Si hay un artista clásico que en la presente década está mostrando que no vive de las rentas y puede seguir ofreciendo excelente material nuevo además de enérgicos directos, ése no ha sido otro que el frontman finlandés Michael Monroe, al que la ¿definitiva? disolución de Hanoi Rocks en los esterores de la primera década del nuevo milenio ha parecido insuflarle energías renovadas. Michael se ha sabido rodear de una banda «demoledora» a la que ya por fin parece haber encontrado la estabilidad necesaria que precisaba con la presencia de Rich Jones. Entre tanto Michael Monroe nos dejó sin habla en 2011 con el extraordinario «Sensory Overdrive», nos maravilló en 2013 el también sobresaliente Horns and Halos y ahora para no faltar a la cita de lanzar un disco nuevo cada dos años se saca de la manga «Blackout States» que ha publicado hace unos días y sin duda completa una trilogía fantástica. Michael demuestra no sólo que no vive del pasado sino que su nuevo material es tan válido como sus temas de siempre, de hecho podía hacer giras perfectamente utilizando solamente con el repertorio de estos 3 discos y serían directos igual de excitantes y satisfactorios que los guiños que incluye al pasado de su carrera.
Entrando ya en harina con este «Blackout States» hay que señalar un par de cuestiones. La primera de ella, que es el álbum que más cuesta «descubrir» de los 3, y no porque haya decidido a emprender otros estilos, porque Michael ofrece lo de siempre, tremendos disparos de punk combinados con temas rockeros de celebración de buenos tiempos para corear jarra en alto abrazando a algún colega, evocaciones a Hanoi Rocks, melodías, medios tiempos (quizá en un número más alto que en otras entregas) pero ante todo mostrando a una banda en forma y sin fisuras, donde por supuesto Michael luce por encima del resto, aunque cada uno de ellos también tienen sus propios momentos de protagonismo.
El disco no dispara la rabia directa de Sensory Overdrive, ni falta que hace ya que al igual que sus «compañeros» de esta década tiene su propia personalidad y encanto definido. En las tareas compositivas tienen mucho que ver la dupla de guitarristas, el «recién llegado» Rich Jones y Steve Conte que vuelve a repetir protagonismo en estas labores con muy buenos resultados de nuevo (la asociación de ambos está presente en la gestación directa de 8 de los temas del álbum) Blackout States es ante todo un disco de celebración, con sus momentos más revolucionados sabiamente situados (la inicial «This Ain´t No Love Song», enmedio «R.L.F.» y la final «Walk Away», en el vinilo ese honor recae en «Break The Noose») y entre medias una serie de canciones que si bien no son clásicos en potencia si que algunas de ellas serán muy celebradas como «Goin´Down With The Strip», las pegadizas «Old Kings Road», «Good Old Bad Days», las machaconas «Dead Hearts On Denmark Street», «The Bastard Bas’h» o la festiva «Six Feet In The Ground», Quizá la parte que más descoloca al oyente y hace dudar es la primera parte de la segunda cara del disco, esto es el tema título, la «dee dee ramoniana», «Under The Nothern Lights» y «Permanent Youth» donde se echa en falta algún otro corte más rompedor, pero ya digo no es un bache en el disco porque con las escuchas va ganando y cada tema transmitiendo su propia esencia.
En resumen Blackout States no es un disco que apasiona al instante, tiene sus momentos puntuales, de hecho insisto cuesta para lo que nos tenía acostumbrados Michael pillarle el «tranquillo» al álbum pero con las escuchas va revelando todo su potencial y encanto, que es bastante. No es Sensory Overdrive, tampoco es Horns and Halos pero es Blackout States es decir, no se queda tan lejos de éstos y completa una trilogía apasionante. Que para los tiempos que corren no es poco ni mucho menos.
Un 7’5 para esta nueva obra de Michael Monroe.
Christian Sancho
(Mr. Thunderstruck)