Voodoo Circle nos debía una compensación, tras el disgusto que nos llevamos por la cancelación de sus conciertos en España, debido a motivos de salud de su, entonces, batería para la gira Tim Husung (Beasto Blanco). Francamente, creo que con Whisky Fingers queda más que saldada parte de la deuda, si bien no estaremos satisfechos hasta que podamos ver a una de las bandas más apetecibles del classic rock europeo.
Una nueva formación, que incorpora a Francesco Jovino (U.D.O., Primal Fear) a la batería y al ubicuo y genial Alessandro Del Vecchio (Hardline, Silent Force…) a los teclados y las voces y que mantiene su columna vertebral, con su fundador Alex Beyrodt (Silent Force, Primal Fear, Sinner) a la guitarra, David Readman (Pink Cream 69) a la voz y Matt Sinner (Primal Fear, Sinner), al bajo y a la voz, ha creado otro gran álbum para nuestro disfrute.
Lo cierto es que, tras su fantástico More Than One Way Home, disco del año para mí, el listón estaba muy, pero que muy, alto. A nadie que esté metido en esto va a sorprenderle ya que la banda hunda sus raíces en Whitesnake, Deep Purple o Rainbow. Tampoco nadie, que haya aceptado influencias de menor calado en otras bandas, debería echar en cara que los Voodoo acepten unas de tal categoría. Con esas premisas, y las nuevas incorporaciones, encaraban su nuevo trabajo.
Whisky Fingers abre con un Trapped in Paradise de continuidad, que podría haber formado parte de su disco anterior y sirve de adecuado calentamiento para un álbum que va a más. Está claro que vamos a disfrutar de la magnífica voz de David, las guitarras preciosistas y variadas de Alex y unos músicos de gran altura que se vuelcan en la composición. Sin embargo, el calentamiento pasa a ebullición con el Heartbreaking Woman, que empieza por todo lo alto con un Readman ofreciendo sus registros más agudos, muy bien matizados con esos medios y graves que recuerdan al maestro. Mientras, Beyrodt hace una exhibición de guitarra pasando de sonidos y técnicas de los 70 a lo más cercano a Doug Aldrich que uno pueda encontrar en la escena. Gran composición, con protagonismo de todos, que da paso a la acústica y la voz al estilo country-western al comienzo de Watch and Wait (I Got My Eye on You). No te engañes; ni siquiera esta falsa balada va a estar exenta de la fuerza que Voodoo Circle imprime a sus temas. Te gustará mucho por lo bien encajados que están sus distintos pasajes, la variación de la composición, los matices, los arreglos y lo épico del estribillo. Fantástica.
Medicine Man es, sin duda, un buen tema de inspiración clásica. No vamos a seguir hablando de las influencias que la banda rezuma por sus poros, pero aquí quedan patentes varias y todas me gustan. Con protagonismo de los coros en el estribillo y una estructura algo más simple, cuenta con uno de esos pasajes matizados, que dejan espacio a finas guitarras y adornos de batería para retomar la línea principal. Un solo “Beyrodt style” pone la guinda.
Dejen paso a la balada del Whisky, que no es otra que una estupenda The Day the Walls Came Down. Excelente producción para el lucimiento de las voces, en especial la de David Readman, que abarca registros variados y está llena de feeling. La guitarra de Alex hace el resto sobre el sustento del colectivo. Efectos y Hammond para el comienzo de Heart of Stone, tema con título revelador que supone uno de los highlights del álbum. Su ritmo, al estilo de aquellos maravillosos años, y el estribillo sustentan una fina y cuidada composición con la que recrearás momentos de disfrute. Straight Shooter dispara directo a tu pecho con un bajo muy presente, detalles de talk box y un estribillo de directo.
The Rhythm of My Heart es el otro tema tranquilo de Whisky Fingers, en el que apreciarás el cuidado tratamiento del sonido, las líneas de bajo y los coros de inspiración soul, sobre los que Readman dibuja sus trazos más intimistas y pasionales aderezados por los colores de la guitarra de Alex.
Devil Takes Me Down nos rescata de la melancolía para lanzarnos a un himno de classic rock con las voces de David y Alesssandro alternando disparos sin piedad. Ritmo, efectos, Hammond y arreglos terminan por configurar uno de los mejores y más completos cortes del álbum. 5 O’clock llega en punto para anunciarlos el final de un trabajo que hemos esperado con ansia y se nos hace corto. Con pizzicatos y coros soul muestra la apertura de miras de una banda capaz de asimilar y recrear sin complejos, mientras nos hace disfrutar. Ese punto y seguido (ya que esperamos mucho de los Voodoo en el futuro) viene con un Been Said and Done, con ese toque épico y fatalista que tanto nos gusta en ellos y en alguno de los clásicos. Un teclado muy presente de Del Vecchio y una gran base rítmica, en la que Sinner, como en todo el disco, muestra su personalidad, dejan para la guitarra clásica de Alex Beyrodt un final al estilo de los grandes del rock sinfónico. Un tema precioso para una despedida.
Que los comentarios, como parece, vayan en la línea de si este Whysky Fingers es o no mejor que el More Than One Way Home dice mucho de un álbum que tenía una difícil labor y parece haberla cumplido con creces. Los Circle siguen contrarrestando el voodoo con grandes temas que recrean y crean con el mismo acierto.
9/10
Toño Martínez Mendizábal
Track list
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Trapped in Paradise
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Heartbreaking Woman
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Watch and Wait (I Got My Eye on You)
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Medicine Man
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The Day the Walls Came Down
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Heart of Stone
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Straight Shooter
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The Rhythm of My Heart
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Devil Takes Me Down
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5 O’clock
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Been Said and Done
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