Presentar un disco de Magnus Karlsson es encontrarse con la esencia del metal “clásico” pero tocado por un músico que está en el inicio de sus cuarenta años. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que las canciones pertenecen al amplio heavy metal, con lo que aseguramos la pegada en nuestro cerebro, pero es que al mismo tiempo descubriremos que al estar interpretadas por alguien con ideas jóvenes, las canciones son actuales y están al día.
Vaya por delante decir que Magnus Karlsson es joven pero tiene en sus espaldas una trayectoria que es para ser destacada. Sus trabajos con grupos como Primal Fear, Starbreaker, Allen y Lande, y también sus amplias colaboraciones en los albumes de Michael Kiske y Amanda Somerville han sido puntales para el Hard y el Metal moderno por la gran aportación realizada. Otra faceta importantísima de Magnus Karlsson es la de productor. Él es un gran músico, conoce lo que quiere y sabe ser objetivo consigo mismo, por lo que los resultados obtenidos han sido más que destacables.
Para este nuevo trabajo Magnus Karlsson ha tirado la casa por la ventana y se ha rodeado de unos cantantes que son figuras y que garantizan una victoria en cada una de las canciones. Así el disco está cantado por monstruos tales como Jorn Lande, Jakob Samuel, Joe Lynn Turner, Tony Martin, David Readman, Tony Harnell, Rick Altzi, Rebecca De La Morte y Harry Hess. La fórmula de incluir varios cantantes con diferentes registros hace que cada uno de ellos de su toque y el disco suena muy variado.
En el plano instrumental esto es muy fácil. Él se lo ha guisado y se lo ha comido. Magnus Karlsson no ha necesitado a nadie más para grabar el disco, puesto que él toca todos los instrumentos excepto la batería, que ha sido grabada por un desconocido (al menos para mí) Jaime Salazar de The Flower Kings. Este batería sueco aprendió el golpeo de los tambores con algunos aventajados bateras como Stewart Copeland, Mitch Mitchell y Ian Paice. Las buenas maneras de este hombre quedan bien demostradas en el disco donde muestra su variada técnica y el sobrado dominio de su instrumento.
Comenzaremos a desgranar este disco del propio proyecto Magnus Karlsson’s Free Fall y su flamante disco “Kingdom of Rock”. El cd contiene once canciones. La duración del mismo es de 55 minutos y durante este tiempo hay extensos retazos de heavy metal y mucho metal progresivo “fácil”. Este adjetivo de fácil lo digo porque cuando Magnus Karlsson se mete en composiciones del tinte progresivo, éstas no tienen un carácter tan enrevesado como las de otros grupos cómo Dream Theater o Circus Maximus. En estas incursiones un poco más técnicas, el guitarrista sueco explora en determinadas partes con detalles menos directos y sí más dados a la exhibición instrumental y manejo del teclado.
La carta de presentación viene de la mano de “Kingdom of Rock” y del cantante que mejor puede representar el reino del rock. Majestuoso como ya en él es habitual, Jorn Lande devora tramo a tramo y melodía a melodía las estrofas compuestas para este efectivo tema. El sostén del teclado y los buenos solos de guitarra acompañan la canción durante la exposición del cantante noruego. El tema siguiente es “Out of the Dark” y es totalmente opuesto a la grandiosidad propuesta por el teclado en la canción con Lande. Aquí lo que prima es la estilizada voz y la peculiaridad del timbre de Jacok Samuel, quien dibuja de forma directa su mensaje. Carismático como pocos cantantes, la aportación es brillante y de sobresaliente. Mientras un Magnus sobrado de fuerza y recursos mete riffs tan dignos de un hacha como es él. El estribillo perfectamente pensado es precedido de bonito coro y de un solo de guitarra rompedor.
“No Control” es el tercer tema y podría haber sido grabado para cualquier disco de Kiske y Somerville, pero no. Esta canción quedó seguro en algún cluster del ordenador de Karlsson y ha sido definida para que Joe Lynn Turner la recite. La entrada con el solo de guitarra es definitiva y basta por sí misma para una canción completa. Es suficiente porque es mágica, pero si después es cantada por una voz tan fina y melódica como la de Turner, apaga y vámonos. Ésta es una de las mejores canciones del disco.
Sin descanso llega “When the Sky Falls” que pone el toque más épico y heavy al disco. Para este tema Karlsson ha contado con un Tony Martin (Black Sabbath) muy bien asentado y en una canción hecha a medida para las maneras que él gasta. Es una canción a medio tiempo y con las reglas del heavy más clásico. Una guitarras que me han recordado mucho a la época del “The Last in Line” de Dio.
El quinto tema es “Angel of the night” es explosivo y te pone en su sitio desde el primer acorde. Aquí el encargado de cantar es David Readman (Voodoo Circle). Heavy metal muy clásico y una demostración constante por parte de las guitarras de Magnus Karlsson. La siguiente en sonar es “I am coming for you” que es tocada y cantada por el mismo Karlsson y sigue el mismo guión que la anterior. Quizá éste sea el tema menos logrado del disco.
Los primeras melodías de guitarra de “Another life” son celtas y parecen destinados a marcar la canción. Un sonido muy denso y trabajado que mete de lleno al encargado de la voz principal que es ni más ni menos que Rick Altzi. El actual cantante Masterplan se mueve en este tipo de canciones como pez en el agua. No en vano el estilo de teclados que dirige la canción podría haber estado en el primer y segundo disco de Masterplan. Una muy buena canción y excelsa demostración de buen heavy metal nórdico.
Para mi modesto entender “Never look away” es la clara demostración de que la voz es el corazón de las canciones. Cantada por Tony Harnell (TNT y por ahora Skid Row) es una sencilla composición sin más. No tiene grandes ideas ni tampoco aporta mucho a quien escucha gran cantidad de música, pero es tan armoniosa y cálida que se deja querer desde la primera escucha. ¿Qué tiene por lo tanto esta canción? Sencillamente, la única y preciosa voz de Tony Harnell es suficiente para dejar al oyente con un rico sabor de boca.
Le sigue el tema “A Heart so Cold” que está cantado por otra fiera al micrófono. Harry Hess de Harem Scarem es quien tiene la voz en esta canción hecha sin más pretensión que la de llenar el disco. No me parece nada del otro mundo ya que está poco marcada y no deja muy claro si busca el lado melódico del cantante o la dureza en la música que sirve de apoyo a la voz.
Seguimos con “The right moment” que es cantado por Rebecca De La Motte. Se trata de una bonita canción a medio tiempo (no balada) que tiene toques muy duros pero con la sensibilidad vocal de que aporta contar con una voz femenina.
Para terminar tenemos “Walk this Road Alone” que también está cantado por Karlsson y que tiene una composición muy al estilo Primal Fear pero con una voz menos afilada y más calmada que la de Ralf Scheepers. Metal potente y clásico de las tierras vikingas con altas dosis de melodía.
Resumiendo lo que he podido deducir al escuchar el disco es que la idea de Magnus Karlsson era muy buena a priori y que el resultado es satisfactorio. Si bien hay momentos en los que no he sabido encauzar la escucha, sí que ha habido otros en los que he sentido verdadero gusto por la propuesta del multi-instrumentista sueco. Los mejores pasajes del disco, sin duda las tres primeras canciones y la interpretada por Tony Harnell “Never look away”.
Luis Maria Catediano