IRON MAIDEN – Crónica desde Mexico (4/3/2016)

IRON MAIDEN + ANTHRAX + THE RAVEN AGE
Palacio de los deportes Ciudad de Mexico – 4 Marzo 2016
Texto y fotos: Joey Briz

México es parada obligatoria para todas las grandes bandas porque aquí tienen un mercado impresionante y un público que nada tiene que envidiar al español en cuanto a pasión y energía. El turno le tocaba en esta ocasión a Iron Maiden, que iniciaba su The Book of Souls World Tour 2016 con tres conciertos en Estados Unidos y otros tantos en México, el primero en Monterrey y dos más en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México (antiguo Distrito Federal), y yo tuve la oportunidad de asistir al último de ellos el pasado 4 de marzo.

La oportunidad de dar inicio a la velada fue para una joven banda británica llamada The Raven Age, cosa que no sorprende cuando uno se entera de que uno de los guitarristas es hijo de Steve Harris, bajista de Iron Maiden, si bien hay que reconocer que no están exentos de calidad. Se trata de una banda de metal melódico con una fuerte carga épica y seguramente será muy interesante para los fans de ese tipo de música. Desde luego al público mexicano lo captaron muy rápidamente, lo cual tiene su mérito porque en algún caso he presenciado como la gente apremiaba «amablemente» a los teloneros a acabar si no eran de su gusto. Pero aquí la gente, que andaba un poco dispersa, no tardó en apretarse junto al escenario, a lanzar los puños al aire y a moverse al ritmo de un grupo potente, con músicos jóvenes pero competentes y un buen frontman tanto por voz como por manejo del escenario. No obstante, me quedé con la mosca detrás de la oreja porque la parte «melódica» quedaba exclusivamente en la voz del cantante, ya que el sonido era deficiente y la musica retumbaba. Nada que no haya visto antes con los teloneros, pensé.

anthrax

A continuación salió Anthrax. Sinceramente, yo no sabía que estaba prevista su actuación esa noche y me sorprendió porque se trata de un grupo al que uno ve más como cabeza de cartel que como telonero, pero claro… no hay color con Iron Maiden. Y no hay color en ningún sentido, amigos. Yo no había escuchado apenas nada de este grupo. El único tema que me sonó y que de hecho me gusta fue «Anti-social». Pero su actuación no me dijo nada. Demasiado sucios y tralleros para mi gusto y en nada ayudó el sonido, que ya me empezó a parecer directamente zaborrero. Al cabo de un rato me fui al bar cruzando los dedos para que la cosa mejorase con la banda principal.

 

Iron Maiden

Cuando por fin salieron los Iron Maiden, el público ya abarrotaba la pista y las gradas del Palacio de los Deportes y para entonces el escenario había cambiado notablemente. La mítica banda británica se ha significado a lo largo de los años por ir adaptando su imagen y su escenografía y esta vez la fuente de inspiración de The Book of Souls ha sido la imaginería maya, un motivo más para que el público mexicano se sintiera identificado con sus héroes. Pero en esto lo principal es la música, siempre la música, y con una bandaza como Iron Maiden, con temas eternos y un potente disco nuevo bajo el brazo, el éxito está asegurado.

Iron Maiden
El repertorio fue exactamente el mismo que en las cinco fechas anteriores. Abrieron el concierto con el tema que abre el álbum, «If Eternity Should Fail», donde ya pude darme cuenta de que se iba a reproducir el problema de los dos grupos anteriores. Según parece, a este recinto lo conocen como «El Palacio de los Rebotes». Y es una pena porque la magnífica conjunción de los Maiden, esas melodías que entretejen con sus guitarras y bajo, quedaban reducidas a estruendo. Por fortuna, la voz de Bruce Dickinson estaba perfectamente sonorizada y se elevaba por encima del fragor de la música permitiéndonos apreciar que se ha recuperado a la perfección de sus problemas de salud y sigue siendo ese fantástico vocalista capaz de llegar a lo más alto. Bruce realmente me impresionó de principio a fin.

 

Iron Maiden

Pero estos problemas de sonido que a mí tanto me afectan no parecían importar a un público entregado de antemano. «Speed of Light» recibió la misma acogida que cualquiera de los grandes clásicos de la banda. El primero de estos fue «Children of the Damned» que según parece no tocaban en directo desde 2009. El tema «Tears of a Clown», que Bruce dedicó a Robin Williams, es para mí el mejor de su nuevo disco porque tiene un sentimiento que pocas veces veo en los temas de los Maiden. Otro de los nuevos temas fue «The Red and the Black», que el público coreó a pleno pulmón. El éxtasis llegó con el mega-hit «The Trooper». Bruce salió para la ocasión vestido de soldado con la bandera británica y jaleó al público mexicano que botaba, cantaba y montaba pogos y que siguió dándolo todo con «Powerslave».

 

Iron Maiden
Y entonces llegó un momento de cierto bajón con otro par de temas nuevos: «Death or Glory» y el que da nombre al disco «The Book of Souls». Personalmente creo que en lugar de ellos se podía haber dado entrada a algún que otro superclásico para disfrute del personal. Creo que cuatro temas son suficientes para promocionar un nuevo disco y que estos dos en concreto sobraban en el repertorio a menos que quieras que la gente, como así hicimos muchos, se vaya al baño y al bar.

 

Iron Maiden

Para mí los mejores momentos de la noche estaban por llegar. Para el bloque final, me coloqué hacia la parte izquierda del escenario y allí el sonido era un poco mejor para mis sufridos oídos, así que pude disfrutar de «Hallowed Be Thy Name»  con Bruce echándose una soga al cuello, una de mis favoritas como es «Fear of the Dark» y el único tema que todavía tocan de sus dos primeros discos, el propio «Iron Maiden» para el que sacaron un enorme busto de Eddie.

 

Iron Maiden

El bis empezó con otro mega-super-hit «The Number of the Beast», donde Eddie se vio reemplazado por un demonio con cabeza de carnero que se aparecía entre llamaradas. Bruce introdujo «Blood Brothers» (Hermanos de Sangre) afirmando que todos somos iguales, no importa cuál sea nuestro origen o el color de nuestra piel, una declaración que no debería ser necesaria pero que hoy en día por desgracia lo es, tal como se está poniendo el mundo, y eso los mexicanos lo aplaudieron mucho porque lo tienen muy presente cuando miran a Estados Unidos y ven a Donald Trump. El show terminó con «Wasted Years».

 

Iron Maiden

Me fui del Palacio de los Rebotes un poco rebotado por las deficiencias de sonido, pero contento de haber podido ver por fin a una de las mejores bandas de heavy metal con uno de los mejores vocalistas del género en plena forma.

3 Comments

  1. Muy buena crónica, amigo! contada en primera persona y no olvidando detalles grandiosos!! yo también fui al concierto y estoy escribiendo una crónica, pronto te la posteo =) saludos desde Hermosillo, Sonora, México!! /,,/

    • Hola María, me alegra mucho que te haya gustado esta crónica que efectivamente quise escribir en primera persona, la pura vivencia de uno más del público. Por supuesto que me encantará leer la tuya! Un abrazo de un gachupín en Puebla! 🙂

Los comentarios están cerrados.