Disfrutar Here Be Monsters de TEN es sumirte en lo mejor del universo creado, hace ya tiempo, por Gary Hughes; perderte en lo épico, lo medieval y lo onírico para llegar, curiosamente y de forma distinta a lo habitual en el género, a un remanso de paz interior, relajado y satisfecho, tras haber formado parte de un viaje perfecto. No hay monstruos, ni siquiera imágenes monstruosas. Sólo paz y satisfacción. Casi nada…
Hughes está acompañado, una vez más, por los guitarristas Dann Rosingana, Steve Grocott y John Halliwell, el bajista Steve McKenna y el teclista Darrel Treece-Birch. Por si semejante arsenal no fuese suficiente, las baquetas están a cargo, nada más y nada menos, que de Markus Kullman (Sinner, Glenn Hughes, Voodoo Circle). Como viene sucediendo, desde hace ya unos años, Dennis Ward se encarga de la mezcla y masterización y el propio Gary de la producción.
Comienzas a escuchar Here Be Monsters sin miedo con Fearless, invitado por la guitarra y los teclados en modo suave y la inconfundible voz de Hughes se lanza a contarte historias y a sumergirte en su mundo. Gozas con estribillos con reminiscencias medievales y no temes la noche, aunque llegue la obscuridad. Solazo monumental y gran presentación de álbum. Sin solución de continuidad es la voz de Gary, sobre un fino teclado, la que da entrada a Chapter and Psalm. No obstante, las guitarras y la base rítmica se unen a la fiesta, crean inolvidables melodías y estribillos y llaman a capítulo a todos los TEN-creyentes, que somos unos cuantos…Preciosa y redonda. Hurricane tampoco asusta, a pesar de su título. Todo lo contrario; insiste en las características que hemos citado y que identifican la obra de Hughes & friends. Es paz y esperanza lo que inspira este delicado corte, en el que los coros cobran un rol importante en el estribillo, mientras guitarras y teclados se unen para calmar la tempestad interior.
Strangers on a Distant Shore tampoco te encoge con su planteamiento de un mundo patas arriba y tú sintiéndote como un extraño en una costa lejana. Sin embargo, el tono sí se pone más serio y podrías recordar naufragios históricos, si no fuese porque el del estribillo es alto, alegre y esperanzado. Encontrarás a tu Viernes y alimentos hasta que te rescaten. Seguro. Mientras tanto, disfruta este tema y las guitarras que lo adornan. Tampoco te vengas demasiado arriba, porque hay que tener los pies en el suelo. De no ser así, todos sabemos que la caída es más dura cuanto más te has elevado. The Dream that Fell to Earth parece querer recordártelo, por si lo habías olvidado. Aunque son noticias, que parecen del Nodo radiofónico inglés, las que abren y cierran el corte, con un toque historicista y el gusto amargo del fracaso y el amor. Melancolía y melodía van de la mano para sumirte en la historia que el estribillo deja en manos del narrador y las guitarras.
Lo bueno de la vida es que renace, te da nuevas oportunidades y esperanzas, como The Miracle of Life. Teclados y un precioso riff, marca de la casa, anuncian el milagro de la vida, que es mucho, si te paras a pensar. Hughes sigue encantando y hechizando con sus melodías y estribillos, inspirados en la más pura tradición británica, y tú te dejas sin resistirte lo más mínimo. No te sientas culpable; también yo me he rendido. ¡Cómo para no hacerlo!. Y, de la amistad, Qué me dices? Yo puedo decirte que es de lo mejor que uno puede cultivar en esta vida, aunque todo amor lleva, indisolublemente unida, la posibilidad del dolor y el sufrimiento. Pero no te preocupes, Immaculate Friends no va a dejarte ningún gusto amargo en ese sentido. Al revés. Se trata de un himno alegre y positivo a la amistad. Casi una oda. Me parece muy bien y comparto la necesidad de tonos alegres y celebraciones de lo mejor que la vida puede ofrecernos. Te encantará y te elevará un poco, sin quitarte esa paz que todo este trabajo respira por sus poros. Los arreglos y la composición se lucen, a la par que la maestría de los intérpretes y el coro escalado. Anything You Want te promete todo lo que tú quieras y eso está bien, siempre que luego se cumpla, claro. En este caso, puedes estar tranquilo, porque así va a ser, ya que este corte, con un toque beatle claro y evidente, cambia el paso un tanto y te ofrece algo distinto, pero también bueno y lleno de amor. No puede haber nada más beatle, ni nada que necesitemos más. All You need…
¡Cuidadín!, que ahora el señor Hughes te dice que le sigas dentro del fuego, cual si se tratase de una ordalía medieval, para probar que no eres culpable. Follow Me into the Fire se abre paso con la voz del frontman británico y las guitarras rotundas del trío de hachas que, sin embargo, ni se agolpan ni saturan. Parece que tienes que probar la verdad de tu amor. Así es que, es mejor que no te quemes, no controles tus deseos y disfrutes este excelente tema y su estribillo pegadizo, pero con clase. El toque final ya te lo ponen guitarras y teclados al alimón. No te entristezcas porque has visto que The Longest Time es el último tema de Here Be Monsters. No, no lo hagas, porque hemos gozado de lo lindo y porque TEN se despide con una canción hermosa, evocadora y con su inconfundible estilo y clase. Voz y teclados son más que suficientes para transportarte al cielo. De allí no querrías bajar, pero lo harás, porque no te queda otro remedio y porque, en tan solo unos meses, TEN te obsequiará con otro álbum que ya tiene preparado para ti. Y para mí.
Toño Martínez Mendizábal