El pasado sábado 7 de febrero, en la sala Nazca, Paco Ventura regresaba a Madrid para ofrecer no solo la presentación de su último trabajo “Madre Tierra”, sino para regalar a los asistentes un recorrido por su amplia trayectoria, tanto en solitario como con su proyecto Black Moon y, por supuesto, y como no podía ser de otra forma, Medina Azahara.
Con algo de retraso sobre la hora inicialmente prevista y con una sala con poco más de medio aforo, algo escaso y que sinceramente me sorprendió pese a la coincidencia con otro importante concierto de rock, comenzó una noche para el recuerdo, para la nostalgia y para valorar a un excelente guitarrista, cuya carrera es digna de elogio, acompañado para la ocasión de grandes músicos como Víctor Mateos al teclado, Lolo González al bajo y Félix Ramírez a la batería, y de dos fabulosos vocalistas, Manuel Escudero y German Philippens.
“Wind of Damascus” y “Madre Tierra”, de su último trabajo en solitario, fueron las elegidas para abrir la velada. Dos buenas canciones instrumentales que captaron perfectamente la atención del público, para continuar con tres temas del maravilloso álbum de Black Moon, que tan buena acogida tuvo entre la crítica y que, personalmente, es uno de mis discos preferidos de los últimos años. Disco que no pudo ser presentado en directo. Estos tres temas fueron “Coge mi Mano”, “Por ti Volaré” y “Vencer tu Miedo”, cantados con gran energía por German Philippens, que, pese a ser quizá menos conocido que el resto para el gran público, se metió a los allí asistentes en el bolsillo desde el primer momento.
Como interludio y de forma muy inteligente, otro tema instrumental “Taboo” abrió la puerta a uno de los momentos más esperados de la noche. Era el turno de homenajear a una de las bandas más importantes en nuestra escena, Medina Azahara. Manuel Escudero tomó el relevo en primera línea vocal para interpretar de forma fabulosa, como ya nos tiene acostumbrados, los clásicos “Niños”, “El Umbral de mi Locura” y “La Luz de mi Camino”. Yo esperaba que los temas de Medina Azahara tuvieran una acogida muy superior a los de Black Moon, pero hasta este momento el público estaba tan metido en el concierto, y disfrutando tanto, que todos, unos y otros, fueron coreados por igual, lo que demuestra asimismo que los allí presentes eran perfectamente conocedores de ambos proyectos; algo que me agradó realmente.
Siguió el concierto con “Hayabusa”, brutal tema instrumental -al que veo muy influenciado por Satriani- de Madre Tierra y cuatro más de Black Moon, “Despiértame”, “En tu Piel”, “Solo por ti” y “El Final”.
Lo único achacable, pero es algo muy personal, es que el sonido estaba demasiado alto para las características de la sala y por momentos no dejaba distinguir de la mejor forma los diferentes instrumentos y en algunos instantes, aunque es verdad que no demasiados, las voces quedaban un poco escondidas. Insisto, es algo absolutamente subjetivo.
Una versión instrumental de “Take on Me” de A-Ha, puso la sala a bailar antes de encarar los clásicos de Medina Azahara, “Favorita de un Sultán”, “Hijos del Amor y de la Guerra”, “Córdoba”, con una emotiva presentación por parte de Paco Ventura, con recuerdo a los miembros de Medina Azahara, e interpretada de manera espectacular por Manuel Escudero y “Rompe esa Cruz”. Temas que forman parte de la banda sonora de muchos de los que allí estábamos.
Tras interpretar “Black Moon” los músicos abandonaron temporalmente el escenario para encarar los ya tradicionales bises, que en esta ocasión fueron “Genzai” y los quizá los más coreados de toda la noche “Necesito Respirar” y un fantástico “Todo Tiene su Fin”, cuyo comienzo nos puso los pelos de punta a más de uno y que fue la forma perfecta de cerrar de la mejor forma y dejando un gran sabor de boca, una gran noche para el recuerdo.
Un magnífico y merecido repaso a la trayectoria del guitarrista Paco Ventura.
Crónica y fotos: Daniel Arriero