SIENA ROOT – Crónica (17/03/2015)

Nuestros amigos de InfoRock advertían hace poco más de una semana que Donostia se está convirtiendo en una «ciudad indie pop que asusta». Sin embargo, el pasado día 17, Donostia, esa ciudad en la que el concepto del ‘postureo’ existía mucho antes de ser inventado, hizo resonar verdad a los cuatro vientos.

Gracias al buen ojo de Red Ribbon Music a la hora de traer a bandas de público selecto (llamemos así a esas bandas cuya calidad no se corresponde con su éxito limitado), Siena Root nos hizo pasar una noche impagable y para no olvidar en un buen tiempo. Porque para hacer rock sincero y visceral no hacen falta escenarios enormes ni juegos de luces cegadores. Más bien al contrario, el quinteto sueco supo sacar provecho de ese underground al que están condenadas nuestras bandas y, en esa atmósfera de comunión psicodélica, se marcaron uno de los mejores conciertos que uno va a poder ver en este 2015.

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Como una versión actualizada y no-mitificada del legendario Made in Japan, estos desconocidos supieron llevarnos hasta los setenta que ya nadie nos devolverá. Siena Root pasaban por la península presentándonos su quinto y fantástico LP, Pioneers (2014), y a él le dedicaron la mayor parte del tiempo. Pero, como aquellas bandas desde cuyas raíces han emergido, el concierto fue mucho más que la descarga de temas a piñón fijo: improvisaciones, juegos de intensidad y duelos de teclado y guitarra hicieron que, durante hora y media, nuestra ciudad de gafas de pasta se hiciese capital del rock y de la psicodelia.
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Y es que Siena Root son como una jam session en sí mismos. A pesar de las claras influencias de Deep Purple, Uriah Heep, Jethro Tull o incluso los más recientes Spiritual Beggars, la singularidad de los suecos viene de la suma de sus partes. Nutrida de decenas de músicos que vienen y van, el ahora quinteto ha conseguido convertir cada una de sus trabajos en obras caleidoscópicas de las que sólo pudimos disfrutar una parte. No tuvimos sitar, ni flauta travesera, ni mandolina.
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Pero tuvimos esos temas largos, de varios minutos, suficientes para dejar satisfechos pero no lo bastante largos como para cansar; la voz potente de Jonas «Joe Nash» Åhlen, que ha puesto su talento en Pioneers y que parece que ha llegado para quedarse; una base rítmica deliciosa y setentera, firme pero ligera, una reedición del dúo Glover-Paice. Y dando sentido a todo esto, la combinación magistral de guitarras y teclados: preguntas formuladas con punteos y respondidas con atronador Hammond. Pueden pasar las semanas y quizá nada se haya pegado a tu memoria tanto como esos in crescendos que pusieron la carne de gallina. La espectacular «Root Rock Pioneers» no da más que una ligera pista de lo que estamos hablando.
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Está todo inventado, pero no está todo visto ni oído. Quizá con decir blues, hard rock, hammond, psicodelia uno ya se haga una idea de lo que no experimentó en la gira que terminó ayer en Barcelona. Sin embargo, dicen que no hay dos conciertos iguales cuando hablamos de Siena Root. No parece una exageración. Nos queda, entonces, esa experiencia única, ese regalo inesperado que nos taladró los oídos como no los taladraban desde 1972. Fotografía de un tiempo que fue y que durante un instante volvió a ser.
Julen Figueras