Las ganas de hacer música y el espíritu del Hard Rock se materializan en discos como el que acaba de llegarme. La madurez y la experiencia de dos cantantes y sus músicos reflejada en doce canciones llenas de afinidades musicales desde los más variado y opuesto de los estilos vocales de éstos. Así pues, me dispongo a presentaros este calentito y muy bien definido disco que en lo musical es todo un torrente explosivo de macizas canciones. Un proyecto que viene envuelto en papel de regalo y con el franqueo desde las islas británicas, y que está destinado a ocupar una posición muy alta dentro de los elegidos por mí a final de año.
Lo primero que por educación toca es presentar a los componentes. Todos ellos son maduritos, sobrados de horas de estudio y con muchas tablas. Además poseen el sobrado y necesario desparpajo para poder asumir el difícil compromiso de grabar algo que será mirado con lupa, sobre todo cuando viene vendido con la publicidad de tratarse de un “impresionante debut”.
¿Quiénes están metidos en esta historia? En las voces tenemos al bajista Nigel Bailey (Three Lions y Bailey) y Lee Small (Shy y Phenomena). El resto de los miembros son el guitarrista Paul Hume (Lawless, Demon) que además ha producido el disco, el batería Steve Clarkson (Bailey) y el teclista Andy Bailey (Three Lions y Bailey). Creo que con esto queda todo dicho… Estos señores están sobredimensionados en lo compositivo y para ello han dejado fluir nuevas canciones bajo el marco de otra colaboración musical. Que la “familia Bailey” esté casi al completo no quiere decir que el disco suene a Three Lions ni tampoco a Bailey. Para nada… Para nada… (como diría el cómico Paco Collado). Estas canciones son otra cosa y sus desarrollos se sustentan en diferentes formas y ambientes.
Debo destacar la enorme deferencia que existe entre las voces de Nigel Bailey y Lee Small. El primero es muy primitivo en su voz y tremendamente melódico en sus caricias y arrumacos hacia las estrofas que tan amablemente canta. El segundo es totalmente diferente. Es un cantante de rock con las características aventajadas que una garganta privilegiada como la suya le permite. Tiene una voz espesa y brillante a la vez, capaz de alcanzar los registros de muy pocos, y que ya se coló en el proyecto del productor Tom Galley llamado Phenomena, donde Lee Small siguió el estilo que había dejado Glenn Hughes en el primer trabajo. Siempre he visto a ambos cantantes como muy similares y casi gemelos por la energía y tonalidad de la voz negra que poseen. Lo que Lee Small dejó después grabado con Shy es abrumador y selecto. Estas diferencias vocales, y su perfecta conjunción, es lo que primero que me ha llamado la atención. La mezcla de su excelsa compatibilidad es una verdadera suerte para nuestros oídos.
Lo siguiente que creo necesario comentar es la tremenda presencia de los riffs de guitarra de Paul Hume. Su estilo queda muy marcado y definido además por unos solos de gran categoría y brillantez. A todo esto hay que sumar la calidez de los teclados que incorpora Andy Bailey, quien toma las reglas del Hard Rock como piedra angular a la hora de hacer sonar sus arreglos, y es que Jon Lord y Ken Hensley están muy bien representados en su persona como maestros de estos tipos de sonidos de teclados. No hay lugar a duda que el equipo que forma la guitarra de Paul Hume junto a las teclas de Andy Bailey es contundente y suena muy bien trabajado y conjuntado.
Una vez hechas las presentaciones, vamos a darnos una vuelta por el disco que Lifeline nos presentan con el título “Scream”. Tenemos doce canciones como doce soles. Todas ellas tienen duraciones muy prudentes y asimilables, y es que lo máximo es cuatro minutos y medio. Son canciones directas donde las normas del Hard Rock se respetan y repiten una tras otra. La entrada es con “Fear no more”, la cual representa de manera muy clara el estilo del grupo. Aquí manda el cantante Lee Small quien, teniendo una gran base rítmica detrás, juega cantando magistralmente. La siguiente canción es “Far from home” que empieza con un solo de guitarra brillante. En este tema la voz principal va pasando de Nigel Bailey a Lee Small muy acertadamente. Con “Jezebel” el grupo saca a pasear su lado más clásico del Hard Rock. Aquí se aprecia el peso de Andy Bailey al teclado. Le sigue “Nightmare dream” que mama del estilo que Bailey mostró en su disco en solitario y también en Three Lions, pero añadiendo que Lee Small incorpora su voz en los coros para dar más variedad a la canción.
Vamos a por la quinta canción, que es sin duda la más parecida al sonido Shy. “Feels like love” Comienza con el estribillo cantado a capela por los dos cantantes, y se desarrolla suave y firmemente dejando en todo momento la idea de que es canción de single. Si hasta aquí todo está yendo bien, ¿qué voy a decir con el tema que da título al disco?. “Scream” es todo un ataque rápido y directo con un gran Lee Small cantando genial y un enorme Nigel Bailey cantando a dueto. La guitarra especialmente trabajada y los teclados metidos con una gran maestría al estilo tan peculiar de los queridos Shy.
Ahora toca reposar un poco el ambiente y para ello tenemos “Danger in the sky”. Es un medio tiempo con un gran solo de inicio como sintonía que deja a los pies de Lee Small el lujo de cantar cómodamente una canción hecha para enamorar y gustar. Seguimos con “Destination freedom” que creo es un poco de relleno si tenemos en cuenta lo que hasta aquí ha habido. Nos vamos a por la novena canción que es “A Fortunate Man” y que parece hecha por otro grupo. Es decir, no sigue la línea que el grupo estaba teniendo y no suena creible. Parece que han grabado una canción de los Bon Jovi del New Jersey o algo así. No me gusta. La paso y empieza a sonar algo que promete. Es “Now His Angels Gone” y sí, ésta si que me mantiene atento. Baladita chula y muy bien cantada. Aquí es Nigel Bailey el artista y Lee Small el acompañante de lujo. Muy bonita y arriesgada la canción.
Espabilados y atentos porque toca clase de armonía y buenas guitarras dibujando melodías maestras. Esto es “Mary Jane” que tiene por base el dúo de los dos cantantes y que es notable en todos sus detalles. Los teclados creando una atmosfera densa y potente y los solos de guitarra tan libres son la mezcla perfecta y deseada para cualquier grupo de hard rock.
Llega el momento de finiquitar esto y la banda lo hacen con “Dark Skies”. El tema es básicamente cosecha de Bailey, aunque está cantado a dúo con Lee Small. Suena redondo, está bien compuesto y bien tocado. No hay mucho más que decir. Un excelente final.
Lo que hasta aquí he escrito ha sido muy sencillo porque el disco es así. No es un trabajo para comerse el coco con cosas raras. Se trata de hard rock melódico de muchos quilates, donde la figura de Bailey es mandatoria sobre el resto, y un disco en el cual está la maravillosa voz de Lee Small para dar ese toque selecto y de excelencia a las canciones donde su aporte es mayoritario. Por lo tanto, tenemos enfrente un disco muy recomendable. Disfrútalo!!!!
Luis Maria Catediano