Homenaje a JOHNNY WINTER

JOHNNY WINTER…el bluesman de gélido apellido y extraño cabello albino siempre me pareció alienígena aunque, en verdad, nació en Texas en el seno de una familia amante de la música. Su hermano pequeño también era albino y ambos empezaron, siendo niños, a cantar y tocar por los bares temas de los Everly Brothers y muy influenciados por Moody Waters, BB King y Bobby Bland. Anduvieron juntos hasta que en 1970, cuando su hermano Edgar lanzara un álbum en solitario, titulado «Entrance» y formara la banda Edgar Winter White Trash (grupo de jazz-rock y R&B), el trío original se disolvió.

Johnny Winter entonces formó una nueva banda con los restos de los McCoys formado por el guitarrista Rick Derringer, el bajista Randy Jo Hobbs y el baterista Randy Z (que era el hermano de Derringer, de apellido real Zehinger). Originalmente se hicieron llamar «Johnny Winter & The McCoys», pero el nombre fue acortado a «Johnny Winter And», que era también el nombre de su primer álbum de estudio. Cuando Johnny Winter y sus músicos comenzaron a viajar y hacer giras, Randy Z tuvo que ser reemplazado por el batería Bobby Caldwell. Esa mezcla de las nuevas canciones de sonido Rock con las tradicionales y más clásicas canciones del blues se consiguieron capturar magistralmente en el álbum en vivo, Johnny Winter And Live, éste que veis en la foto y que llevo entre mis manos. Incluía un nuevo espectáculo «It’s My Own Fault», la canción que llamó la atención a Columbia Records y puso a Johnny Winter en su punto de mira.

El ímpetu de Winter se deterioró cuando éste se hundió en la adicción a la heroína durante aquellas giras. Pero después buscó tratamiento de rehabilitación y, en 1973, regresó a la escena musical plenamente recuperado con el lanzamiento de Still Alive and Well, una mezcla básica entre el blues y el hard rock, cuya canción principal fue escrita por Rick Derringer. Winter es un lujo a paladear en compañía de un buen copazo de bourbon, sentados ante el plato exquisito de una de sus piezas magistrales…Y aunque ya no esté entre nosotros, podremos seguir escuchando sus trabajos y confiar en que su hermano Edgar -otro grandísimo – nos deleite con algún concierto por España.

Texto y collage: Mayca Cruz «Mycure»