STEVE STEVENS / GUS G.
Sala Changó, Madrid, 16 Abril 2017
Crónica y fotos: Raúl Blanco
En un fecha no muy propicia por la cantidad de gente que se encuentra fuera pasando unos días nos caía como un regalo del cielo un concierto por el que bien merecía la pena adelantar el regreso del lugar de relax en el que estábamos, ni más ni menos que el ganador de un Grammy, Steve Stevens. La oferta de directo de la ciudad una vez te hacia tener que elegir y a fe que escogimos bien. Sobre el papel el show podía dejar algunas dudas sobre qué tipo de show nos íbamos a encontrar pero una vez visto el set list de la noche que se filtró días antes hizo que desapareciera rápidamente la incógnita. Pero, empecemos desde el principio.
El guitarrista griego Gus G fue el encargado de intentar meter en situación al público esa noche, el problema viene cuando el show que presentas es en acústico. Lo primero para llevar a buen puerto un concierto así es que la gente que vaya a verlo este concienciada de lo que va a ver, curiosamente y a raíz de los comentarios que escuchaba a mi alrededor, el ver dos sillas en el centro del escenario no encajaba con lo que la audiencia pensaba ver de Gus G. Por otro lado, es imprescindible un altísimo nivel de desparpajo y de saber manejar al público que el bueno de Gus G no demostró.
Ahora bien, los cerca de cuarenta minutos de su actuación fueron realmente brillantes. Gus G es un guitarra soberbio, no cualquiera puede formar parte de la banda que gire con alguien como Ozzy Osbourne, pero sin duda el que se metió a la gente en el bolsillo fue su acompañante James Paul Luna, voz y aspecto setentero y un acento chicano cuando se arrancaba a hablar que saco más de una sonrisa. Curiosamente son las versiones lo más aplaudido de estos espectáculos pero no, no fue ni el “Temple of the King” de Rainbow, ni tan siquiera “Planet caravan” de Black Sabbath las que más encandilaron a la gente, ese honor se lo llevo una soberbia interpretación de la preciosa “Layd of 1000 sorrows” del más reciente lanzamiento de Firewind.
Sé que va a sonar a tópico pero, esto del rock lo han inventado los americanos, esa chulería con la que desde el segundo cero entran a un escenario solo la pueden lucir ellos. Steve Stevens es un “pequeño” torbellino, no para un segundo, siempre dentro de su lado del escenario eso sí, en ningún momento invade o quita protagonismo a ningún miembro de su banda. Tras dos cortes, uno de cada uno de sus álbumes en solitario llega la primera versión, “Dirty Diana” de Michael Jackson. En este punto ya estaba claro que Franky Pérez era además de un inmenso vocalista, un espectáculo de poses y gestos.
Tardamos poco en descubrir la pasión por las seis cuerdas de Steve Stevens, Godin Multiac al hombro, cuerdas de nylon y un comentario con lágrimas en los ojos “Paco de Lucia era como Jimmy Hendrix para mi” fueron la introducción a los cerca de 10 minutos que duraron “Cinecitta” y “Flamenco a Go Go”. Estos son de esos momentos en los que cuando por fin consigues salir de la burbuja en la que te ha metido lo que estas escuchando y viendo sabes que eres un tipo afortunado, acabas de ver algo mágico, inigualable, de esos momentos que te dejan una sonrisa de oreja a oreja durante días como si te hubieras fumado una plantación entera de María. Franky Pérez sentado al cajón ya fue una agradable sorpresa pero, madre mía lo de Ben Woods, a la altura del mismísimo Steve sin lugar a dudas, que pedazo de guitarrista.
Antes de terminar la parte acústica del show otro regalazo, “Eyes without a face” de Billy Idol, una vez más con un Franky sobresaliente a las voces. Lo único que me sobró del concierto, el solo de Steve Stevens a pesar de que tuvo su momento gracioso con un amago de “Starway to heaven” pero claro, si lo siguiente es el tema principal de la película Top Gun, como vas ni tan siquiera a rechistar. Dos auténticos himnos, uno propio “Atomic Playboys” y una versión “Rebel Yell” (Billy Idol), daban por finalizado el grueso del espectáculo. Corto, muy corto, pero a la vez tan asombrosamente brillante que dabas por bien empleado hasta el último segundo pasado en el Changó Club esa noche.
Había que despedirse y por fin nos quitábamos la espinita de ver a Gus G en su salsa, dándolo todo con su guitarra eléctrica, o al menos lo intento por que paso medio “Vodoo Child” intentando solucionar los problemas con el cable y los pedales de su hacha. Aun así, en ningún momento le perdió la cara al espectáculo y, junto con James nos regalaron una jam interpretando un “whole lotta love” en el que todos tuvieron su minuto de gloria.
Cada cierto tiempo, demasiado muchas veces, te surge la posibilidad de ver a alguien distinto sobre un escenario, no siempre los mismo grupos tanto nacionales como internacionales, a menudo te surge esa duda de si acudir o no, creo que hasta el último de los que pasamos la noche del domingo viendo a Steve Stevens vamos a tener grabado a fuego por mucho tiempo el tremendo espectáculo que vivimos. Rock, flamenco fusión, elegancia, virtuosismo, sentimiento, mi alma se quedó plenamente satisfecha, han pasado cuarenta y ocho horas y aun hoy, sigo con la sonrisa en la boca recordando que el domingo por la noche vi algo irrepetible. ¿Sabes esos momentos en los que tienes la sensación de que estas viviendo algo inolvidable? Pues eso, y yo estaba allí.
STEVE STEVENS SET LIST:
1.Crackdown
2.Day of the Eagle
3.Dirty Diana
4.Hellcats, highway
5.Cinecitta
6.Flamenco a Go Go
7.Eyes without a face
8.Steve solo
9.Top Gun Anthem
10.Dazed & Confused
11.Atomic Playboys
12.Rebel Yell
13.Vodoo Child (con Gus G)
14.Whole lotta love (con Gus G)
GUG G SET LIST:
1.My will be done
2.Burn
.Just can´t Let go / Temple of the king (Rainbow)
4.World on fire
5.Lady of 1000 sorrows (Firewind)
6.Planet caravan (Black Sabbath)
7.I am the fire
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