FRONTIERS ROCK FESTIVAL 2016
Live club, Trezzo (Italia), 23 y 24 abril
Crónica y fotos: Luis Mª Catediano
Domingo 24-04-2016 – Segundo día
Llegar al hotel a la una de la mañana y saber que al día siguiente vas a estar de nuevo viendo otros siete grupos es como decirle a un pirómano “toma una cerilla…”. Pensar que a las 15 h se hará de noche dentro de un local, y que vas a poder ver artistas como los de esa tarde se daban cita, era un subidón que difícilmente se puede transmitir. Únicamente entendible por tí que estás leyendo esta crónica. Comenzamos.
BLOOD RED SAINTS
Con puntualidad británica empezó el concierto de los divertidos y profesionales Blood Red Saints. Fue entrar en el Live Club y tener que correr para acceder a la zona acotada para los fotógrafos. Muy equilibrados en su presencia y con mucho control de las tablas, los de las islas sonaron especialmente bien y limpios. Pete Godfrey en el papel de capitán y Pete Newdeck en su labor de maquinista eran los componentes más predominantes con sus voces muy bien compenetradas. Godfrey canta mucho y él es sabedor de las extraordinarias características que su compañero batería tiene cuando le corea. La labor del guitarra Lee Revill y del bajista Rob Naylor acertadísima con una puesta en escena muy sobria y segura.
Las canciones del disco “Speedway“ editado en diciembre de este pasado año 2015 sonaban en la sala clavadas a como lo hacen en estudio. Los tres primeros temas fueron en el mismo orden que aparecen en el cd. De este modo sonaron “Kicking Up Dust”, “Mercy” y “Best Of Me”. Tres interpretaciones que sirvieron para dejar claro que tocar tocan, que cantar cantan, y que ambas cosas de muy buenas formas.
Dieron un amplio repaso a su disco tocando además las canciones “Unbreakable y “Better Days”, y se lanzaron a pecho descubierto con una cover del “Wanted Dead Or Alive” de Bon Jovi.
Las constantes gracias y bromas sobre el escenario eran un reflejo de lo que luego dejaron ver cuando después del concierto se mezclaron con la gente. Muy buena gente y con un sentido del humor tremendamente adorable. Salir de fiesta a tomar unas cervezas puede ser tarea difícil de olvidar aunque también de recordar a la mañana siguiente.
Un buen concierto de un grupo muy bien asentado en el escenario y que al público gustó mucho.
INGLORIOUS
Una de las actuaciones más esperadas por mí por la autenticidad de la propuesta musical que la banda mostró en su disco debut “Inglorious”.
La presencia del grandullón Nathan James genera de por sí la inquietud por ver cómo se comportará sobre el escenario y cómo defenderá las enormes melodías y juegos vocales del disco. Nada que objetar. No hay pista pregrabada para este tipo. Se basta por sí mismo para romperte los cristales de la más resistente doble cámara de tu casa.
Las luces azules de la iluminación aportaban esa calma tensa de saber que lo que ahí iba a ocurrir era cierto del todo. Rompedores y avasalladores desde el primer instante desnudaron su único disco con dos pepinazos totales. “Until I Die” y “Breakaway” me trasladaron a esos momentos del mejor hard rock y hard blues cuando todo era innovación y feeling.
En la parte izquierda del escenario se situaban Wil Taylor a la guitarra rítmica y Colin Parkinson al bajo, quienes eran unas máquinas de hacer riffs y ritmo de base. Así pues, ver y acercarse a la técnica del bajista era un placer por la singularidad y desborda fuerza sonora que éste emitía. A los mandos de la batería el barbudo Phil Beaver y en los teclados el jovencísimo músico Gab Soulavy conformaban una alineación atacante y ganadora.
En el lado derecho del escenario se emplazaba seguro el altivo guitarra sueco Andreas Eriksson (ex Crazy Lixx) quien impregnaba la actuación del grupo con la elegancia y glamour propio del que se siente una estrella. Los recursos de Andreas eran muy amplios y siempre certeros. Tocando a dedo y a púa al mismo tiempo daba un grado de exquisitez y singularidad al sonido de Inglorious.
La nostalgia viva que sentí hacia los sonidos zeppelianos al escuchar y disfrutar de temas como “High Flying Gypsy”, “Holy Water” y “Warning” era muy placentera al sentir que enfrente no había unos músicos imitando, sino que esos sonidos eran actuales, verdaderos y propios de una banda de hoy.
Se atrevieron con una versión del “I Surrender” de mis queridos Rainbow, y también hicieron lo propio con el “Girl Goodbye” de Toto. Para acabar su gran actuación dejaron para el final el tema “Unaware”.
Sobresalientes y grandes, Inglorious tomaron la sala con las ganas y seguridad de unos fuera de serie.
TERRY BROCK
La actuación del mítico cantante de los Strangeways era otro de esos momentazos de la tarde. ¿Quién no ha saboreado sus finas melodías? El que subscribe esta crónica dibujó pensamientos y vivió muchos momentos con aquellas canciones de los de Glasgow. Composiciones imposibles de imaginar hasta que los hermanos Stewart y Terry Brock no inventaron aquellos dos magníficos álbumes titulados “Native Sons” y “Walk in the Fire” de 1987 y 1989 respectivamente.
El escenario recogía a un Terry Brock serio y con un aspecto muy tejano al vestir un sombreo típico. Acompañándole como grupo soporte estaban la familia italiana más activa del momento alrededor de la compañía Frontiers. Estaban Alessandro Del Vecchio en los teclados, Anna Portalupis al bajo, Edoardo Sala en la batería y un muy joven Francesco Marras a la guitarra.
El set list del americano se diversificó entre canciones propias en solitario con otras de sus incursiones en Giant, Slamer, The Sing y por supuesto Strangeways. De estos últimos sonaron los especiales “Where Are They Now”, “Only A Fool”, “Where Do We Go” y el precioso “Love Lies Dying”.
Fue un show bueno en el que todos los presentes sentimos la magia de un músico que es historia viva y muy importante del mejor AOR de todos los tiempos.
THE DEFIANTS
Esta actuación era por mí la más esperada de todo el festival. El discazo que se habían marcado los americanos les situaba en mi top de la lista de deseos del Frontiers 2016. No tenía ninguna duda que lo que nos preparábamos a vivir iba a ser el mejor show con ventaja sobre los demás.
La imagen de Rob Marcello al llegar a la sala, totalmente maqueado y agotando las existencia de rimmel de toda Lombardía era sintomático de que los componentes de The Defiants han estado y están en un nivel superior por glamour a la mayoría de los músicos actuales. Ahora lo que faltaba es que demostrasen además sus actitudes tocando y preservando la calidad que su disco atesora.
De espaldas al público y con la intro de su disco sonando por los PA’s, el grupo creó esa expectación y densidad necesaria previa que unos súper músicos como estos saber gestionar antes de comenzar el show. Con una guitarra colgada y vistiendo una guapísima cazadora, Paul Laine era la viva imagen de un rock star. La pose segura y relajada de Bruno Ravel matadora. Media vuelta de Paul Laine para cantar el inicio de “Love And Bullets” y el desenfreno y la fiesta estaba servida. El sonido potente y muy limpio y nítido. La conexión de Paul Laine guitarreando de lo lindo con sus compañeros fue una maravilla. Los coros de Bruno Ravel tremendos. Las guitarras de Rob Marcello para no olvidar. Hubo arreglos de teclado grabados evidentes y controlados por el batería. En este caso y por no estar oculto ni enmascarado creo que su introducción es aceptable.
El show tuvo de todo. En lo musical, el set list fue una mezcla de sus nuevas canciones, donde destacaré la maravillosa “Take Me Back” y en especial la superlativa “Waiting On A Heartbreak”, con éxitos de Danger Danger como “Grind”, “Goin’ Goin’ Gone” y “Beat The Bullet”. Además hubo momento para disfrutar de “We Are The Young” y del éxito “Dorianna” editados por Paul Laine en su disco en solitario en 1990.
También hubo, como es habitual, tiempo para las charlotadas de un Bruno Ravel que hasta se autocrítica con humor contando cómo los promotores de sus conciertos le dicen que hable menos y que toque más. Este hombre es total en todos los aspectos que muestra en sus conciertos en la interactuación que tiene con el público y con los fans después de los shows.
Para acabar, tantearon una cover de Kiss con su “God Of Thunder” y otro esperpento que me supuso oír en estas fechas tan calientes un horrible y aceleradísimo “Paradise City” de Guns n’ Roses.
El balance demoledor por el éxito conseguido por este grupazo que esperamos no quede en solamente el invento ocasional de Serafino Perugino. Me consta que no será así y que los músicos compagianrán Danger Danger con The Defiants.
Sin lugar a dudas los vencedores de todo el Frontiers 2016.
GRAHAM BONNET
El show del controvertido cantante inglés era a priori la más incierta por desconocer el estado de forma y las canciones que él interpretaría esa noche. La respuesta quedo clara desde los primeros compases. Su actuación fue mucho más que correcta y creo que no defraudo a nadie.
Graham Bonnet tiene 68 años y posee a estas alturas suficiente registro para cantar esas canciones le encumbraron a la fama mundial en sus tiempos de Rainbow, Alcatrazz y MSG. Recuerdo las declaraciones de Ritchie Blackmore en las que decía allá por 1978 que éste hombre era el único capaz de cantar en registros tan altos como los que él conseguía alcanzar. Pues bien, durante su actuación me pareció que flaqueó únicamente en cuatro o cinco momentos. El resto lo hizo con soltura y supo defenderlo perfectamente.
El set list se compuso de canciones tan emblemáticas de su época en Rainbow como “Eyes Of The World”, “All Night Long” y “Lost In Hollywood” que sirvió para cerrar el concierto. De su tiempo como líder de Alcatrazz tocaron, entre otras, “God Blessed Video”, “Will You Be Home Tonight” y el famoso “Island In The Sun”. Además sonó especialmente bien la versión del “Stand In Line” de paso por la banda de Impellitteri.
Con este compendio de canciones y sabedores de los músicos que las compusieron y tocaron, no es de extrañar que los artistas que acompañan al cantante tienen que ser de mucha calidad. Pues sí, lo son. Al bajo estaba su guapa novia Beth-Ami Heavenstone. En la guitarra un para mí desconocido Conrado Pesinato que sacó las notas de su guitarra con mucha clase y brillantez, y en la batería un también desconocido Mark Zonder.
Desde mi humilde opinión, el grupo sacó adelante un show con una nota más que notable.
TRIXTER
Si antes he dicho que tenía la idea que los ganadores iban a ser The Defiants, debo decir ahora que quizás estaba 50% entre ellos y Trixter. En fin, los dos últimos discos de ambas bandas están entre mis favoritos de los últimos meses.
Ésta era la primera vez que los americanos tocaban en Europa en toda su historia, y eso era un aliciente mayor para mí a la hora de decidirme si ir o no al festival. Elección más que acertada haber podido presenciar las evoluciones de estos cuatro colegas de New Jersey desde hace más de 30 años. Qué barbaridad !!! Ellos rozaron el cielo a finales de los años 80 y ahora 30 años después son reconocidos y se encuentran de nuevo pasándolo bien juntos. De película.
El público enloqueció al ver como aquellos chavales se habían convertido en adultos cuarentones y tenerlos encima del escenario del Live Club. Al lado y en plena forma. El cantante Pete Loran, el virtuoso guitarra Steve Brown y el activo bajista P.J. Farley, estaban dando cera al personal con un enorme Mark “Gus” Scott a la batería. La formación original estaba de nuevo rockeando.
El show fue muy Bueno aunque me hubiese gustado más temas de su último disco “Human Era”. Comenzaron con el “Rockin’ To The Edge Of The Night” y siguieron con el gran éxito de 1990 “Heart Of Steel” y con el “Play Rough” del mismo año.
La actividad de Steve Brown era frenética. Saltando, posando y tocando a la perfección las complicadas líneas que el guitarra desarrolla. Pete Loran era reclamado por los asistentes y él metido debajo de la actual y habitual gorra no dejaba verse. El bajista hiperactivo no paraba de intercambiar la posición en el escenario con Steve Brown y lo hacían con una habilidad muchas veces ensayada.
Tocaron “Tattoos & Misery” del disco que supuso su vuelta en 2012 y los inmortales “Road Of A Thousand Dreams”, “One In A Million”. No faltó el nuevo y emotivo “Human Era”, ni tampoco los éxitos de 1990 “Line Of Fire” y “Give It To Me Good”.
La experiencia de haberles visto ahora, aún con tanto retraso en décadas valió por si solo la asistencia al Frontiers Rock Festival.
TALISMAN
El regreso de los clásicos Talisman era esa guinda que se alza en la cumbre del pastel. Jeff Scott Soto en su papel de mega estrella con sus compañeros de tanto años como son Pontus Norgren, Jamie Borger y BK en los teclados. La figura del inolvidable Marcel Jacob era suplida por el fantástico bajista de Evergrey, Johan Niemann.
Era el final de un amplísimo festival de bandas y los suecos estaban listos para asaltar y aplastar el escenario con sus ágiles y contundentes ritmos. La expectación máxima y los primeros acordes del habitual inicio con “Break Your Chains” al que siguió “Colour My XTC” y “Fabricated War”. Jeff Scott Soto en un papel agresivo y desconcertante con una imagen estrafalaria y muy actual. Pontus Norgren tocando de forma maravillosa y como fondo de la banda un batería arropado genialmente por el inmenso bajista que es Johan Niemann. La banda exultante y muy fuerte.
Interpretaron los conocidísimos “Mysterious (This Time It’s Serious)”, “Just Between Us”, “I’ll Be There 4 U” y los imprescindibles “Dangerous”. “I’ll Be Waiting” y “Standin’ On Fire”. También tocaron el cover casi suyo del “Frozen” de Madonna y un emotivo y sentido recuerdo para el padre de Pontus Norgren con el solo de guitarra del “Albinoni Adagio”.
En la canción “I’ll Be Waiting” Soto bajó del escenario y se adentró entre el público viniendo a parar donde estábamos para cantar con todos nosotros el estribillo más famoso de la banda sueca.
El final fue apoteósico con una versión del “Purple Rain” de Prince en su memoria.
No me pareció un show de cabeza de cartel al 100%. Tampoco creo que tantas paradas y cambios de ritmo le beneficiasen al concierto en general.
Si he de poner una nota en escala hasta diez, me decantaría por un poco más de seis.
Hasta aquí todo lo que puedo contar de este festival que fue flojo en su primer día y que ganó mucho en el segundo. Los grandes ganadores podrían ser según mi gusto Find Me, Last in Line, Trixter y sin duda alguna y de calle The Defiants.
Otro año más, y si es mejor, pues también. Rock On !!!
