BALA – Maleza (2021) Crítica / Review

¿Qué pasaría si metiéramos en una batidora el screamo de ENVY junto con el groove de BERRI TXARRAK y el resultado lo soltásemos en la carpa de hardcore del Resu Pues si tuviera que contestar con una sola palabra, diría BALA, el dúo gallego que lo llevan petando en las redes sociales desde hace meses , y que traen bajo el brazo su flamante “Maleza”, que seguramente sea lo más fresco que hayas escuchado desde bastante antes de la pandemia.

Y es que la propuesta de Anxela Baltar y Violeta Mosquera, aunque suene a tópico, es realmente difícil de encasillar. Con una energía Punk regada con pasajes puramente Stoner, pero llegando a rozar el Crust, el tercer trabajo de la coruñesa y la pontevedresa hará las delicias incluso de los amantes del metal extremo, como un servidor (imposible no pensar en los míticos MACHETAZO, paisanos suyos con los que comparten el denominador común de generar toda esa tralla con solamente dos componentes, aunque estos últimos nadaran en otro tipo de aguas más grindcore).

Si ya el anterior LP “Lume”, de 2017, las llevó a girar por escenarios de medio mundo, ha sido su reciente fichaje por Century Media el que ha terminado por situarlas en el centro de todas las atenciones.

Y por si quedara algún resquicio de duda, BALA no tardan ni 10 segundos en despejarla en cuanto suenan los primeros riffs de “Agitar”, un puñetazo directo a la mandíbula. Era imposible que ese tema, que se lanzó como primer adelanto, pasara desapercibido cuando saltaba en la publicidad de Instagram, destacando especialmente la desgarrada voz de Anxela.

Continuamos con “Hoy no”, un corte gamberro y punk, sobre todo por los coros a dúo que serán la tónica general en el resto del disco, y que personalmente me retrotrae a los añorados años 90, unos tiempos mucho menos asépticos y enlatados que los de ahora. “X” , una de las dos canciones del disco cantadas en inglés , nos transporta de la verde Galicia al desierto de California, como si Slayer estuviesen versionando a Kyuss, con una Violeta que no da ni un segundo de tregua a la percusión. Miedo me dan los pogos que se pueden formar aquí en los directos.

Más stoner es “Mi orden”, con las voces desgarradas de ambas de nuevo en la lengua de Cervantes, y con una producción perfecta en las distorsiones. Buen trabajo el que han hecho en los Estudios Ultramarinos. Mientras la pegadiza “Cien obstáculos” muestra la vena más grunge de la banda, la oscura “Quieres entrar” nos sumerge en una atmósfera desasosegante, para terminar en una apoteósica explosión de rabia marca de la casa. Una de mis preferidas del álbum.

Cambiamos al idioma gallego en “Rituais”, un hachazo de puro rock and roll, que precede a la prácticamente instrumental “Bessies”, que se va acelerando progresivamente hasta estallar en una catarsis machacona del propio título en un juego de las voces con la batería,

Son preludio del broche final “Una selva”, otro de los mejores ejemplos del sonido BALA. Ese estribillo “no todo está perdido” resonará en tu cabeza como una apisonadora.

En resumen, 9 proyectiles a bocajarro en menos de media hora, que estarás deseando volver a recibir de inmediato. Uno de los lanzamientos nacionales del año, sin duda.

 

Rodrigo Trascasa (The Lux Team)