Tenía muchas ganas de escuchar el nuevo trabajo de los suecos Brothers Of Metal, tras el buenísimo sabor de boca que me dejó su anterior “Prophecy Of Ragnarok”, que fue uno de los mejores discos de power metal épico y melódico de 2017. Si tenéis la oportunidad de escucharlo que sea la versión con catorce temas, ya que alguno de los extras, son de lo mejor de aquel debut. Sé que la escena del metal de guerreros y batallas, tiene la misma cantidad de adeptos que de detractores, pero creedme si os digo que ese primer disco de la banda fue un auténtico soplo de aire fresco dentro del estilo.
La banda consta nada más y nada menos que de ocho miembros: tres vocalistas, tres guitarras, bajo y batería, siendo el terreno vocal, el aspecto más interesante en mi opinión. Sus temas no son excesivamente complicados, pero consiguen imprimirles una magia muy especial, enganchando rápidamente al oyente a través de unas melodías y estribillos fabulosos. Son sus habituales duelos y combinación de voces, unas masculinas en tono agresivo y semigutural, con una de las voces femeninas más impactantes que he escuchado nunca, los aspectos más cautivadores de su propuesta.
Su nueva obra continúa el sendero de temática vikinga de su primera entrega, pero con alguna diferencia reseñable. El estilo se ha tornado un poco más sinfónico y algo menos metalero, lo que les acerca un poco más a los estándares del género. Esto disminuye ligeramente su personalidad, aunque no llega a ser preocupante. Simplemente renuncian a una parte de esa autenticidad y firmeza primigenias, a cambio de mayor elaboración y variedad en las canciones. A pesar de que la calidad sigue intacta, digamos que todo está más calculado hacia lo que los fans pueden esperar de ellos, dotando a los temas de una mayor madurez, en detrimento de la espontaneidad con la que sorprendieron en su primer disco.
Vayamos pues con los temas. Tras una intro, muy en la línea de las de Christopher Lee en Rhapsody, titulada “Brood Of The Trickster”, arrancan con “Powersnake”, con unos coros y estructuras muy a lo Manowar, con fuerza, pero manteniendo un alto grado de contención a través de las dialogantes líneas vocales. Un tema muy épico que actúa como el perfecto elixir que insufla la energía necesaria para la batalla.
“Hel” es el tema más oscuro del disco, donde se aprecia un acercamiento al metal melódico actual, con unos ritmos algo más pesados, y con un atrayente estribillo, que muestra un brillo especial que contrasta con las sombras de las partes más agresivas.
“Chain Breaker” es un corte curioso porque no tiene mucho que ver con el resto, y que corrobora esa tendencia hacia sonidos algo más familiares. En él observamos la sombra de los primeros Battle Beast planeando casi por toda su extensión. Heavy metal sin complicaciones, con un rollo muy ochentero, que seguramente funcionará muy bien en directo.
Pero donde mejor se desenvuelve esta banda es en los medios tiempos como “Kaunaz Dagaz”, donde el nivel compositivo en cuanto a melodías es impecable. Es de esos temas que te llegan al corazón, y que te atrapan inmediatamente por sus vaivenes emocionales. Impresiona sobre todo voz de Ylva Eriksson, que aunque va casi todo el rato a dúo con la agresividad del vocalista Joakim Lindbäck Eriksson, adquiere el protagonismo absoluto por su estremecedora belleza e impecable técnica.
En “Theft Of The Hammer” suenan más belicosos, con un ritmo potente de cadencia casi marcial, y en el que se destapan con un estribillo bastante sobrio pero muy efectivo. Es de esos que se te graban al instante, y que solo las bandas con auténtico talento confeccionan casi sin despeinarse.
“Weaver Of Fate” es la balada del disco. Con aires folk, nos traslada a un lugar remoto donde reinan la armonía y la tranquilidad. La voz de Ylva es el sol que ilumina ese paisaje imaginario, regando todo con su delicada hermosura.
“Njord” recupera ese tono metalero con cierto aire vikingo que es una de sus señas de identidad. Con guitarras marcadas y coros grandilocuentes, es otro de los temas que seguro que encandilará a sus seguidores en los conciertos. Sin embargo, creo que tiene una pequeña pega, y es ese parecido más que razonable en algún momento, con sus compatriotas Sabaton.
“Emblas Saga” es sin duda uno de los mejores cortes de todo el trabajo. Con numerosos cambios de ritmo y de registros, podría incluso englobarse dentro del terreno progresivo. Es la prueba palpable del importante salto evolutivo en cuanto a calidad instrumental y compositiva de la banda. Aunque no es tan melódico e inmediato como el resto, es un buen punto de partida para seguir este camino en el futuro.
El título de “Brothers Unite”, ya deja entrever que estamos ante un himno de hermandad vikinga. Con los coros pertinentes y ese ímpetu a golpe de melodías épicas, es de esos temas que invitan a levantar el puño y brindar con un buen cuerno de hidromiel en la taberna.
En “One” vuelven a deleitarnos con esa faceta melódica que tanto me gusta de ellos. Es otro medio tiempo donde la emotividad de las líneas vocales y armonías, llegan a conmover de manera inevitable. La combinación de voces, su tono cargado de sensibilidad, y un estribillo para enmarcar, consiguen que asome una gran dosis de emoción mientras se escucha.
“Ride Of The Valkyries” es otra muestra de su habilidad para calcular donde tiene que ir cada tema. Después de tocarnos la fibra emotiva con el anterior, llega esta rápida descarga de adrenalina power metalera, que termina de infundir en nuestro interior todo el poder vikingo, logrando que alcancemos un estado de euforia guerrera que nos deja prácticamente exhaustos.
Finalizan con “To The Skies And Beyond”, otro himno imperecedero, en el que unas melodías absolutamente memorables nos emplazan para el siguiente capítulo. Es como si fuera un hasta luego con esta mezcla de ritmos positivos y de incertidumbre por no saber cuándo nos volveremos a ver. De nuevo el estribillo, comandado por la increíble voz de Ylva, es la dosis de emoción necesaria, para que esperemos deseosos su nueva entrega.
Resumiendo, estamos ante un trabajo que tiene mayormente luces, con alguna pequeña sombra intercalada. Siguen siendo maestros de las melodías, sobre todo en los temas donde el protagonismo lo ostenta Ylva Eriksson, una de las mejores voces femeninas que he escuchado últimamente. Yo que la banda me pensaría muy seriamente que fuese la única voz principal, ya que el incremento de calidad cuando esto sucede es considerable. Su metal melódico de corte épico, lleva implícito una gran carga emotiva, que no suele ser habitual en este tipo de bandas y en mi opinión es lo que les hace sobresalir del resto, y ser únicos en su propuesta. Si a esto le añaden ese toque técnico y algo más elaborado que hemos visto asomar en algún momento auguro un gran futuro para estos suecos.
RATE/NOTA: 8/10
Enrique Gallardo