21 Octayne es un grupo alemán recién creado que debuta con su primer álbum “Into the Open”, y que no dejará indiferente a nadie. Si bien sus componentes no son novatos en esto precisamente.
Marco Wriedt, a la guitarra, es el creador de este proyecto, proveniente de grupos como la solista americana Daize Shayne o la banda de Heavy-Rock germana Axxis. Con influencias tan variadas como Los Beatles, Alice Cooper, Led Zeppelin, Aerosmith, Extreme o Dream Theater.
Hagen Groge a la voz y producción. Voz actual de The Joe Perry Project, previamente en el grupo Katmandü (Banda de Mandy Meyers, ex-Gotthard.), uno de los top 30 vocalistas dentro de la lista de 300 suplentes para Gotthard , y aportando voces junto a artistas como Jimi Jamison o Chris de Burgh, entre otras pericias. Alex Landenburg, actual batería de Rhapsody, previamente en Axxis y colaborador en varios tours y directos de bandas como Stratovarius, Masterplan o Bonfire. Por último, Andrew “the bullet” Lauer al bajo (Paul Gilbert), con muy poco tiempo tocando el bajo ha sido catapultado como un gran bajista.
Este es un álbum difícil de catalogar en un estilo. Rock desde luego, pero difícil de categorizar qué vertiente. ¿Hard Rock? ¿Heavy? ¿Metal? ¿Modern Rock? ¿Progresivo? ¿80?s’?. No es ninguno y lo son todos, e incluso todos a la vez dependiendo del tema. Pero sí se podría afirmar que apunta más a la corriente melódica en general. Es difícil que no encuentres algún tema que te guste. Cuántos, depende de cada cual pero lo que está claro es que es imposible aburrirse con este disco.
Empezando con “She’s killing me”, un tema que entraría muy bien en el catalogo de Mr Big, Aerosmith, GUN, Extreme, incluyendo también el timbre de voz del cantante con ciertos registros que recuerdan a Steven Tyler completamente. Este tema es uno de los pocos que sí podríamos enclavarlo claramente en un estilo: el Hard Rock melódico. Una entrada con gancho con un grito rockero de Hagen, unas estrofas que te taladran el cerebro, parón en medio para hacer alarde de virtuosismo guitarrero y repetición de un estribillo altamente pegadizo. Seguramente el Himno del álbum. Buenísimo tema.
El segundo tema “Dear Friend” te descoloca, la sorpresa esta servida. Comienza con un sonido de guitarra acústica clásica,me atrevería a decir española, con nostalgia impresa en ella y una locución telefónica donde el cantante canta algo a alguien al otro lado de la linea. No te fíes…de pronto rompe con guitarras distorsionadas y a un sonido más metalero y progresivo para dar paso a otros cambios con guitarras suaves, volumen bajo y una voz suave que pregunta si puede hablar con su amigo, rompe de nuevo con distorsión y así sucesivamente por intervalos de 10-20 segundos, en algunos de los cuales la voz va in crescendo y rasgando paulatinamente hasta llegar a un estribillo mas melódico hardrockero que en algún momento casi se convierte en heavy y con un final que incluye también un punteo melódico. Aquí tenemos una buena mezcla de estilos y registros en un mismo tema. Imposible clasificar. Sorpresa asegurada.
“Turn the World” sorprende en contraste con el tema anterior. Se trata de un medio tiempo de rock melódico…con un toque de modern americano a lo Daughtry o Goo Goo Dolls. Un tema con una onda marcadamente comercial, cuya intro, de hecho, me ha recordado a varios temas de Bon Jovi del 2000.
El siguiente Tema “Don’t turn away” recuerda mucho a los Europe de esta década. Ritmos setentas en onda moderna, con algo de distorsión y falsetes en la voz, pero también con buenos coros, una base de bajo muy marcada (la intro del tema comienza con un solo de bajo acompañado de batería, al que se unen después guitarras), una gran base rítmica incluyendo un buen alarde las guitarras rítmicas y melodicas. La voz del cantante pasa a un segundo plano en este tema; prima la instrumentación.
Con “My teddy bear” volvemos al sonido distorsionado y mas heavy, alternando con ritmos mas hardrockeros, vuelve a jugar con distorsión en la voz. Un tema melódico a pesar de todo y que engancha rápido igualmente, me recuerda, en este caso, a algunos experimentos del gran Jeff Scott Soto. Crudeza y melodía se alternan durante todo el tema.
“Into the Open” es la primera balada del disco. La potente voz del cantante se disfruta de verdad en esta tema. Una voz que en este tema podría decir que es una mezcla entre Steven Tyler y Austin Winkler (Ex-vocalista de Hinder). Voz desgarrada, melodía y un buen solo de guitarra lo convierten en una gran balada de Rock.
“Me myself and I” comienza con guitarras que imitan un sonido oriental a la par que la batería parece acompañar con sonido de tambores lejanos, lo que le sigue es un tema con una gran influencia yanki, una mezcla entre el Aerosmith mas experimental y el modern rock americano. Las guitarras y sonidos que recuerdan los sonidos orientales siguen presentes durante todo el tema intercalados entre otros mas crudos. Estribillo pegadizo. Un tema ecléctico lleno de matices y toques diversos con mucha pegada.
“The heart (save me)” vuelve a los ritmos setenteros en version moderna. Un tema directo, sin maquillaje, que recuerda mucho el clásico “Come together” en su base aunque mas elaborado y mucho mas variado.
“Your life” es otro pegadizo tema de hard rock melódico .Esta vez proveniente de un sonido mas 80’s -90’s sumándole el toque moderno del que impregnan la mayoría de los temas. Cargado de matices y cambiante lejos de cualquier monotonia. Muy completo de principio a fin y nada lineal.
La segunda balada del disco “I will always be right there”, transcurre tranquila en un ambiente acústico, muy en la onda del tema “One life, one soul” de Gotthard. Guitarra acústica, voz y una suave base de bajo, solo al final irrumpe con coros y subiendo la voz hasta rasgarla.
Por si nos habíamos quedado dormidos, el siguiente tema “Leave my head” te vuelve a despertar con un comienzo de guitarras demoledoras. Tema más duro, en este caso mas dirigido hacia el sonido Heavy-metal.
Cierra el disco con un tema dinámico de Hard Rock, “Come alive”, esta vez una estructura más repetitiva y un estribillo mas simple que repite -I come alive-. Pegadizo sin duda y más comercial, un final de disco que no permitirá que dejes de repetir las palabras “I come alive” hasta que decidas escuchar otro disco.
En Resumen. Un disco muy variado, con muchos matices, diferentes influencias y diversidad de ambientes. Puede haber temas que por la preferencia musical de cada uno puedan resultar menos apetecibles, pero lo que está claro es que la sola variedad y versatilidad dentro de cada tema así como en el disco en su totalidad, junto con la amplia demostración de destreza de los componentes y la capacidad de gancho de los temas hacen que este disco se pueda escuchar de un tirón por casi cualquier oyente del Rock convirtiéndolo en un “must».
Beatriz Sánchez
(Music Paradise)
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