“Ocurre a veces, que no sabes por qué, sin llamarte la atención los instrumentos, ni su versatilidad, ni la voz, ni las composiciones de un disco, … hay algo en él que te engancha. Te engancha con una simplicidad pasmosa. Pues ocurre a veces…y ésta es una de ellas.”
INTRODUCCIÓN
Kryptos es una banda de Heavy Metal, y cuando digo Heavy Metal es “Heavy Metal”, de la India. Con éste, seis discos a sus espaldas desde 1998 y con unas marcadas influencias al Metal más clásico de Accept o Judas Priest. Posee algún que otro pequeño tinte más thrashero a lo Coroner o Kreator, pero en su casi totalidad es Heavy Metal clásico. Suena bien, ¿verdad? Pues sí. Todas esas influencias están plasmadas innegablemente en sus discos, y este último no iba a ser menos.
Primera banda india de Metal en tocar en el Wacken Open Air, dejaban las puertas abiertas de su país y la gente empezaba a conocer su nombre. Su anterior disco titulado “Afterburner” ya era un pepinazo guapo.
Y en este 2021, ¿Qué nos encontramos? Su portada lo dice todo.
NUDO
Este “Force of Danger” es A+B=C. Que no se espere nadie que se salgan de los patrones clásicos establecidos en sus composiciones, aquí no hay lugar a experimentaciones o innovaciones, pero funciona. Estamos consumiendo actualmente tal cantidad de grupos que tratan de enrevesar tanto las canciones que cuando viene algo fresco, sin artificios, simplemente ofreciéndote buenos riffs “mueve melenas” pues se agradece mucho. Evidentemente un disco así tiene que tener una buena ejecución y éste además sube puntos al hacerte viajar por aquellos años 80 en los que no había ni trampa ni cartón, lo que se escucha es lo que hay.
“Force of Danger” está cargado de riffs de la escuela Accept, machacones y con un ritmo trepidante. Desde la primera y rápida “Raging Steel” ya nos damos cuenta de qué palo van y así serán durante las 7 canciones restantes. Escuchamos unas guitarras afiladas con unos riffs que se te meten en el cerebro, una voz “medio gutural” y digo “medio” porque está a medio camino de ello, y una base rítmica de bajo y batería que cumplen lo que las canciones piden.
“Hot Wire” sigue con la misma tónica, con un estribillo muy ochentero de esos que repiten los coros para dejarnos claro de que se trata de esta canción y no otra.
El ritmo más Accept nos lo traen en “Dawnbreakers”, una de mis favoritas. Con ese tiempo Heavy a más no poder, enlazan unas melodías de guitarra que se acomodan perfectamente al riff. Y es que en esto se basan los indios, crean cosas que hemos escuchado mil y una veces pero manteniéndonos enganchados por sus ritmos.
“Thunderchild” es muy parecida a la anterior, con un cierto toque a los primeros Running Wild y un trabajo muy destacado de las guitarras que conjugan uno de los mejores solos del disco. Otra de mis favoritas. Posee una parte intermedia en la que meten más tralla y le queda genial ese rollo “speed” en el conjunto del tema.
A estas alturas, los heavies amantes de los 80 estamos frotándonos las manos como cuando éramos niños con el walkman. Y aún nos queda la mitad del disco. Enlazan con “Nightawk” que no es otra cosa que lo que nos han ofrecido en la primera mitad del disco, pero aquí radica lo bueno, no me canso de decirlo.
“Omega Point” es un temazo a lo Judas Priest de antaño, con algún destello a Mercyful Fate que también me encanta. Y él da paso a lo que para mí es el temarraco del disco: “Force Of Danger”. Quizás hasta sea la canción más simple de todas pero esos riffs de las estrofas, y la manera de ejecutar el tiempo en la voz me vuelve loco. Yo no puedo no bailar con este tema, no sé si os pasará a los demás, pero me recuerda tanto a mis primeros años de infancia que no puedo no adorarlo.
“Shadowmancer” es el broche final de este “Force of Danger” y no pueden haber elegido mejor tema para acabarlo. Probablemente después del más simple hayan querido meter el más, por decirlo de alguna manera, épico y han acertado. El estribillo que contiene es el mejor del disco y te deja un regustillo final de querer volver a escuchar el disco otra vez.
DESENLACE
Ocurre a veces, que no sabes por qué, sin llamarte la atención los instrumentos, ni su versatilidad, ni la voz, ni las composiciones de un disco, … hay algo en él que te engancha. Te engancha con una simplicidad pasmosa. Pues ocurre a veces…y ésta es una de ellas.
“Force of Danger” no tiene nada por lo que quedarte embobado, pero tiene justo lo que necesita para su propuesta, que no es otra que ofrecer canciones de Heavy Metal de antaño.
Una cosa insólita y a la vez curiosa, pero que si pensamos es completamente normal, ¿Qué es la música nada más que un sentimiento real directo a tus oídos? Pues eso, más real estos Kryptos no pueden ser.
Un disco de Walkman, cojonudo.
Samu Bodom (The Lux Team)