Recibir la noticia de que David A. Saylor ha llevado a cabo un nuevo trabajo o colaboración es algo que me llena de satisfacción. Es un acontecimiento que espero con ganas y que genera en mí unas altas expectativas, que vienen dadas por la gran admiración que siento hacia su forma de componer y cantar, y también porque sencillamente su voz tiene algo muy especial que me cautiva. Por esto reconozco que puedo ser en principio poco objetivo, ya que voy por delante con la intención de encontrar en sus canciones algo que me motive y atrape. Esto es en el inicio. El resto tiene que haberlo puesto él en las composiciones, ya que que creo tener también ese punto de crítico exigente si lo que oigo no me satisface.
El compositor y cantante americano (madre española) ha demostrado durante su dilatada carrera ser un amante de las cosas bien hechas. Son más de 30 años en un mundo éste el musical, muy complicado donde solamente los muy buenos e inteligentes han podido sobrevivir a las tendencias y cambios de gustos.
Atrás pero muy vigentes y recomendables están los anteriores discos en solitario titulados “City of Angels” (2012), “Kiss of Judas” (2013), “Strength of One” (2014) y “Built to fight” (2015). Hacia estos discos tengo un gran respeto en general, aunque en particular sufro devoción por el “Kiss of Judas”. Es una obra maestra del mejor AOR mires hacia donde mires y lo compares con lo que lo compares.
Ahora estamos en 2016 y tenemos el placer disponer de su nuevo lanzamiento. Así pues, con todas las ganas por descubrir lo que un artista como es él puede producir, vamos a dar un pequeño repaso a “Ship To Nowhere” que es la última propuesta de este cantante tan especial.
El disco fue grabado en Birmingham en los estudios Front Room Studios y se compone de doce canciones. Todas excepto dos han sido compuestas por Saylor. Su amigo y habitual teclista Jon Dewsbury ha escrito y tocado junto con él “Can’t Break away from you’. Además ha grabado una versión del famosísimo ‘Missing You’ de John Waite que es un tributo en honor a su hermana Dina Saylor tristemente fallecida este año. La producción ha corrido por su cuenta y es que él mejor que nadie sabe en que basar su esfuerzo y la meta que quiere alcanzar cuando compone y graba sus canciones.
Los músicos que han grabado el disco has sido muchos. Las guitarristas han sido tocadas por él mismo y ha contado con otros como Brett Hammond, Ray Hatfield y Rob Hewins en los solos. Paul Pryor ha sido el responsable de dar fuerza a las canciones con su bajo y la batería ha sido por cuenta de Rob Hewins. Para los coros él mismo se basta y se sobra, pero ha introducido también las voces de Erika Jones, Cristian Antonio y de su querida hija Romany.
El disco comienza con una introducción titulada “Tempest” que de forma instrumental y muy sencilla nos deja en manos del tema que da título al disco “Ship To Nowhere” y que ha supuesto el adelanto en los medios. Un buen comienzo cargado de unos pomposos teclados que crean una atmosfera densa y atractiva. La elegancia y supremacía de la voz de Saylor está registrada enormemente en esta gran canción. De seguido suena el tema con más ritmo pop del disco. Es “We Won’t Sacrifice” y tiene la sorpresa de estar cantado a dúo con Phil Bates del grupo Atlantic.
Qué bonita la siguiente canción… “Open Door” es eso, una puerta abierta al ingenio y a la expresión libre de un cantante que juega y desarrolla cada estrofa al máximo. Un artista incansable y perfeccionista como pocos. Sus melodías de voz principales van vestidas con las mejores perlas en forma de coros y arreglos. La fuente de donde bebe y toma alimento Saylor parece inagotable por la derrochadora creatividad que muestra. Si una parte es bonita, seguro que él hará la segunda y tercera voz detrás para que sea todavía más elegante.
Para reposar en cierto modo la exageración, ha metido la siguiente canción, que es “Blood In My Veins”. Es un tema típico de la fábrica Saylor por la manera en la que es desarrollado. Un medio tiempo caliente y pesado con un buen ritmo de bajo predominante sobre todo. Con unos arreglos de teclados que finalizan los compases y unas guitarras blues total que dejan sus últimas notas como algodones donde meter los coros. Una impresionante canción que desearás no termine.
Si el tema anterior dije que era copyright, éste siguiente es el invento Saylor por excelencia. Qué pasada de canción y de qué manera tan alegre, bonita y sencilla está compuesta y tocada. Este “Make It right” es una de las mejores del disco y encaja perfectamente con el espíritu que transmite la personalidad de David A Saylor. Si la nota estaba siendo muy alta, con “Hearts On Fire” ésta sube un poco más. Tengo la sensación de que no hay nada casual en colocar esta canción aquí y es que estando como estamos en el ecuador del disco, nos encontramos con uno de los pelotazos del disco. Saylor deja para otros la tristeza y nos empapa de optimismo con ritmos como éste donde el estribillo es felicidad y motivación.
La continuidad a estos dos tremendos “Make It Right” y “Hearts On Fire” hubiese sido quizás difícil o sencillamente monótona, por lo que el artista rompe frontalmente con la línea mostrada y nos planta un medio tiempo exagerado y potente. Digo exagerado por que se sale cantando sentimiento y ganas de superarse en cada voz. Así veo este “Pray For Time”. Un tema donde no se especula nada. Solos de guitarra que son de cinco notas pero puestas donde interesa. Si quieres melodías que tararear mientras conduces aquí tienes unas cuantas muy fáciles y efectivas.
La nota discotequera ha sido puesta por la siguiente canción titulada “Have It All”. No me ha gustado pero no por ser mala, no. Sencillamente es porque no es el estilo que me gusta. Debo ser muy jevi … jajaja. Se reconocer que el tema tiene un solo de guitarra bonito y muy agradable pero no es la faceta que me atrapa de Saylor. Algo parecido me ocurre con “Don’t Go”, que es bueno pero que me lleva a un estilo ochentero con el cual no encajo (no se bailar), aunque sí reconozco en calidad.
Estamos finalizando y nos quedan dos canciones. “Can’t Break Away From You” que adolece un poco de sentimiento pero de intensidad. Es tema muy cortado y que quizás no desarrolla en condiciones la expresividad a la que Saylor nos tiene tan acostumbrados. Para acabar David ha grabado, como he dicho antes, un homenaje a su amada hermana. “Missing You” de John Waite sirve para recordar a Dina Saylor. Sobran los comentarios.
Habiendo escuchado este último trabajo de David A Saylor en al menos 8 ocasiones, me rindo ante la evidencia de que cada aportación que él hace a la música es un regalo que debemos agradecer y saber valorar. Me inclino ante un trabajo que si bien tiene dos canciones que no son de mi estilo, tiene en el resto un altísimo nivel compositivo, musical y de interpretación. No lo dejes pasar que te encantará.
Luis Mª Catediano