“People, people, your attention please / I need to tell you about a new disease” (“Atención, por favor, les tengo que hablar de una nueva enfermedad”). A pesar de que la letra no estaba escrita pensando en el dichoso Covid, es perfecta para empezar el disco con la impresionante “Ringin’ in my head”, su mejor tema en años. El tema lo escribió Chris Robertson hace 4 años y habla de las enfermedades mentales y de la importancia de pedir ayuda para superarlas. La intensidad con la que lo canta puede derivar del hecho de que él mismo ha sufrido depresión y ansiedad extrema. Tema marca de la casa, pero aderezado con un magnífico trabajo a las guitarras solistas de Chris (intensísimas), que elevan el tema de una manera exponencial.
Que el disco se acabara de grabar en marzo, con el virus golpeando en muchos países y asustando y confinando al resto, habrá influido seguro en el sentimiento final que le han metido a este “The Human Condition”, su séptimo disco de estudio. Pero no son los de Kentucky una banda de quejarse y llorar. Sus letras siempre rezuman esperanza y positivismo, no hay más que ver el estribillo del fantástico single “Again”: “Every time we die / We come back to life… / With wings from the fire / we fly even higher…” (Cada vez que morimos, volvemos a la vida… con alas saliendo del fuego, volamos aún más alto), un canto a la vida y a levantarse ante las adversidades.
BLACK STONE CHERRY son una banda que me tienen enamorado. Desde sus dos primeros discos, su homónimo “Black Stone Cherry” de 2006 y el tremendo “Folklore and Superstition” de 2008 (mi favorito), hasta la actualidad, el grupo ha editado 7 discos y 2 EP, siempre con la misma magnífica formación, sin cambios. Son un grupo de amigos.
Su Hard-Rock sureño, aliñado con algún elemento en mi opinión más propio del post-grunge o el metal alternativo (sobre todo en la contundencia y afinación de algunos guitarrazos), me tienen ganado. Sus discos siempre están llenos de potentes riffs, geniales estribillos siempre con el punto adecuado de melodía, grandes solos y alguna balada o medio tiempo, de los de poner la carne de gallina. No tienen un mal disco.
Este “The Human Condition” es un viaje más en su carrera particular. Sin salirse de sus railes y sin introducir grandes novedades, de nuevo aciertan en la composición de los temas. Echo en falta alguna baladón como las inconmensurables “The Rambler” o sobre todo “Things my father said”, pero medios tiempos como “When Angels learn to fly”, “In love with the pain” o “If my heart had wings” consiguen tocarnos el corazón, con unas interpretaciones muy emotivas. Aunque tranquilos, que en otros cortes como “The Chain”, “Push Down & Turn”, “Live this way”, o los mencionados “Again” y “Ringin’ in my head” (quizás los mejores del disco), vuelven con los pistones a pleno rendimiento.
BLACK STONE CHERRY tienen ya una manera muy suya de escribir canciones (su fórmula de éxito) como han tenido otras grandes bandas. Potentes riffs iniciales de guitarra, estrofas cortas que desembocan en grandes estribillos muy coreables y positivistas, además de unos buenos solos: “Rock inocuo” lo llama el Capi Lux. Pero funciona… joder si funciona. A pesar de las diferencias, me recuerdan a veces a ALTER BRIDGE, pero a diferencia de los de Myles y Tremonti, aquí las canciones huelen a baretos americanos, llenos de botellas de Bourbon y camisas de cuadros. A la América rural que disfruta a partes iguales del Rock, el Blues y el Country.
Es curiosa la versión del clásico de la ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA, “Don’t bring me down”, dónde usan unos sonidos de guitarra más distorsionados y con un sonido distinto al resto del disco. No me gusta la versión original y tampoco me emociona ésta. Más en su línea habitual, destaca “Ride”, muy potente y que seguro que queda perfecta en directa, con su riff pesado. Realmente cualquier tema del disco puede ser llevado con éxito al directo… porque ahí es donde realmente la banda gana enteros.
Si en el estudio es Chris quien brilla en las voces y en la guitarra solista, en directo es dónde se ve la valía del resto de la banda. John Lawhon, además de aporrear el bajo y animar el ambiente, es fundamental en los coros. Las carreras y saltos que se pega el otro guitarra, Ben Wells, compiten sin problemas con las que se pegaba el bueno de Slash en sus años mozos mientras recorría una y otra vez el escenario de la gira de los “Use your Illusion”. Y por último, la bestia de las banquetas, el incomparable John Fred Young, que le pega a la batería de una manera muy espectacular. Realmente merece la pena ver algún concierto en directo, para ver cómo se las gastan.
Esperemos que pasen pronto por España, porque sólo les he podido ver una vez, teloneando al gran ALICE COOPER y me supo a muy poco. De Kentucky al mundo, con las mochilas cargadas de riffs pesados, amplificadores al 10 y estribillos de fácil acceso. Hard-Rock de escuela, para ser disfrutado en el bar, a todo volumen en el coche y en un buen concierto con amigos. No es su mejor disco, pero siguen en un nivel muy alto.
Palabra de Metalson
RATE/NOTA: 8,3/10
Iñigo Metalson (The Lux Team)