La sensación que he sentido tras escuchar con detenimiento el último disco que Dan Reed Network se han marcado ha sido más que agradable. Ha sido editado con Frontiers bajo el título de Fight Another Day.
Dan Reed Network vienen de finales de los años 80 y tuvieron una corta carrera y poco reseñable. Les tocó competir con otros grupos que encajaron mejor en aquellos momentos tan difíciles e inestables, y no alcanzaron ese status que sí tuvieron por ejemplo Living Colour. En Estados Unidos fue una punta de lanza para un estilo incierto y arriesgado que no se posicionaba ni en un lado ni en otro. En Europa sus actuaciones eran residuales para un público que no sabía cómo recibir unas mezclas musicales a caballo entre el rock y el funk. Eran tiempos en general para sonidos más duros y la apuesta del grupo resultaba poco entendible cuando se les hacía compartir escenarios como otras bandas radicalmente opuestas a sus modos. De aquello hace casi treinta años.
El regreso del artista norteamericano Dan Reed a la escena musical tuvo lugar el año pasado con un excelente disco en solitario titulado “Transmission”, para el que hizo también alguna actuación como la del festival británico Rockingham. Allí se presentaron como Dan Reed Network y fue para muchos expertos el artista que más brilló y que mejor supo plasmar esas virtudes que hacen que alguien se decante por elegir a un músico a otro como el mejor de unas serie de conciertos. Algo muy a tener en cuenta conociendo el nivel de los participante entre los que estaban Gotthard, Dokken, Jim Peterik, Robby Valentine con su Valentine, Electric Boys, Eclipse, Vega, Tom Keifer y otros más que no cito pero que tienen el mismo gran nombre. Cuando supe la gran aceptación de su actuación no me sorprendió en absoluto y es más, fue algo que me gratificó porque aquella vuelta con el trabajo “Transmission” me había parecido acertadísima y con mucha calidad. Un disco que, ahora sí y de nuevo, saliéndose de cualquiera de los estilos musicales más comunes, poseía ese punto único y enriquecedor como para ser considerado como asimilable y sobresaliente por muchos críticos, y digo este sustantivo con el significado de adjetivo que tiene, puesto que hasta los más talibanes cayeron rendidos a los pies del singular artista.
En la actualidad el grupo está compuesto por el núcleo principal que ya lo fue en el pasado. Así tenemos a Dan Reed (voz y guitarra), a Brion James (guitarra), a Dan Pred (batería), a Melvin Shannon (bajo) y a Rob Daiker (teclados). Musicalmente todos ellos hacen una gran labor y aciertan en cómo enseñar un producto con altos standares de innovación y calidad. Las canciones son mayoritariamente directas y de fácil asimilación, aunque también otras suponen un experimento complicado si el que las escucha se planta enfrente de ellas con la primaria simpleza de “esto no es rock”. En esos momentos es cuando algo parido desde el más profundo sentir de un artista singular y atrevido puede recibirse como aburrido. Si el oyente por el contrario es receptivo este disco se convierte en una experiencia y fiesta abierta a las más diferentes mezclas y fusiones de estilos.
El inicio con la canción “Divided” es potente, muy potente, y al mismo tiempo deliciosamente melódico por los coros que todo el grupo hace a Dan Reed. Otro tema durete es “Give It Love”, aunque ésta no es la línea definitoria de disco. Como no podía ser de otro modo, la voz principal tiene el protagonismo que se espera de un grupo en el que el nombre del mismo lo pone su cantante. Dan Reed tiene una voz aterciopelada y que cautiva por su timbre bajo y casi susurrador, que es apoyada con unos coros muy cuidados que son el ideal y cálido baño vocal para el cantante.
En este último trabajo de los norteamericanos abunda el perfil de canciones a medio tiempo en las que lo que manda es la base rítmica de un batería y sobre todo de un bajista inspiradísimo y muy completo que maneja las más completas técnicas. “Infected”, “Eye of the Storm”y “Stand Tal” son un claro exponente del tempo más usado por el grupo.
Los teclados son parte fundamental y las programaciones aportan el punto moderno a un disco que a más escuchas más gana. Un trabajo que es una ruptura para lo que como norma general edita el sello italiano y que da una singularidad máxima al mismo.
También hay espacio para las baladas y en este caso temas como ”Champion” y ”B There With You” están escritas, tocadas y posicionadas en el álbum con gran acierto.
Algunos temas sacan el lado más moderno de Dan Reed Network y de este modo canciones como “The Brave”, “Save The World” o “Reunite”suenan a grupos suaves del estilo de Coldplay, Muse o Travis.
La impresión que me quedo después de haber escuchado el disco bastantes veces es que se trata de uno de esos trabajos que abren puertas y que siempre hay que considerar para tener la mente en una posición receptiva. Que la producción está lograda y que sus canciones son muy agradecidas al oído. Aunque lo más importante y con lo que mejor me quedo es que sitúa al grupo en la actualidad musical que creo merecen. Dale una escucha que te gustará.
Luis Maria Catediano