Un auténtico placer poder recibir trabajos como éste, que en un formato de doble cd se nos presenta como “…Black Edition” y “…White Edition”.
Respetados por todos y considerados como una de las bandas más completas del Heavy Metal alemán desde que en 1989 lanzaron el archiconocido “Kingdom of the night”. Han pasado 25 años desde aquello y el grupo ha querido hacerse un auto-tributo celebrando con 2 discos geniales aquel impresionante trabajo. Tributo para ellos y regalo para todos los seguidores de la banda, y también para quienes los vayan a descubrir ahora. Se trata de 22 canciones brillantes y muy variadas que hacen que su escucha sea divertida y excitante.
La banda mantiene solamente dos de sus miembros originales. Bernhard Weiß (voz) y Harry Oellers (teclas), aunque otros como Rob Schomaker (bajista) lleva en la banda ya 11 años. El guitarrista es el figura Marco Wriedt y en la batería tenemos a Alex Landemburg. Todos ellos hacen que Axxis, que tienen 20 discos en el mercado, suenen frescos, actuales y muy, pero que muy vigentes dentro de la escena más metalera.
En la primera escucha del disco “…Black Edition” ya quedé capturado por la magia de la banda, que con una entrada como “Kingdom of the Night II“ da la talla sencillamente perfecta y que tiene todo lo que un heavy quiere. Los temas que siguen son “Venom” y “Beyond the Sky”. Éste último sonando de forma atronadora y en una línea de doble bombo muy utilizada por los alemanes. “The War” y “Never Again” dan el toque épico y lírico a este gran disco y nos hace sentir todo el esplendor del Heavy Alemán, donde los coros y riffs aplastantes son la guinda del pastel. Esplendido el nivel de las limpias voces del Sr. Weiß en todas las melodías. La materia prima es el inicio, pero saber encajar y ajustar las estrofas de esta forma queda ya para cantantes de este nivel.
Lo de ”Soulfire“ es sobresaliente. El concepto Happy Metal que alguien inventó y donde se catalogó a bandas como Axxis y Helloween queda mostrado a la perfección en esta canción.
Hasta aquí llevamos 7 canciones y nos quedan 4, de las cuales destacaría “Mary married a monster (ours)” y “Bites Inside” que cierra de forma brillante este “…Black Edition”. Como curiosidad decir que el tema “Mary Married a Monster (ours)“ tiene otra versión totalmente diferente en música y letra en el otro cd “… White Edition” donde se titula ”Mary Married a Monster (hers)”.
¿Qué nos vamos a encontrar en el “…White Edition”? Pues sencillamente unos temas mucho más festivos y más hard rockeros. Parece que el grupo separó así las canciones a propósito y de verdad que lo lograron.
“Hall of Fame” es divertido y pegadizo hasta más no poder, con unos arreglos propios de grupos menos cañeros. Si seguimos escuchando “Heaven in Paradise” y “Living in a Dream” notamos que el negro ha dejado terreno al blanco. Metafóricamente hablando las canciones son así, menos heavies y más rockeras.
Maravillosa la balada “21 Crosses”, con unos teclados que envuelven todas las partes de una canción preciosa que es un homenaje a las 21 víctimas del festival Loveparade de Duisburg en Julio 2010. El final, con los nombres recitados de los fallecidos, hace que el tiempo se detenga y que la mente te sitúe en ese trágico momento.
Las canciones que restan en este disco van tomando tintes folclóricos con la introducción de sonidos celtas y melodías germanas, donde hasta la mandolina es tocada por el bajista Rob Schomaker en “We are the World”.
Llevados por sus raíces musicales, suena como himno el tema “Take me far away”. Una canción fácil donde el gran soporte del grupo se basa en unas voces y coros acertadísimos.
Un ejemplo más de lo épico que es el estilo que practica Axxis es el “Gone with the Wind”. Una delicada canción inspirada en la clásica ”Allemande“ de ”J.S. Bach“ y que va relajando el ambiente para anunciar el final de un trabajadísimo doble disco que llega con “Temple of Rock”.
La valoración de este amplio trabajo es sobresaliente y como dije al principio, un verdadero regalo. Así que ya sabes, regálatelo e incorpóralo a tu discoteca que merece mucho la pena.
Luis M Catediano
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