GARAGE SOUND FESTIVAL 2018
Auditorio Miguel Rios, Rivas Vaciamadrid, 8 de Junio, 2018
Crónica y fotos: Raúl Blanco
Anunciaron que habría segunda edición, y cumplieron, el Auditorio Miguel Ríos de Rivas albergaba la edición 2018 del Garage Sound Festival. Motor y música se daban una vez más la mano para hacer disfrutar al público en un fantástico ambiente. Sobre el papel puede gustar más o menos el cartel pero lo que no hay duda es que está hecho con una inmensa dosis de cariño y lógica, si tienes que ponerle banda sonora al motor a buen seguro que te vienen a la cabeza los nombres de esta edición.
Puntualmente salían a escena para dar abrir las puertas de este Garage los británicos Stone Broken y su sonido claramente influenciado por bandas como Nickelback. Lo que en un principio parece un premio, tocar en este festival, se convierte en una auténtica pesadilla si tu banda es el primer nombre del cartel por la escasísima afluencia de público. Viernes a las 17:10, los encargados de estar en el escenario en ese momento tenían todas las papeletas de pegarse el trompazo del siglo pero si además vienes de Inglaterra para tocar 35 minutos delante de poco más que la prensa pues, sin tratar de disculparlos, por mucho que lo intentes ni tú mismo te metes en el concierto. Yo, que tuve la ocasión de ver a estos chavales hace un par de años en su tierra, os puedo asegurar que los que voluntariamente no fueron a primera hora a verlos a Rivas perdieron una grandísima ocasión de descubrir a una banda con un brillante futuro por delante, incluso haciendo el “Larger than life” de Backstreet Boys. Ojala tenga ocasión de volver a disfrutar de ellos de nuevo próximamente.
Llegaba el turno para el stoner de Mammoth Mammoth y la única palabra que se me ocurre para describir su descarga es, impactante. Reconozco mi ignorancia respecto a la banda por lo que no se si el estado “anímico” exhibido por Mikey Tucker en Rivas es el habitual. El sonido no estaba siendo muy bueno, no lo fue a lo largo de todo el festival, pero realmente parecía que a la gente tampoco le importara mucho porque Tucker se bajó del escenario de un salto, cayéndose al suelo, salto la valla de los pases Vip…cayéndose nuevamente y se mezcló con el público antes de regresar, no sin esfuerzo al escenario. Su descarga no llego a los 50 minutos pero al bueno de Mickey le dio tiempo a bajarse nuevamente, rompiendo un micro, e incluso a trepar por los andamios de los laterales del escenario. Musicalmente, bastante mejorable la descarga de los australianos, eso sí, impactante a nivel visual.
La noche y el día, parecía que habíamos cambiado de festival, la elegancia británica se hacía dueña de las tablas, los culpables, The Temperance Movement. El blues rock de los escoces consigue vencer momentáneamente al regular sonido. Cortes como “Caught in the middle” o “Built-in Forgetter” sumieron a la audiencia en un mar de calma, era el momento de disfrutar desde la atención hasta el más mínimo detalle. No había ninguna estridencia que te despistara de lo que estabas escuchando más allá de los movimientos de Phill Campbell que por momentos me traían a la cabeza a Liam Gallagher (Oasis). Los cincuenta minutos de The Temperance Movement fueron de lo mejor de esta edición del festival, no solo de la jornada del viernes, sino de todo el festival.
Al contrario del dicho, tras la calma llego la tormenta y ese ciclón llego de la mano de Hardcore Superstar. La banda de Jocke Berg puso patas arriba el auditorio. La actitud con la que la banda salto al escenario fue insuperable, desde el segundo uno dejaron claro que estaban allí para ser los auténticos protagonistas de esta edición. Aun con problemas de sonido, posiblemente fueron los que peor suerte tuvieron en este sentido, su descarga fue una brutalidad, consiguieron llevarse de calle al público que disfruto prácticamente igual con los temas más clásicos de la banda como “Last call for alcohol” o los singles más recientes “Bring the house down”. Otra cosas es cuando lo que suena es “We don´t celebrate Sundays”, ahí es cuando aquello se viene completamente abajo. Hardcore Superstar actualmente están en condiciones de ser los abanderados de ese sonido Sleazy/punk a poco que ellos mismos le peguen la patada a la mesa, y después de lo visto el viernes, con el lanzamiento de “You can´t kill my Rock and Roll” están dispuestos a hacerlo. Impresionante su descarga.
La lluvia caída sobre Madrid no impidió que todo siguiera según la agenda prevista, los saltos del freestyle animaron e hicieron entretenida la pausa antes de la salida de Buckcherry. Sin haber probado la rampa estos grandes artistas arriesgaron su integridad física para ofrecer el espectáculo anunciado sin ningún tipo de excusas, algo digno de admirar.
Y claro ¿Qué sucede cuando la banda que sale antes que tu ha dejado aquello como un solar? Pues que tienes más posibilidades de defraudar. Los discípulos se merendaron a los maestros. Poco o nada queda de esa banda que me enamoro por completo en su visita a Madrid allá por el 2011. Al contrario de Hardcore Superstar, ni ganas ni actitud ni absolutamente nada, ni si quiera musicalmente hablando por que la voz de Josh Todd está completamente rota. No es capaz de defender, no solo su temas más recientes como “Say Fuck it” sino que auténticos himnos como “Too drunk too fuck” o “Crazy Bitch” suenan absolutamente descafeinados. Todd se limitaba a lucir palmito y chulería mientras Stevie D. trataba por todos los medios de arreglar semejante desaguisado, evidentemente, sin éxito. Me lleve una autentica decepción y creo que no fui el único por los comentarios que escuche a mi alrededor, una lástima.
Todo lo contrario que me sucedería con el canadiense Danko Jones. No era santo de mi devoción, y digo era porque pienso prestarle mi atención a partir de ahora. Danko Jones levantó a todo el auditorio realizando una descarga llena de energía y, haciendo un juego de palabras con su apellido, co”Jones”. Danko no solo puso nuevamente por las nueves el ánimo de la gente a golpe de guitarrazo, también lo hizo con un gran sentido del humor y cercanía. “There´s only be a fight tonight”, “My Little RnR” o el tema que da nombre a su último lanzamiento discográfico “Wild cat” fueron algunos de los cañonazos que se marcó el bueno de Danko en su descarga en Rivas. Su descarga sin ningún lugar a duda fue la grata sorpresa de esta edición del festival.
Abrir el festival no es agradable pero cerrarlo tampoco le va a la zaga, estamos hablando de las dos de la mañana pasadas con el agravante de toda una jornada laboral , en muchos casos, y musical en todos ellos. Con ese hándicap tuvo que luchar Motorjesus que vio reducida considerablemente su audiencia, que no así sus ganas de agradar a los valientes que aún quedaban allí. No comulgo mucho con el Heavy Metal que practican los germanos Motorjesus pero su actuación mereció todos mis respetos ya que no se dejaron ni una gota de sudor para otro día. Era hora de ir a descansar ya que el día siguiente se prometía largo.
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