Hace un año llegó a mis manos el disco de un entonces un desconocido para mí. Se trataba David A. Saylor. Un compositor, productor musical y cantante americano (madre española), nacido en Norfolk (Virginia) y que pasó su infancia entre Cartagena e Ibiza.
El disco era “Kiss of Judas”, que con una portada sugerente como pocas he visto, incitaba a desnudar el disco. Unos labios brillantes y carnosos, pintados en un carmín intenso, y unos dientes que mordían sensualmente el labio inferior eran un reclamo difícil de obviar. La escucha de ese disco sirvió durante varias semanas para animar mi despertar y también como broche a intensos días de trabajo. Antes fui un romántico AORero y creo que eso nunca se deja de lado aunque toques otros palos en la música. “Kiss of Judas”, que se agotó, era sencillamente majestuoso, sobresaliente, colosal y un 10 dentro del más depurado y sutil AOR. Con unas composiciones intimistas de gran profundidad y talento, elevaba el nivel del AOR hasta el punto más refinado que jamás había escuchado.
Ahora ha llegado a mis manos el cuarto y último trabajo de este artista inmenso que es David A. Saylor. Su título es “Strength of One” que cuenta con once temas y en el cual vamos a meternos de lleno a descubrirlo. Para ello, y si eres muy duro, cambia de chip y suaviza tu oído con un poco de soul, pop y exquisito AOR. Comenzamos…
David A. Saylor, que además de componer y cantar, toca muchos instrumentos, ha contado con la principal ayuda de los guitarristas Brett Hammond (solos 1,9,10), Nik Lloyd (solos 2,4,6,7), David Mark Pearce (solos 3,5), Alfonso Samos (solos 8) y Jon Dewsbury. El bajo ha sido grabado por Paul Pryor. Como apoyo en los coros han estado Romany May Saylor, Christian Antonio, Giorgia Florence y Gabriella De Val Koenzen (The Val).Veréis que no he nombrado al batería. No tengo datos pero he echado de menos una batería de verdad.
El disco nos da la bienvenida de manera inusual y sencilla con “Welcome To The Show”. Es un tema atípico para ilustrar el estilo de Saylor. El siguiente es un cover de “Now You’re Leaving” del dúo 2Am y a partir de aquí sí que empezamos a sentir esos ecos y revers de la preciosa voz del cantante. No puede pasar desapercibida la intensidad de cada nota que sale de su boca. Puro y agradable como en él es habitual, el recitar de cada frase es una sensación que muy pocos cantantes pueden tener el privilegio de hacer como él.
Como una pequeña vuelta a sus inicios en los noventa suena “Flying High”. Un tema pop y ligero para dar el toque más comercial al disco. Con esta canción podría romper actualmente las listas de éxitos, de la misma forma que ya hizo en esos años.
Llega el momento del baladón “Don’t Say Goodbye” que sube la temperatura del disco de forma muy elegante y fácil. A destacar los solos a doble voz que de manera genial hace el guitarrista Nik Lloyd.
“My Heart Ain’t Feelin Nothing” comienza de forma espectacular con una arrancada del guitarrista David Mark Pearce, el cual ya es un habitual colaborador de Saylor. En el Kiss of Judas también metió sus afiladas y precisas guitarras.
El siguiente tema es una versión del “Why Does Our Love Have To End” de Shy que debo decir ha sido llevada a un terreno que me ha recordado a mi queridos Drive She Said de 1989 cuando éstos eran inicialmente originales. Los juegos vocales al estilo del gran Al Fritsch me hacen sentir hasta escalofríos. Subidas en tonalidades mayores para ensalzar el estribillo y bajadas en tonos menores para relatar la historia de un amor que parece tener un final.
“Beaten Black & Blue” es la muestra más sencilla para demostrar lo fácil y audible que resulta la música de David A. Saylor. Así como en los temas más lentos, la complejidad es máxima, en estos temas pop todo es muy directo.
Preciosa, inmensa y delicada es la siguiente canción. “Falling Star” sirve de puente en un disco brillante. Saber que David A. Saylor ha contado aquí con la cantante Gabrielle De Val Koenzen y Alfonso Samos (The Val) es todo un gusto para los oídos y un claro reconocimiento a la calidad que atesora nuestra banda.
El tema más soul del disco es éste “It Must Be Love”. Una canción de retroceso en el tiempo con un toque muy especial en el sonido de guitarras. Solos muy bien ejecutados para levantar la canción entre estrofas en español e inglés.
Esto va llegando a su fin. Quedan dos canciones que son “How Do I Believe” y “Caught In The Middle”. Destacable en el primero la gran labor a las guitarras de Brett Hammond (compañero inseparable desde Push UK). En el segundo, el gran compositor y cantante nos deja ver su toque más festivo con un sonido casi discotequero propio de los comienzos de su carrera.
En términos generales un disco notable que te hará sentir la gran calidad que rebosan todas las canciones de David A. Saylor. Un compositor y cantante que lo hace como muy pocos y que pone todo su buen hacer en unos temas sublimes y fantásticos de profundo y genuino AOR.
Al igual que ocurrió con el anterior ”Kiss Of Judas”, solamente se han editado mil copias, así que no te quedes sin la tuya.
Luis Mª Catediano