas empiezan a emerger. Hacia el final, uno ya sólo está pensando en lo siguiente que se va a poner.

En definitiva, un single que merece la pena escuchar y otros diez cortes sin demasiada relevancia para los que se necesita mucha paciencia.

Julen Figueras