Tobias Sammet vuelve a la carga en estos primeros pasos de 2019, con otra obra majestuosa de Power metal sinfónico llena de temas orquestales, cañeros, otros temas más melódicos y alguna que otra incursión original para llevar ya unos cuantos capítulos de excelencia. Además siempre nos deja asombrados con el elenco de vocalistas invitados en cada proyecto y este nuevo trabajo no iba a ser para menos: a los ya habituales Jorn Lande, Bob Catley (MAGNUM), Michael Kiske (PLACE VENDOME, HELLOWEEN), Ronnie Atkins (PRETTY MAIDS) , Eric Martin (MR BIG), Geoff Tate (ex QUEENSRYCHE), se suma un nuevo reparto de órdago: Hansi Kúrsch (BLIND GUARDIAN), Candice Night (BLACKMORE’S NIGHT) y Mille Petrozza (KREATOR) algo que derivará las futuras impresiones en adjetivos como “descomunal” y que remata el plantel de estrellas del disco impecablemente.
Se levanta el telón y empieza a sonar Ghost In The Moon, temazo interpretado en su totalidad por Tobias en más de 9 minutos reconvertidos a una verdadera mini opera de metal. Una contagiosa melodía de piano da paso a la entrada de la voz, que va cogiendo forma hasta llegar a los primeros coros de una épica sublime convertida en un estribillo colosal. Tras una parte que nos da un respiro, con mayor peso orquestal y cierta tranquilidad, recobramos aliento para ser abordados por un sobresaliente solo de guitarra, culminando el tema y añadiendo un segundo gran estribillo, ¡espectacular!
Seguimos con Book Of Shallows y aquí entran en escena Hansi Kurch, Ronnie Atkins, Mille Petrozza y Jorn Lande junto al cerebro de la operación. Rápido y cañero, directo y pegadizo en una cesión constante de las voces, excepcional, tanto en el bridge como en los estribillos que ponen los pelos de punta. ¡Y cómo no! Había que dejar hueco para uno de los “debutantes”, y es que la labor vocal protagonista de Mille Petrozza, flotando sobre las notas más duras en un riff “Thrash apto para todos los públicos”, es simplemente arrolladora. Menudo subidón para un tema redondo.
Es el momento de MoonGlow, uno de los temas más dulces y maravillosos del disco. Aquí entra en escena Candice Night en un dueto junto a Tobias. Track súper melódico y pegadizo, con esa encantadora y dulce voz de Candice que hará que se nos derrita el alma en otro magnífico estribillo que nos va a entrar a la primera escucha y que se va a resistir a la hora de abandonar nuestro cerebro.
The Raven Child, muy currado y extenso, y que cuyo comienzo medieval, en las botas de Hansi y Tobias, nos recordará el infinito poder de The Bard Song de los gigantes germanos BLIND GUARDIAN. A medida que avanza va cogiendo mayor “punch”, fuerza, añadida a los primeros coros de un estribillo descomunal. La segunda parte cobra relevancia con la irrupción de Jorn Lande y su voz desgarrada, fiera y rabiosa, aportando un toque genuino a esta oda metal. Pero lejos de anquilosarse, en la recta final del tema nos encontramos con otro conato de opera metalera, acelerando y embruteciendo el concepto original. Me levanto de mi butaca efusivamente, magistral.
Starlight prosigue con la velocidad y añade mayor inmediatez al dúo Sammet – Atkins cuya compenetración roza la perfección, sin contemplaciones.
Invincible, exquisita y reconfortante, al son de las notas del piano, deja espacio para que Sammet y Geoff Tate, nos homenajeen con una especie de sonata que nos transportara al más allá. De preciosa melodía, esta hermosa balada saca el lado más sensible y nostálgico de ambos vocalistas, un auténtico regalo para los sentidos.
Alchemy es una composición claramente realizada para Geoff Tate, en la cual se sale y demuestra su gran calidad vocal, una alfombra roja para su lucimiento y nuestro placer. Pasajes técnicos en lo musical con unas guitarra corrosivas y duras hasta el momento en el que entra Tobias, dándole ese toque fantástico habitual en él y enlazando con un estribillo majestuoso de esos de enormes coros que inundan casi todas las canciones, ¡muy buen tema si señor!!
En la pista octava hallamos The Pipes At The Gate Of Dawn, un trallazo a toda pastilla donde Jorn, Tobias y Atkins nos elevan a los altares del Metal, regalándonos una descarga de adrenalina brutal. Ya era el momento de sentir a Bob Catley en uno de los senderos a medio tiempo por los que transita un pequeño respiro dentro de la tormentosa intensidad del tema.
Lavender, con Tobias y Bob Catley que cobra su protagonismo merecido, magistralmente en los inicios, con su voz mágica, en un corte muy llevadero, melódico y festivo, ambientando con un teclado y un punteo de guitarra a las mil maravillas y con otra de las normas básicas de la casa: otro magnifico estribillo al son de unos muy buenos coros. Otro de esos temas que nos entrara de primeras y se tatuará en nuestra alma.
Seguidamente uno de los temas estrella: Requiem For A Dream con Mr Kiske. Nos espera un arrolladora canción, quizás la más endiablada, Speed Metal, de todo el disco. Kiske devora todo con su voz y esos grandes registros a los que sólo él sabe llegar. Ayudado por Tobias, que también está sensacional, y con una ambientación orquestal fusionada con una batería a doble bombo tremenda, unos riffs salvajes y punteos fantásticos, durante el acto nos transportarán al metal más clásico y añorado procedente del territorio alemán. ¡Monumental amigos!
Y para despedir la obra un increíble cover del Maniac de Michael Sembello, esta vez con Tobias y Eric Martin, ¿y qué deciros? ¡Flipante!! Eric Martin está maravilloso en su interpretación dándole esa personalidad a este clásico del AOR por excelencia.,. Musicalmente derrocha fuerza, con un teclado muy marcado haciendo la melodía y apoyado por unas guitarras solidas nos van a dejar una cover para el recuerdo para finalizar un disco de 10.
Resumiendo: Estamos ante una gran trabajo, muy muy currado, lleno de detalles, perfectamente producido que no va a dejar indiferente a nadie, más bien todo lo contrario, va a ser uno de los discos más brillantes de AVANTASIA sin duda.
Parece que Tobias Sammet cada vez va dejando el listón más alto y sorprendiéndonos en cada disco, con nuevos invitados vocales para seguir engrandeciendo sus obras y no estancarse siempre en las mismas colaboraciones. ¡CHAPÓ caballero Sammet!!!!